Acabada ayer por la noche la novela Sumisión de Michel Houellebecq, he estado pensando bastante en ella en el día de hoy. Como se indica en una cita de la contracubierta, me parece "menos escandalosa de lo que se ha dicho y más sutil de lo que parece". También coincido en que "es densa e inquietante" y me parece una gran "meditación sobre el declive de nuestra sociedad y le deseo de sumisión".
Ta vez recurra a lo fácil al citar comentarios de otros, pero es que en verdad estoy viendo que me está siendo difícil tener una opinión clara sobre lo que he leído. Estilistícamente hablando, sí, tengo clara mi opinión, la novela es puro Houellebecq y su prosa creo que engancha desde el primer momento. Pero respecto a la historia, al presentar ésta tantos temas, dar pie a tantas reflexiones, y tal vez lo más importante, presentar dichas reflexiones de una manera que, creo que está muy equilibrada (aquí coincido totalemente con la declaración del autor: " no tomo partido, no defiendo ningún régimen"), lo dicho, aún no tengo una opinión clara. Mejor dicho, tengo una opinión ambivalente sobre lo que se cuenta ya que, si lo miro desde un punto de vista me parece todo muy pausible y natural y, al mismo tiempo, si lo miro desde otro lado, me parece algo pesimista y peligroso.
En definitiva que la novela en este sentido me parece sutil, directa, densa, valiente, divertida o terrorífica todo a la vez y eso creo que es gracias a la gran labor de creación de Houllebecq que creo que consigue con esta gran relato de política ficción ofrecernos un certero retrato del momento social y cultural al que podremos llegar fácilmente en un futuro inmediato.
Por otro lado, me ha gustado mucho el uso que se hace de la figura del escritor francés Joris-Karl Huysmans, del que es especialista el protagonista de la novela, y que sirve en cierta medida de hilo conductor y reflejo para el comportamiento del citado protagonista. Aquí vemos al Houellebecq crítico literario, que tan buenos resultados mostraba, por ejemplo, en su ensayo sobre Lovecraft.
En definitiva, otra grandísima novela de Houellebecq que, creo además, no dejará indiferente al que la lea.
Saludos