Ya he acabado de leer, más bien devorar, la última novela de John Irving, Personas como yo, y ya no sólo es que me haya encantado, es que he vuelto a tener esa sensación especial que por ejemplo tuve tras leer El mundo según Garp o Las normas de la casa de la sidra (o con otros autores, tras leer El lamento de Portnoy (Philip Roth), A pleno sol (Patricia Highsmith) o Mañana en la batalla piensa en mí (Javier Marías)) de que ese libro recién acabado lo vas a recordar siempre con placer y que ya forma parte de tí.
Me parece la mejor novela de Iriving desde Una mujer díficil (aún no he leído su penúltima novela Última noche en Twisted river) y volvemos a tener todas las esencias del mejor Irving, para mi gusto estamos ante una "variación" respecto a sus mejores obras, en vez de ante un "pastiche" aglutinador de todo lo irvingniano como era, por lo menos para mí, la algo mastodóntica y fallida, en mi opinión, Hasta que te encuentre.
Tenemos muchos de los temas recurrentes de Irving
En este sentido como ya digo, la novela me parece una "variación", pero la novedad para mí, está en el nivel alcanzado por varios de estos temas en el poco rubor y desparpajo que tiene un Irving de 70 años para dar cierta vuelta de tuerca a temas, situaciones o personajes, para forzar un poco más los límites de lo chocanque que siempre ha estado presente en sus novelas.Spoiler:
Con esta última lectura de Irving me he dado cuenta de que siempre me parecen excelentes los inicios de sus novelas, como nos pesenta unos personajes y vemos como se relacionan y como casi siempre estamos ante niños o adolescentes y como se nos cuenta su desarrollo, formación de personalidad, primemos amores y experiencias sexuales. [En este sentido me parece modélica la adaptación cinematográfica de Una mujer difícil, A door in the floor, donde sólo se toma el primer tercio de la novela]. Estos primeros momentos siempre me han parecido magníficos en muchas de sus novelas y en este caso particular las tribulaciones y experiencias de Billy el protagonista, son memorables. Pero Irving, no se para ahí, casi siempre vemos la madurez de los personajes y casi siempre estamos ante unos desarrollos y finales más tristes. Supongo que ahora ya me doy más cuenta de esto, de que hay un momento en que la vida te deja de dar cosas y te las empieza a quitar y sí, en las novelas de Irving casi todos sus personajes siempre pierden, se les quita, algo.
En definitiva que recomiendo apasionadamente esta novela y desde ya la pongo con mi "trilogia" de favoritas de este autor: El mundo según Garp, El hotel New Hampshire y Las normas de la casa de la sidra.
Saludos