Ya tardaban en meterle la zarpa a Merlín el encantador

...
Por demás...no me gustaba mucho de pequeña, pero a día de hoy reconozco que es una historia un tanto atípica. No hay príncipes ni princesas, el prota es un chico más bien insignificante y torpón, que, al igual que sus contrapartidas femeninas, no se convierte en rey exactamente por méritos propios, no hay demasiada cancioncita ni demasiado secundario cómico cargante, no hay un villano claro (más allá de Mim, el noble en cuya casa vive Grillo y el bruto de su hijo son más bien algo cómicos), Merlín, más que un brujo, es una especie de alquimista o protocientífico, que ensalza la razón y la ciencia frente al oscurantismo de su época...
En fin, pienso que hay ingredientes para una buena película. Claro es que también los había en Maléfica o La bella y la bestia, y mira los churros que les quedaron

...