Bueno, pues ya está en la estantería junto al T-800. ¿Impresiones? La calidad del plástico utilizado es similar, más tirando a malo que a bueno, y el acabado es también más o menos parecido a su semejante, sólo que el T-600 tiene una ventaja: al estar terminado en aspecto sucio (particularmente, me encantan los leves detalles de óxido que tiene alrededor de alguna de sus juntas, peor pegadas que las del T-800 por otro lado), gana en presencia, ya que el otro resulta un tanto artificial e increíble por su excesivo brillo.
En fin, más o menos lo que el otro: en la estantería queda bastante bien; si lo coges, se pierde impresión.