Muy poquita cosa, al menos intenta cambiar de rumbo, pero tiene demasiados giros de guión y todo resulta muy forzado e impostado. Me ha recordado a Kill List de Ben Wheatley o sobre todo, The Ritual de David Bruckner (estrenada sólo en Netflix), pero el resultado está muy por debajo si las comparamos. Curioso ver a Matthew Modine como el sufrido padre de la protagonista, la española Charlotte Vega. Aviso: hay que verla hasta los créditos finales.