En lo que a mí respecta –si por alguna razón se me ha entendido lo contrario–, en ningún momento he pretendido argumentar que hubiera un formato “malo” (en este caso el 1.33:1), sino que la intención de Kubrick para la versión de salas era desde un principio usar el 1.85:1, y que escogió el 1.33 como opción más adecuada para su visionado en las televisiones de la época (debido a las limitaciones de su características).
Pues evidentemente eso dependerá siempre de lo que pretenda conseguir el director en cada película, tanto a nivel estético como a efectos de provocar sensaciones concretas en el espectador. Por ejemplo, formatos cuadrados o cercanos, como el 1.19:1 de ‘El faro’ de Eggers, el 1.37:1 de ‘El hijo de Saúl’, de Nemes, etc., contribuyen a generar una sensación de desasosiego y angustia que complementa a la que pueda generar de por sí el guion, la fotografía, etc. Esto es bien sabido por todos, y otros formatos con distinta relación de aspecto tienen a su vez diferentes usos y efectos narrativos.
En ese sentido, no creo que haya un formato más artístico que otros, sino que cada uno tiene su razón de ser, y normalmente su uso para cada film dependerá de lo que busca conseguir el director, con mayor o menor acierto.
Saludos