Acabo de terminar de ver los dos episodios que Disney ha estrenado en su plataforma. Lo primero señalar que, en contra de lo que apuntaban los trailers, estamos ante un Willow de "hacendado". De momento, y no creo que cambien las tornas, es una serie barata, de cartón piedra, mas cercana a "Hercules y sus viajes legendarios" (ojala, esta tenia su gracia Pulp y kirsch) que a la desmesura de el Señor de los Anillos. Y a pesar de las diferencias, en cuanto sensaciones no difieren mucho entre ambas. Es evidente que el señor de los anillos juega otra liga, no solo en efectos, decorados, presupuesto en suma, si no que a pesar de sus defectos tiene empaque visual y narrativo, por lo menos en los dos primeros de Bayona que vi. En Willow no veremos nada de eso. Acción escasa y ramplona, mucho paisaje y poco mas. La dirección es torpe y mecánica, y lo peor, para mi, dinámicas de personajes y diálogos humorísticos no del todo mal escritos, desperdiciados por el mal "timing" de direccion y actores. Y así podríamos seguir un buen rato.
Digamos que nos encontramos con un viaje "inesperado" compuesto por tres "Marías", morena, rubia y pelirroja para que podamos escoger al gusto, en los papeles de guerreras y "aprendiz" de mago, el beta de Flash Thompson en el papel del ¿bardo?, a Diego El Cigala como el ladronzuelo pendenciero y por supuesto a Willow, retomando su papel de mago. Y también anda por ahí con ellos un "señor mayor" que rápidamente cumple su sagrado cometido de reunirse con el altísimo tras la primera brizna de prado que pisa. La misión del grupo: rescatar al hijo (mujeriego y tal, como su padre) de la reina Sorsha y Madmartigan (los de la peli de mi yo joven) y hermano de la morena lgtbi+, secuestrado por los secuaces de la mala malosa. Y básicamente se pasan los dos capítulos paseando por verdes bosques hasta llegar a unas horrendas canciones finales de unos títulos de crédito que parecen un clon de los de She-Hulk. Y fin, hasta la semana que viene que volveran para deleitarnos con otra tremebunda canción cual tortura sin fin, pues ese creo, es el ansiado cometido final capitulo tras capitulo.
Entretiene, si (el cerebro en el frigorífico es indispensable), es buena, no, un desastre, tampoco.
Maldita canción, no voy a poder dormir...