La verdad es que el vinilo en spray es muy agradecido y hay que ser muy patoso para que tenga un mal acabado. Casi lo prefiero mejor que los sprays clásicos con disolvente... que son más puñeteros. Y tal como dice John, si luego no te gusta, se arranca como la piel de una culebra y no queda ningún rastro!

Un buen trabajo, maño!

Un saludo del Oso