"Y si digo que moriréis muchas veces es porque las distracciones son inevitables. Porque ni el más curtido veterano de Souls podría resistirse a un caramelo así, y resulta realmente difícil mantener la cabeza fría cuando un par de cervatillos levantan la cabeza y huyen espantados al entrechocar las espadas. No había querido mencionarlo hasta ahora, porque hacerle justicia a algo así se escapa por completo de mis posibilidades: ignoro que tipo de tecnología está funcionando aquí, pero Breath of the Wild es uno de los juegos más bonitos que he visto nunca. Quizá el que más. Es un tipo de belleza, además, que podemos utilizar en nuestro beneficio, porque no se basa solo en atardeceres y en el viento meciendo las briznas de hierba. Se basa en un mundo vivo, en el que los peces remontan el curso del río y una manada de jabalíes puede irrumpir en mitad de la noche en el campamento al que nos acercábamos despacito, después de que una flecha encendida les alertara de nuestra presencia. Quizá hubiera sido mejor apagarla, aunque es algo que solo aprenderemos jugando."