Para mi fue una película injustamente vapuleada. Synger nos regaló un Remake-Secuela, ya no digno, sino grandioso. Fui a verla al cine y ya en los créditos se me pusieron los pelos como escarpias, y así se tiraron durante mas de dos horas, que, por cierto, se me pasaron volando, y nunca mejor dicho.
Un casting de notable alto, un actor, Brandon Routh, mas que a la altura de las circunstancias y con Kevin Spacey... ¿qué mas se puede pedir?... La S mas grande según los puristas, y acción desde el minuto 1. Ains...
Por desgracia me voy a quedar con las ganas de ver lo que hubiera sido capaz de hacer con la secuela, una vez eliminada toda la presión mediática por aquello de ponerse tras el proyecto maldito, las comparaciones con Christopher Reeve y el Superman de Donner, y el aura de misticismo que rodeaba a sus predecesoras.