Pequeño resumen de lo sucedido. Black Friday 2014.
Ha sido un viernes negro un tanto extraño, difuso; heterogéneo. Porque fue viernes negro, pero dio la impresión de que, lejos del fulgor seguidista de otras ocasiones, a más de uno le sobró; más ansiosos por esquivar el envite sin resentirse, que de utilizarlo conscientemente para reforzar su imagen de marca, o incrementar su volumen de ventas. Vender.
Ahora ya no encuentra con los brazos bajados a nadie, y, lejos de constituir una sorpresa, ha deparado una edición en la cual todos habían asumido previamente un posicionamiento estratégico determinado, que dictó todo lo que ocurrió después. Lo bueno y lo malo.
- Amazon España: Que uno de los grandes difusores y promotores a nivel internacional de lo que hoy constituye una cita de compras/ventas ineludible en el calendario de los consumidores renuncie de facto a participar, más allá de ofertas irrisorias que ni ellos mismos harían el resto del año, sólo habla de una ausencia, y, lo que es peor, de un cierto distanciamiento respecto al consumidor español. Aunque les vaya bien, no deberían jugar con eso. En este país a la gente le gusta derribar gigantes. Y luego quejarse de que no los hay.
- FNAC España: Hasta ahora habían sido un elemento clave. La oferta del jueves previo del ejercicio anterior fue un guiño que hoy aún muchos recuerdan. Sin embargo, este año han preferido jugar a renunciar al Black Friday: una oferta muy fuerte antes que los demás, y la idea -ahora sí, instaurada- de que no van a mejorarla el último viernes. Esto tiene su parte buena, ya que el año que viene más de uno se agarrará a un posible 2x1 desde principios de noviembre. Pero también tiene su parte mala: en un Black Friday, por definición, el consumidor medio espera hasta el final, o reserva la mayor parte de los fondos que tiene pensado gastar, esperando la gran ganga. Y si esta idea de restarle importancia al último fin de semana sólo la hace FNAC, a largo plazo los perdedores pueden ser ellos. Ésto, sumado a un año turbulento de cancelaciones caprichosas e indiscriminadas, retrasos múltiples, e idas y venidas aleatorias de stock, no parece que genere -o incremente- la confianza que el comprador medio puede tener hoy en ellos.
- El Corte Inglés: hizo una oferta fuerte, pero no mejor que otras, añadiendo en su caso todas las taras, limitaciones, y carencias operativas que tiene su tienda on-line. El precario estado de ésta, su mal funcionamiento, y cierta obsolescencia de concepto -incidencias habituales al margen- lastran a esta tienda definitivamente. Necesitan una redefinición. (¿A dónde pretende llegar realmente su tienda web? ¿Ponen los recursos y procedimientos necesarios para ello? ¿Por qué no se traslada al espacio virtual su preponderancia o capacidad en el espacio físico? ¿Por qué quien no les puede hacer frente allí en la red puede noquearlos?). Hoy su problema no es hacer o mejor oferta el viernes negro: su problema es lo que ocurre el resto del año. Son grandes, tienen músculo, y deberían utilizarlo, o exponerse, en vez de limitarse a ejercer un rol de tienda familiar. Hace varias décadas que ya no lo son.
- Media Markt: Los grandes propulsores de la implantación del viernes negro en España siguen siendo una referencia. Su oferta no sorprende, pero tampoco decepciona; tienen serios problemas de stock, involuntarios o provocados, peor siempre se posicionan con un margen que permiten que el comprador medio se sienta feliz al ir a allí a realizar su gasto esos días. No importa lo que falta o lo que quieres: su oferta está establecida para que siempre te puedas ir con algo que querías, y contento del precio al que te lo llevas. Un trabajo de concepto realmente importante. Y han llegado a un punto en el cual ni siquiera hace falta que la suya sea la mejor oferta: son la referencia. Y se pueden permitir más de un fallo que en otros lugares serían terminales.
- DVDGo: ¿Para qué la compró realmente el Grupo Planeta? Es una duda cuento menos reveladora. La oferta que hicieron fue configurada para no destacar, no vender, no perder, y que no digan que no hizo ninguna. Pero así no se gana dinero.
- Movies Distribución: Brillantes. No se le puede pedir más a una empresa de corte familiar. Una oferta extensa tanto en referencias, como en duración, como en descuentos. No sirve para determinados títulos, pero, en términos generales, fue de lo mejor de este Black Friday. Si a eso se le añade el mejor servicio de atención al cliente de España, el resultado es uno de los grandes focos de atención en el último viernes negro. Y eso, dada su dimensión, tiene muchísimo mérito. Un gran trabajo.
- AcciónHD: Ofrecieron una oferta limitada, aunque comprensible, dada su dimensión y alcance actual. No todos pueden ser "Movies Distribución", porque hoy, quizá, no hay demanda para proporcionar el alcance necesario a todos ellos. No obstante, con su medida, fue un esfuerzo a todas luces loable. Aunque los resultados sean muy mejorables.
En resumen, ha sido un viernes negro sin el impacto de otros años, pero que, lejos de diluirse, se ha establecido como una cita de compras/ventas obligada en el calendario español. Será muy interesante cuando, en 2015, ya perfectamente definidas las posiciones y estrategias previas -asumidas- de partida, veamos cómo se mueven unos y otros. Hasta dónde quieren llegar. Porque, aunque muchos crean que no, desde estos puntos de explosión en compras se fideliza y/o alteran tendencias generales que luego, a lo largo del año, se pagan.
Porque la gente siempre vuelve a comprar donde ha sido feliz.