Ojo, no creo que Chazelle/ la película enarbolen estro último. Más bien al contrario, se expone una realidad, basada en la propia experiencia d frustrada de Chazelle cómo músico, y las historias de terror que le contaba su amigo Justin Hurwitz de sus años en el conservatorio y lo que presenció allí..
Por supuesto no quiero ni por un momento dar a entender que esto sea la norma o mayoría, no. La formación musical reglada no es cantera de psicopatas, afortunadamente. Pero son casos concretos que hacen mucho ruido por lo doloroso y difícil de creer que resulta en estos tiempos en los que vivimos.
Cómo pasa también con el profesorado de otros ambitos, cuidado. Y a pesar de todo, Fletcher es indudablemente brillante y desde luego he has a point en cuanto al nivel de sacrificio requerido para alcanzar la excelencia. Pero no a costa de destrozarle la vida a tus alumnos, claro está.