Vista hace un par de días (y, afortunadamente, en copia en 70mm) la peli me pareció fascinante de principio a fin en todos sus aspectos formales... pero reconozco que no me acaba de quedar muy claro qué me están contando o qué me quieren contar. ¿Es una aproximación a la figura de L. Ron Hubbard y a la génesis de la cienciología? ¿O es un estudio del personaje de Joaquin Phoenix y la particular relación que se establece entre éste y el interpretado por Seymour Hoffman? Y, en cualquier caso, ¿qué es lo que me están diciendo sobre ello? En ese aspecto, es tan críptica y abierta como THERE WILL BE BLOOD, con la que guarda no pocas semejanzas a todos los niveles.

La fotografía es excepcional, el diseño de producción una barbaridad, y la exhibición interpretativa de Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman supera todas las expectativas, en especial la del segundo, que está abrumador, colosal.

Mención aparte merece la música de Jonny Greenwood que, a diferencia de la redundancia a la que nos han acostumbrado la inmensa mayoría de los scores de las últimas décadas, no se dedica a subrayar irritantemente cada "beat" dramático de la historia sino que se utiliza como un elemento narrativo más, que suma de forma independiente en lugar de limitarse a enfatizar.

Guste más o menos, es otra muestra más de que Thomas Anderson, junto a Malick y algún otro (¿Von Trier? ¿Jonathan Glazer? Habrá quienes metan ahí a Haneke, pero yo me resisto) es uno de los pocos "autores" trabajando en el cine hoy en día.