Me fascina como Giacchino ha homenajeado toda la historia compositiva del murciélago en el ámbito audiovisual (excepto la serie y película de Adam West).
Por un lado tenemos la paleta gótica/neo noir de Elfman/Walker, con ese uso del piano, las cuerdas, o un uso impresionante de las campanas de iglesia (¡LAS CAMPANAS DE IGLESIA!). Por otro, la orquestación densa y colorista de Goldenthal, con ese uso de los metales.
También tenemos las secciones rítmicas y percusivas in crescendo a la Zimmer (si, con ostinatos), aunque en este caso sin electrónica.
Y por último, los pasajes líricos y melancólicos que aportó James Newton Howard.
Todo ello, por supuesto, pasado por el filtro estilístico inconfundible de Gia.