En salas ya me encantó; en casa, tras un segundo visionado, y ya en VOSE, el filme aún me ha gustado más. Una auténtica delicia a todos los niveles. Como bien decís, el fantasma de los mejores Herzog, Lean y Coppola planea sobre la película, con unos puntitos de obsesión y locura que, a mi juicio, la hace absolutamente fascinante. Gracias a Dios que aún hay cineastas como James Gray.