Como ha demostrado (porque hoy se puede decir, ha demostrado) el vinilo (y ahora el cd), hay un nicho de mercado inagotable del comprador de material "físico".
Eso sí, hasta los más románticos, le pedimos al producto dos cosas: que no cueste un dinero y luego tenga taras o problemas, y, en mi caso, que me ofrezca un plus respecto del streaming o descarga legal. Creo que lo que los "vendedores" siguen sin querer ver es que lo que está muerto no es el mercado del disco, sino el mercado del disco en estuche plástico, sin extras y a 20 eurelios.
Ese mercado, tal como está aquí, es insostenible y solo sobreviven editoras que no dependen de ello para sobrevivir.
En USA, el amaray peleón, al poco de salir ya se puede comprar por 10 o 12$, o directamente de salida. Pero además, una funda lustrosa, con brillitos y relieves, es casi norma general allí. Cosas que se pegan en las manos si vas a una tienda.
Aquí, por lo que se ve, no hay problema para pillar un steelbook por 35€ (agotado en reservas muchas veces), pero esa misma peli en plástico azul a 25€ se va a morir de asco en los almacenes.
P.D.: y ojito con los vinilos, porque los que compramos ya no pasamos por el aro de vinilo ramplón con carpeta hecha sin ganas a 25/30 pavos. Se venden ediciones especiales, con pistas añadidas, restauradas, libretos, etc... Porque el mercado se está confundiendo de nuevo, y el tema no es vender un vinilo que incorpora prensado un archivo digital que ya tengo; el tema es vender vinilos que ofrecen lo que no te da la descarga digital.
Tratar al coleccionista como un borrego termina trayendo la consecuencia de almacenes llenos de mierda que no se vende.