De lejos, el mejor estreno gordo de lo que llevamos de verano, y una de las películas más espectaculares de los últimos años. Puro cine de evasión, repleto de fuegos artificiales de los buenos (un aplauso para ILM), de los que se disfrutan y crean adicción (estoy deseando ver la segunda).
Divertidísima, aunque su sentido del humor me ha parecido en algunas ocasiones demasiado plomizo e infantil, y pese a que TODO sea más simple que el mecanismo de un botijo.