Ahora que estoy escuchando la BSO de John Powell aislada, sin ver la película, me doy cada vez más cuenta de lo bien que acompaña y sirve a las imágenes de Greengrass. Pero es que además tiene momentos que me parecen decididamente brillantes, como todo el primer corte (prayers o rezos) que abre el film o el penúltimo, lógicamente titulado The End y que es un magistral in crescendo para reflejar una de las luchas más encarnizadas jamás puestas en una pantalla de cine.

Aunque aún es muy pronto y este año queda todo lo supuestamente bueno por ver, creo que Powell debería ser nominado por su trabajo.

Saludos.