En esto del cine deberían ponerse siempre dos notas: una objetiva y otra subjetiva. La calidad real se debe saber valorar, pero también las sensaciones que una película trasmite a según qué espectador.
A mí por ejemplo me encanta la saga de Transformers, como también me gustan cosas como Hansel y Gretel: cazadores de brujas. Soy plenamente consciente de que eso no es buen cine, pero si me hacen pasar un buen rato y me entretienen... ¿debo suspenderlas? Por supuesto que no.
Diré que, objetivamente hablando, son una basura completamente vacía, y que cinematográficamente no valen nada. Ahora bien, subjetivamente, y sabiendo que me han hecho pasar un par de horas de evasión y diversión, soy incapaz de suspenderlas. Me parece ilógico.
Pero en definitiva, me parece genial que a muchos no les guste Transformers, y hasta lo entiendo. Pero una cosa es que no te guste la saga, y otra muy distinta es que se pretendan dar lecciones de buen gusto. Eso ya roza lo patético.