"Una buena casa" es un auténtico "festival Weaver" que es como yo llamo a las películas donde Sigourney Weaver es la protagonista absoluta. En ese sentido, es una auténtica delicia, pues es sus últimos proyectos siempre era la secundaria o compartía protagonismo con alguien más. Aquí también tenemos a Kevin Kline, pero en un papel menos importante.

Por cierto que ya podríamos hablar de Weaver y Kline como pareja cinematográfica recurrente después de "Dave, presidente por un día", "La tormenta de hielo" y ahora esta "Una buena casa". También compartieron créditos poniendo voz en "El valiente Despereaux".

Cuando me enteré de este proyecto me leí el libro en el que se basa la película, un libro que consideré difícil de adaptar porque abarca varias subtramas vecinales/familiares que sorprendentemente sí han quedado reflejadas en la película (la mayoría) pero como es de esperar están tratadas de manera un poco más superficial. Todo el tema del adulterio de una de las protagonistas queda bastante deslavazado siendo uno de los puntos fuertes de la novela.

El personaje de Weaver rompe la cuarta pared en varias ocasiones y como siempre que ocurre esto, a mí personalmente me resulta algo chocante, si bien no se abusa del recurso y queda bien dentro del ambiente de comedia en el que se mueve gran parte de la película.

Otra diferencia con la novela es la relación de los personajes de Weaver y Kline. Ya cuando vi el cartel de la película imaginé que se le daría más importancia a esta relación en la película, que en el libro es más anecdótica.

Con todo, una película entretenida que hará las delicias de los fans de Sigourney. De las que la actriz ha estrenado últimamente (El maestro jardinero, Todas somo Jane, Sueños de una escritora en Nueva York) esta es sin duda mi favorita.