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El encanto británico...aunque yo creo que ninguno de los dos personajes está pensado para que te caigan simpáticos, sino para resultar solapadamente amenzantes...
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"
O sibilinamente malignos.
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Star Wars, es lo que tiene: es una de esas películas, o sagas, o series, en las que muchas veces te gustan tanto los buenos cómo los malos, a veces los malos más que los protas... Khan, Apophis, Ba'al, Gollum, Número 6, Baltar... y en Star Wars, Tarkin, o Darth Vader, o El Emperador, o el Almirante Piett, o el General Viers, o incluso el General Grievous... son personajes muy interesante. Sirviendo de anécdota, tengo los dos "manuales" de La Fuerza: the Jedi Path y the Book of the Sith. Pués el de los Sith me gusta muchísimo más que el de los Jedi... por algo será.
"Si alguno de vosotros, nenas, sale de esta isla, si sobrevivís al entrenamiento, seréis como armas, ministros de la muerte, siempre en busca de la guerra."
Spoiler:
Doctor diplomado en infancias violadas cinematográficas y believers Lucasianos.
Dentro de mil años tú no existirás, ni nada se recordará de ti. De Star Wars y George Lucas, probablemente sí.
"Ahora la gente del cine ya no dice "miren qué buenas películas hacemos" sino "miren que buenas personas somos"". (Bill Maher)
La seducción del Reverso Tenebroso...En Star Wars los malos tienen más pelas, molan más, tienen una música mejor, pelean mejor, dan más morbazo, tienen diálogos más interesantes, sus naves son más grandes y modernas...Es curiosa la cantidad de películas en que los buenos son unos sinsorgos, y en cambio, los malos resultan mucho más atrayentes...incluso en el cine clásico. Blancanieves. La dama de Shangai. El ladrón de Bagdad. Muchas películas de Drácula...Incluso muchas veces tienes la inquietante impresión de que los buenos son los que están fuera de lugar, mientras que los malos se mueven como peces en el agua en medio de ambientes de decadencia y hedonismo, y aparecen mucho más poderosos y seductores. Casi llegas a desear que ganen ellos en algún que otro momento.
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
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Momento de recordar esto:
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LA GUERRA DE LAS GALAXIAS: EL PUNTO DE VISTA DEL IMPERIO
Javier Cuevas
DE DÓNDE VENIMOS Y QUÉ SABEMOS: LA REPÚBLICA
En el universo de Star Wars se nos describía un gobierno tiránico y opresor —el Imperio— que había sustituido por métodos violentos a otro benévolo y liberal: la antigua República. Una Alianza Rebelde cuyo principal ideario político era la restauración de ese dechado de virtudes luchaba, siempre al borde del exterminio, contra el malvado Imperio. La trilogía de Star Wars, en realidad los episodios IV, V y VI de una extensa saga de nueve capítulos, contaba la lucha desesperada de ese grupo de rebeldes y su increíble victoria sobre el Imperio.
Esto es lo mismo que contar la historia cogida por la mitad, que es el peor lugar por el que se puede tomar una historia. Los episodios IV, V y VI dejaban entrever, entre otras cosas, que no todo era como se nos contaba. Pero una vez cambiado el chip de la ciega aceptación, el Episodio I, La amenaza fantasma , llegó como una auténtica revelación a ofrecernos algo indispensable en todo análisis objetivo de una situación: el conocimiento de aquello de lo que se parte para poder valorar con justicia lo que se tiene, y para poder explicar cómo se ha llegado a ello.
Pocas descripciones de un sistema político han resultado tan útiles y esclarecedoras como las que se nos proporcionan en el Episodio I... La Federación de Comercio, una corporación privada que ejerce como grupo de presión económica y que posee algún tipo de licencia o concesión pública, decide bloquear un planeta entero por las bravas, aislándolo y poniendo en marcha un ejército privado de robots armados hasta las tuercas. Al planeta, un lugar bastante idílico y un poco hortera llamado Naboo, lo van a poner de rodillas en breve a base de bombardeos y desembarcos masivos de tropas de ocupación. La gente de Naboo, que había confiado su defensa a la República, ve atónita como ésta se escaquea entre comité y comité, mientras los blindados les dan caña...
¿Qué sucede entonces en este dechado de virtudes, en este altar de las libertades añorado? O, como diría mi antiguo profesor de Historia, ¿cuáles son las causas y consecuencias?
En primer lugar, tenemos una descripción fidedigna de un Estado que no sirve absolutamente para nada. Un gobierno que no garantiza el cumplimiento de la ley, ni las comunicaciones, ni la libre circulación, ni el libre comercio, ni el libre tránsito, ni los derechos fundamentales de los individuos, comunidades y planetas. Un gobierno que permite que tanto trusts comerciales poderosos como corporaciones privadas se pasen por el forro los derechos civiles de planetas enteros.
Un gobierno inoperante, inepto, absurdo, en el que un poder legislativo inmenso —el Senado— discute sin fin resoluciones que, una vez tomadas, es incapaz de hacer cumplir. Un ejecutivo impotente, carente de los medios coercitivos necesarios para hacer cumplir la ley porque, en aras de un pacifismo tan increíble como hipócrita, se ha ahorrado los gastos de un ejército y una flota, o lo que es lo mismo, una vez cobrados los impuestos, que cada cual se las arregle como pueda...
Y, por lo que parece, un poder judicial inexistente o inútil —todo queda al final en manos del Senado, que nunca parece capaz de cerrar nada—, incapaz de hacer respetar su intepretación de la legislación, por muy buena que sea.
Corrupción. Caos. Ineptitud.
Última edición por Synch; 08/05/2013 a las 18:01
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Cualquier héroe clásico que se precie, desde los tiempos de los rapsodas, empieza su rito iniciático siendo un perdedor, estando, como dices, fuera de lugar. No más que una mosca aplastada por el poder establecido. Esto provoca la idetificación del espectador con el protagonista. Todos tenemos ese deseo de trascender, y aun habiendo logrado algunos éxitos (y tanto más si no lo hemos hecho) siempre deseamos tener más.
Los héroes comienzan siendo perdedores, patéticos, trágicos, pobres individuos, hasta que se presenta en su vida la ocasión de trascender. Luke es un granjero atascado en el culo del universo sin perspectivas de futuro. Willow es el mago de la aldea de quien todos se pitorrean. A Neo siempre le estaban echando broncas en el trabajo. El paradigma del héroe no incluye coches (o cargueros espaciales) lujosos, ni mansiones elegantes. Son más bien aquellos que ven pasar el Ferrari y se dicen "algún día". Los héroes si acaso conducen un mini, son pobres, pero con encanto. Incluso si son ricos, reyes o princesas, se sienten atrapados en un mundo falso, y buscan algo de locura, transgresión, autenticidad, que su entorno les niega. Rose y Jack de Titanic, se complementan a la perfección. Chico pobre con carisma, chica rica cuyo corazón "grita en rebeldía".
A tí, Jane, te molan los malos, pero no en vano los buenos empiezan sus historias con el deseo de parecerse también a ellos ¿O no quería Luke alistarse en el Imperio? Es Biggs quien el primero que le habla de la rebelión, y el mensaje de Leia y la persuasión de Obi Wan alimentan su deseo de trascender.
No hace falta que estemos en un drama épico, hasta la película más simple, comercial o contémporanea rescata parte de este modelo... fijaos en Pretty Woman o Moulin Roge. Dos Titanics más (y los que me dejo en el tintero).
Última edición por Vertov; 08/05/2013 a las 18:02
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No es que me "molen" más los malos, pero es que es casi un hecho constatable que en muchas películas los malos resultan mucho más atrayentes. El caso de Star Wars es evidentemente una representación muy conspicua de las típicas historias de desarrollo y crecimiento de un individuo, al estilo de los héroes clásicos (Sigfrido, Perceval, Perseo... ) de la épica (hay un libro excelente, Star Wars, la magia del mito, en donde se analiza muy bien todo éso). Y no sólo en lo tocante a Luke, que es el caso más evidente, sino también con Han Solo, que experimenta una evolución considerable, o Lando, o incluso el propio Vader, tanto en las precuelas como en la trilogía clásica. Esto es algo que ya se ha mostrado en el cine clásico, como en Los Nibelungos, de Lang, o en Yojimbo, de Kurosawa (recordemos la admiración de Lucas por el cine oriental), o en muchos "westerns" (están todos los elementos de esa clase de historias: orígenes oscuros, pero en realidad ilustres, confinamiento en un lugar banal e insignificante, posibilidad de realizar grandes hazañas, un anciano y sabio maestro, una figura femenina inspiradora, una estancia "en el infierno" de los héroes, un renacimiento...). Pero también, en muchas películas de este tipo, a mí por lo menos, me asalta la sensación de que el "héroe" es un pringado desde el principio hasta el final o casi. Pensemos en muchas películas de cine negro. A mí me viene a la cabeza el caso concreto de Jonathan Harker en Drácula y los personajes equivalentes en las adaptaciones fílmicas. En el libro, Harker es un personaje crucial, y a pesar de su ingenuidad inicial, es un tipo valiente, recto y decidido, y su intervención es crucial para acabar con el monstruo -porque Drácula es un monstruo-. Por alguna extraña razón, en casi todas las adaptaciones al cine de Drácula, Harker es un inútil y un pringado, con frecuencia queda relegado al poco lucido papel de "marido cornudo", y en alguna versión, incluso, se queda en el castillo de Drácula de donde ya no vuelve a salir -al menos, con vida-. Cada vez que veo una película así, me pregunto por qué han cambiado tanto al personaje de Harker. E incluso en muchas en que no, tienes la impresión de que no tiene nada qué hacer contra Drácula. En una de las últimas adaptaciones de Drácula que he visto (la de 2000), todo éso está muy exagerado. Drácula es allí especialmente poderoso y seductor y se mueve por el corrupto y hedonista mundo de principios del siglo XXI como pez en el agua, mientras que los "buenos" son especialmente penosos y dan la impresión de estar terriblemente solos e indefensos. Yo tengo la impresión de que, en el mundo actual, o por lo menos, en el cine actual, cada vez hay menos hueco para los héroes de una pieza. Incluso los que son buenos, o fracasan o acaban de algún modo "corrompiéndose". La sociedad se ha vuelto muy materialista y desencantada, y probablemente éso se vea reflejado así en el cine.
Última edición por Jane Olsen; 08/05/2013 a las 18:38
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
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Cuanto daño hizo Keanu Reeves a ese personaje. He de reconocer que leí la novela hace mucho tiempo, y no recuerdo la relevancia o aplomo de Harker, pero es indudable que Drácula es el verdadero protagonista de la novela y de cualquiera de sus adaptaciones cinematográficas.
Tengo pendientes las de la Hammer, ojalá saquen una buena edición en Blu Ray de esos Dráculas ¡Por cierto! Lucas cerró el círculo iniciado con Peter Cusing dando a Christopher Lee el papel de Conde Dooku en la nueva trilogía. Es una pena que ese papel no tuviera la sutileza y elegancia de Tarkin y se redujera, como el resto de personajes, a frases muy rimbombantes y huecas de significado
Con todo, me parece muy bonito que Lee tuviera ese resurgimiento a una edad tan avanzada, firmando con letras de oro su retiro en sagas tan importantes como Star Wars y El Señor de los Anillos.
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A mí también me parece que Dooku es un personaje muy desaprovechado, se le podría haber sacado mucho mas jugo. Cuánto mejor está Lee de Saruman.
No sólo en la adaptación de Coppola Harker es bastante simplón. Creo recordar que en la primera que hizo la Hammer,.Spoiler:
Es que es un hecho que a los villanos en las películas se los rodea cada vez más de un aureola de glamour y romanticismo. He puesto el caso de Drácula porque es muy paradigmático. No hay más que leer el libro y ver las primeras adaptaciones (como la de Murnau) y compararlas con las últimas versiones para ver cómo el personaje ha ido cambiando y de ser una figura repulsiva ha pasado a ser una criatura fascinante y que incluso despierta la simpatía del espectador (por ejemplo, el Drácula enamorado de Coppola). Efectivamente, es el protagonista de la novela de Stoker (aunque, significativamente, no aparezca mucho en ella), y aunque es presentado como alguien poderoso, y hasta carismático, ni es atractivo ni te lo presentan allí como un personaje positivo o que te caiga bien. Ni es un enamorado desgraciado que despierte la compasión, ni un tipo perseguido e incomprendido.Pero no hay por qué irse a las películas de Drácula. Fíjate, por ejemplo, en la saga de El Padrino, en cómo se retrata a ésos criminales como unos seres brutales, pero hasta nobles, con una especie de código de conducta y unas normas internas casi al estilo de los antiguos caballeros, cómo se los dota de cierto atractivo, de cierto romanticismo y de una aureola de ántihéroes trágicos y honorables (lo que tiene su remate en la tercera película, con la aparición de Michael como un mafioso arrepentido).
Última edición por Jane Olsen; 08/05/2013 a las 19:22
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
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Como aun no he visto las de Terence Fisher, voy a no destapar el spoiler. Lo sé, estoy tardando. Ya caerá ;)
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Antes de leer los últimos post "tochos" XD , creo recordar que leí que la máscara de Vader fue diferente en cada película para tratar de "transmitir el momento" del personaje (tal vez la forma de los ojos, de los pómulos, etc., fuera diferente)... esto sí ya es conjetura total: ¿tal vez usaran distintas máscaras con distintas "expresiones" en una misma película?
También comentar que siempre que oigo el planeta Hoth y el asalto imperial blindado, me viene la cabeza el coronel general alemán de la Segunda Guerra Mundial Hermann Hoth, el cual operó en el frente del Este al mando de fuerzas acorazadas, y su fallido intento de romper el cerco soviético de Stalingrado (http://es.wikipedia.org/wiki/Hermann_Hoth).
Amazon.es: Yo estuve allí... y Ribus no .
Seguimos con lo de antes, ahora con los Jedi:
http://www.gigamesh.com/criticascine...elimperio.html
Texto de Javier Cuevas
SOBRE LOS JEDIS (ANTES JEDÁIS)
Habíamos oído hablar mucho de estos Jedi. En los episodios IV, V y VI nos los habían descrito como nobles guerreros sacerdotes, los guardianes de la paz y la justicia en la Galaxia... Luke, nuestro héroe de entonces, quería ser un Jedi como su padre (sí, lo sé, contemplado desde la perspectiva del Episodio II puede llegar a quitar el sueño). Además, estaba Kenobi, que no dejaba que nadie le tosiera en las tabernas pese a estar jubilado, y que se expresaba y movía como si hubiera recibido una magnífica educación británica. Los Jedi usaban espadas de luz, dejaban a todo el mundo pasmado con sus declaraciones absolutamente obvias y evidentes que parecen enormemente trascendentes dichas tan despacio y con solemnidad, y no consentían que nadie les pusiera una multa de tráfico. Movían un dedo mirándote a los ojos y estaban invitados. Todos queríamos tener un padre Jedi, en vez de perito agrónomo.
Sólo que... Bueno, esa capacidad de Kenobi de retorcer los argumentos hasta extremos increíbles para justificar sus propias acciones, ese uso de la verdad en porciones debidamente dosificadas como herramienta, ese sentido pragmático... Hubiera debido darme cuenta antes, pero por aquel entonces yo estaba estudiando con los jesuitas y no encontraba nada extraño en el concepto de la ética variable de Kenobi. (Luego empecé a frecuentar a gente más normal, y me di cuenta de que algo olía a podrido, y no precisamente en Dinamarca.)
No sé. Sencillamente, puede que se trate de un problema de etnocentrismo cultural propio y exacerbado, pero la idea de una orden religiosa guerrera tan próxima a un gobierno supuestamente democrático le produce a uno escalofríos. Deja muy en el aire una relación poco transparente entre el ejecutivo y una clara opción religiosa, y hace que uno se pregunte sobre la concesión de licencias de construcción de templos, el papel de la religión en el sistema educativo público o la casilla de elección por defecto en la declaración de la renta...
Por otra parte, los Jedis ¿obedecen siempre al ejecutivo? ¿De qué viven los Jedis? ¿De dónde extraen sus ingresos? ¿Cómo han conseguido un enorme complejo de edificios en el mismo centro de Coruscant, al precio que debe estar allí el suelo? ¿Quién les paga los viajes, la manutención, las naves, las espadas láser y el lavado de esos trapos espesos y sucios que siempre llevan puestos?
¿Cuándo deciden intervenir y cuándo no?
Si, en palabras de uno de los Jedis que llega a Tatooine, ellos no están allí para liberar a los esclavos, ¿para qué demonios están? ¿Supeditan tan a menudo las acciones morales a las necesidades políticas? ¿Y por qué se pasan todos esas órdenes por el forro cuando se les cruzan los cables? ¿Quién controla a los Jedis?
O, lo que es mucho más grave, ¿qué controlan los Jedis?
Porque hay algo oscuro y sucio en esta extraña alianza religión–Estado que parece hacer innecesaria la existencia de un ejército y una flota mientras existan tan extraños sacerdotes. Existe una extraña reminiscencia mafiosa en la política de enviar a un par de tipos que susurran cosas incoherentes a los lugares donde surgen problemas, tipos que no se sabe muy bien qué hacen ni qué buscan, pero que a la postre sólo rinden cuentas a un consejo de conspiradores en túnica sentados en un ático carísimo y cuyas decisiones no están sometidas a ningún control. Tipos que siempre parecen a punto de hacerte una oferta que no podrás rechazar. Cuando se van, un montón de cosas han volado por los aires y un montón de seres han dejado de existir.
Además, luego sienten extrañas perturbaciones en la Fuerza. (Como para no sentirlas, con la cantidad de gente que han enviado al Otro Lado.)
Porque ésa es otra: el lado místico del asunto, que también hace aguas. Y es que se supone que los Jedis son capaces de detectar la presencia de la Fuerza a su alrededor. Los Jedis, de hecho, detectan la presencia de la Fuerza en los niños pequeños, y proceden entonces a separarlos de sus familias (no me atrevo a preguntar cómo) para entrenarlos. Son capaces de detectar la presencia de la Fuerza, incluido el potente Lado Oscuro, en personas y lugares... Y, sin embargo el Consejo Jedi en pleno se pasa el día alternando con un Lord Oscuro de Sith en Coruscant y no se enteran de lo que tienen enfrente, a pesar de que los Sith usan la Fuerza con igual o mayor intensidad que un Jedi.
Aunque salen mucho más baratos, todo hay que decirlo. Al parecer, dos Sith hacen la misma fuerza que un montón de Jedis tirando en sentido contrario, y desde luego gastan mucho menos en luz, agua, ropas, viajes o alimentos. Darth Maul incluso utiliza dos sables de una vez para optimizar recursos. Y viven en los extrarradios (véase el Episodio II, El ataque de los clones).
Por otra parte, tal y como vemos en el Episodio I, cuando un muchacho extraordinariamente dotado para percibir y manejar la Fuerza es puesto en sus manos, el Consejo Jedi se encabezona en no entrenarlo porque se supone que es demasiado mayor, pese a haber reconocido en ese mismo consejo el peligro que el muchacho representa.
Lo cual nos lleva a preguntarnos qué iban a hacer con él. ¿Liquidarlo?
Un lugar encantador, esta República. ¿Le extraña a alguien que un hombre honesto intentara ponerle remedio?
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Y ahora desmonto yo alguna de las afirmaciones de este artículo:
Tras la reforma de Ruusan, en el 1000 antes de Yavin, se desmanteló y desbandó la Armada, y el Ejército de la República. Mientras, de ese tiempo hasta las Guerras Clon, la República SÍ tenía un "ejército": las fuerzas Judiciales, algo así cómo una fuerza policial y de pacificación:
http://starwars.wikia.com/wiki/Judicial_Forces
De hecho, tengo omnibuses de SW de cómic en los que aparecen. Con sus naves de rojo, cómo la Radiant VII, pero con armas, etc. Fuerzas terrestres, y tal. En la Guerra Hiperespacial Stark(ja), salen, formando parte del omnibus de Quinlan Vos(que, en general, es un omni Muuu entretenido, oxe).
Otra cosa es, que los Separatistas se los comían con patatas, y tuvieron que montar el tinglado del Ejército Clon, y tal y pascual.
Los Jedi no desmantelaron nada, ni dejaron que no hubiera ejército.
Obviamente, aterrizar con la navede Dooku en un ático de Lujo del centro de Coruscant llamaría la atención... los Sith són hábiles en esconderse... y anda que no tienen dinero, no... sólo hay que leerse artículos o cómics, para ver que Darth Sidious se sonaba los mocos con créditos.
Última edición por El Fanegas; 08/05/2013 a las 23:49
"Si alguno de vosotros, nenas, sale de esta isla, si sobrevivís al entrenamiento, seréis como armas, ministros de la muerte, siempre en busca de la guerra."
Sigo!
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LA GUERRA DE LAS GALAXIAS: REBELIÓN E IMPERIO
Poco después de dar forma a estos pensamientos impíos y heréticos, decidí efectuar un visionado crítico desde, digamos, una nueva perspectiva, de los Episodios IV, V y VI. Permítanme compartir mis impresiones:
Un montón de tipos con armadura abordan una nave. En la nave capturan a una muchacha bastante pizpireta que resulta ser una senadora que ha robado los planos de unas importantes instalaciones de su mismo gobierno. La chica intenta pasar esos planos a un grupo terrorista que está haciendole la vida imposible al Imperio al que ella representa, y para cuyo Senado había sido elegida por un planeta de incautos. Hay un par de robots que escapan con los planos.
Un joven campesino sin muchas luces compra esos robots a unos reventas. Lo hace sabiendo que son robados, pero le importa un pimiento porque lleva haciéndolo toda la vida. Por si había alguna duda, uno de los robots emite una grabación de su anterior dueño en su taller, a lo que toda la familia responde alegremente que un borrado de memoria y como nuevos.
Intrigado de todos modos, el muchacho decide largarse, dejando solos a sus indefensos y ancianos tíos, que lo han cuidado toda la vida, y después de que su escapada dejando la puerta abierta les cueste la vida los entierra como si tal cosa (parece un fremen, no llora ni aunque le pise un bantha) y decide unirse a un viejo a quien se ha encontrado unas horas antes, al que no conoce de nada y que se esconde en el desierto. (Con el tiempo sabremos que probablemente se trate de un criminal de guerra que pone a prueba la tolerancia del Imperio, escondiéndose en el primer lugar donde lo buscarían si alguien se interesara por él lo suficiente como para intentar encontrarlo.) Como veremos más tarde, el viejo miente más que habla, y engaña al muchacho como a un chino. Le niega el conocimiento de sus auténticos orígenes y, en un arranque de diabólica malignidad, intenta que sea el chico, convenientemente aleccionado y entrenado, quien se cargue a su propio padre sin saberlo.
De momento todos están de acuerdo en escapar del pozo de arena infecto en el que están metidos. (Los robots robados propician una buena oportunidad de hacerse un hueco en un planeta con más estilo.) Para lograrlo, ambos buscan la ayuda de una criatura salvaje cuyos tristes aullidos a lo largo de la trilogía nadie comprende (en una galaxia llena de traductores automáticos nadie parece interesado en saber qué demonios le duele al wookie) y que trabaja (no sabemos en qué condiciones, puede que ahí esté la clave de los tristes aullidos) para un famoso pirata, contrabandista y asesino: Han Solo. El pirata, además de ser un evasor de impuestos y un desertor, tiene nave propia gracias a una partida de cartas fraudulenta en la que logró robársela a su entonces mejor amigo, a quien dejó en la miseria. Enseguida averiguamos que este individuo, con quien ninguna persona sensata iría ni al cine, se encuentra un poco apurado, pues ahora, además de tener problemas con la ley, es perseguido también por sus patrones de la mafia, a quienes hizo perder una fortuna con su incompetencia en el arte del contrabando. Poco después de ser contratado vemos cómo asesina a sangre fría a otro sujeto de su misma ralea, un estúpido extraterrestre que intenta matarlo a él a pesar de estar aquejado de una conjuntivitis monstruosa.
Todos juntos emprenden así el típico viaje iniciático/místico que cambiará sus vidas; viaje que los llevará a asaltar vandálicamente unas instalaciones del Gobierno para liberar a la senadora del principio, una princesa niñata, sabelotodo y engreída, que ha decidido hace tiempo que no seguirá representando a todos esos sucios votantes plebeyos en ese coñazo de Senado (que ha ayudado a hundir, por cierto). El muchacho, un campesino sin instrucción ni experiencia, llega rápidamente a la conclusión natural de que él esta perfectamente capacitado para decidir qué es lo que le conviene a la Galaxia y convence al asesino contrabandista fracasado para que lo ayude. Al liberar a la niñata, acaban con un bloque entero de celdas de detención —se supone que algunas ocupadas por presos— y liquidan a todos los guardias, reclusos e incluso a un pobre animal oculto que se alimentaba de basura. Todo ello sin pestañear y, sobre todo, sin avisar al viejo, que entretanto se había ido a quitar los fusibles para que pudieran escapar...
Después de dejar que el viejo se las arreglara solo con un tipo al menos dos veces más grande que él, lo ven caer de lejos partido por la mitad y, al grito de «hagamos que su sacrificio no sea en vano», se largan a toda prisa. Debidamente manejados por la histérica princesa, logran unirse al grupo terrorista que buscaban (la Alianza Rebelde) y una vez todos juntos pueden al fin dedicarse a:
–atacar y destruir instalaciones públicas, sin importarles el destino de los trabajadores civiles, viajeros de paso y prisioneros que se encuentren dentro en aquel momento. Del personal imperial para qué vamos a hablar, faltaría más;
–atacar y ocupar planetas indefensos, poniendo en peligro su ecología y destruyendo sus bienes culturales sin ningún miramiento. En Dantooine ocupan las construcciones de la selva y cortan a golpe de láser lo que haya que cortar. Por no hablar de los tesoros arqueológicos de los mundos ocupados. De hecho, si estos tipos llegaran a tu planeta, convertirían tu templo más sagrado en un garaje para la princesa antes de que te diera tiempo a pegarte un tiro. Y eso teniendo suerte, porque si deciden que necesitan emplear tu ecología para sus fines, puedes darte por extinguido. ¿Alguien se imagina cómo quedó el helado planeta Hoth después de su paso? ¿O los atroces sufrimientos de los inocentes ewoks cuando acaben las fiestas y celebraciones y descubran que la Alianza, al destruir la segunda Estrella de la Muerte tan cerca de su atmósfera, ha aniquilado su capa de ozono? ¿Se imaginan sus caras cuando vean morir sus preciosos árboles, cuando sus hijos nazcan muertos o deformes, cuando sus cuerpos se llenen de úlceras y se les caiga el pelo, se queden ciegos, no haya nada que comer y su mundo se convierta en un desierto radiactivo?;
–poner en peligro las comunicaciones, bloquear el comercio, restringir el libre tránsito, provocar una permanente carestía, incremento de precios, escasez, paro, depresión económica... ¿Sigo? Ya puestos en temas económicos, ¿de dónde sale el dinero de la Alianza? ¿Luchan contra la flota imperial gracias a donaciones voluntarias. ¿Se han fijado en los equipos que tienen?;
–incorporar y promocionar entusiásticamente en la estructura de mando de la Alianza a todo individuo que acredite una catadura moral dudosa. Para empezar, al muchacho le convalidan el carnet de maquinaria agrícola, que es lo único que había conducido hasta entonces, y le dan un caza de combate estelar para que se entretenga (lo que confirma mis sospechas de que, en realidad, es el robot el que conduce, pilota, dispara y aniquila la Estrella de la Muerte). Al racista Han Solo (¿alguien se ha fijado en que ni siquiera mira a los androides cuando le hablan?), pagado, fichado y ascendido como si fuera un delantero centro, se le añade pronto su amigo (hay gente que no escarmienta) Lando Calrissian, empresario de dudosos métodos, líder de la economía sumergida, antiguo administrador gerente de una ciudad minera en las nubes —¿alguien ha oído hablar alguna vez de un negocio más improbable?— y seguro evasor de impuestos. Cuando Lando escapa con sus nuevos amigos, abandonando a su gente a su suerte, es inmediatamente ascendido a general de la Alianza...
–cargarse el sistema democrático. El Imperio tenía un Senado que fue disuelto al proclamarse el estado de excepción, al inicio del Episodio IV, herramienta contemplada en sus constituciones por muchas democracias. La Alianza Rebelde acaba con el sistema de garantías y el Estado de derecho con su presión constante sobre la estructura social y económica del Imperio.
Cuantos más elementos del canon iban cayendo en mis manos mientras revisaba las películas, peor se ponían las cosas. A través de otras fuentes, libros y documentación —el juego de rol, los manuales de los sofisticados juegos para ordenador y consola, los libros de regalo con fotos y planos de los artefactos y textos explicativos— iba enterándome de la vida de personajes como el General Dodonna. Dodonna se dio a la fuga con los planos robados de numerosos proyectos —por ejemplo, el caza X-Wing— cuando el Imperio embargó sus empresas (proyectos que habían sido investigados con dinero público cuando era contratista de armas imperial). Cuando esos planos llegaron a manos de los rebeldes, éstos lo nombraron general. Lo que nos lleva a dónde han sido construidos esos cazas, o al hecho de que la Alianza, que en un principio parece disponer sólo de unas cuantas naves, termina por mostrar una auténtica flota, incluyendo varias fragatas tipo Corellia, demasiadas para haber sido capturadas en acciones de guerra...
¿De dónde salen estos equipamientos? Si el Imperio es tan feroz y opresivo como se nos insiste una y otra vez, ¿cómo pudo llegar a existir semejante flota rebelde, con sistemas enteros —pensemos en los calamari— construyendo naves para apoyarla? ¿Qué clase de control tiránico ejerce un gobierno que permite vivir en Coruscant, su capital, a todos los opositores que aparecen tirando fuegos artificiales a la muerte del Emperador en el Episodio VI?
Llegados a esta altura, y con lo que sabemos, ¿no es como para preguntarse si la gente que tanto echaba de menos la República no era, sencillamente, la elite que vivía estupendamente bajo su gobierno, y no el resto de la sufrida población de la Galaxia?
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Termino!
http://www.gigamesh.com/criticascine...elimperio.html
Texto de Javier Cuevas
Y A DÓNDE HEMOS LLEGADO...
Episodio VI. La Alianza ha reunido una flota enorme y se dispone a desmontarle al Imperio otra de esas estaciones tan fáciles de destruir que el Gobierno construye de vez en cuando. Esta vez, para no complicarse la vida, van a intentarlo cuando sólo tengan el armazón, porque navegar en caza por los estrechos pasillos terminados resulta un tanto incómodo.
Y además el Emperador viene de visita. Así, no sólo podrán cargarse a cientos de miles de trabajadores civiles, subcontratistas, viajantes, técnicos y operadores, además de a los guardias, sino que también la palmarán funcionarios, cargos políticos y otras gentes. Si tienes que elegir entre un genocidio y un magnicidio no te rompas nunca la cabeza: elige ambas cosas.
Increíblemente, lo consiguen. Aunque en una hábil maniobra, la flota rebelde obliga a las naves imperiales a rodearlos entre su fuego y el de la estación en construcción (pero debidamente armada y protegida), la Alianza lo tiene todo previsto: envian un comando al cercano planeta Endor para cargarse las instalaciones imperiales que generan el escudo que protege la estación. El comando es en realidad un grupo de excursionistas mal organizados que se pierde una y otra vez mientras deja a su paso pequeños incendios forestales, pero que consigue la ayuda de una tribu de peluches con cuya ayuda desarman buena parte de esa extraña ONG galáctica del programa Ayúdalos a Caminar que conocemos como tropas imperiales. Esto les permite desenchufar el campo de fuerza en torno a la Estrella de la Muerte II (a mí me daría muy mal rollo trabajar en un sitio con ese nombre) y permite a los cazas hacer su trabajo cuando ya estaban en las últimas y pidiendo tiempo. Bueno, en realidad todo es más complicado y un poco más extraño, e incluye a la Princesa vestida de esclava sexual de una enorme babosa lasciva, el asesinato de mascotas, contrabandistas congelados, pozos de arena llenos de bichos asquerosos y a Luke Skywalker vestido de negro (al fin ha comprendido que cuando él entra en un sitio se muere todo el mundo) y liquidando ancianos disminuidos.
Pero lo importante es que el Imperio cae, el Emperador muere, la Alianza ha ganado...
¿Qué ha ganado, exactamente?
En principio, y a tenor de los que se nos cuenta en las franquicias escritas a remolque de la serie original, controla algunas zonas del antiguo Imperio, pero no de una manera total. Vemos, además, que la Alianza gana sus batallas casi siempre gracias a una sorprendente combinación de ineptitud de sus enemigos, aparición de aliados milagrosos con quienes nadie contaba y raptos de suerte tan escandalosos que más bien parece que sea la Suerte (ningún aficionado que se precie se habrá perdido La loca historia de las galaxias, de Mel Brooks, supongo, y si no es así hace muy mal) y no la Fuerza el poder que mantiene unida la Galaxia. En la práctica, los comandantes de las fuerzas imperiales presentes en la batalla final —claramente superiores a las fuerzas rebeldes— no tienen por qué quedarse orbitando Endor a la espera de ser desarmados por una fuerza que solo con mucha dificultad logra evitar disparar sobre sí misma cuando se despliega. Es fácil que muchos de ellos emprendieran la retirada de vuelta a sus bases, en busca de mejor fortuna que pasar una larga temporada en un campo de prisioneros gobernado por una raza de ositos de peluche malhumorados.
Como se nos cuenta en las no especialmente buenas e indecorosamente prolíficas novelas que continúan la acción de los episodios IV, V y VI, a los antiguos habitantes de Imperio todavía les queda sufrir la larga cadena de consecuencias desagradables que suceden a la caída de un gobierno central fuerte y ordenado cuando la fuerza que lo derrota no es capaz de asumir las funciones de lo eliminado. Almirantes imperiales que se convierten en señores de la guerra, sistemas enteros caídos en manos de piratas y bandidos, la vuelta al poder de malhechores y mafiosos, aislamiento, barbarie, guerras civiles, vacío de poder, escasez, interrupción del comercio, inseguridad, abusos, hambrunas... Bueno, vista La amenaza fantasma , ¿alguien se sorprende? Era lo anunciado, al fin y al cabo. La Alianza Rebelde no engañaba a nadie sobre sus objetivos, eso hay que concedérselo: es la vuelta a la antigua República.
Y aún peor, la princesa Leia tiene hijos. Con el pirata asesino, desertor y contrabandista que habíamos conocido antes, nada menos... Da sudores sólo de pensarlo. Si los Skywalker casi habían conseguido destruir una civilización galáctica en dos ocasiones, viniendo de uno en uno y partiendo de orígenes humildes, ¿de qué van a ser capaces estos muchachos, con su actitud aristocrática y todas las posibilidades de una buena educación a su alcance?
UNA FIGURA DE LEYENDA
Se ha hablado mucho, aunque tal vez no lo suficiente, de las muchas influencias, reconocidas u ocultas, de Star Wars. Hay algo de western, mucho de serie B, no poco cómic y un buen aporte de series de televisión. Y algunas obras literarias de esas que parece que han inspirado a todo el mundo, claro está. Y mitos.
Un muchacho de origen misterioso que poco a poco va revelándose como mucho más de lo que a simple vista se ve. Y una espada heredada de su padre, símbolo de una herencia más profunda. Y un aprendizaje, y un objetivo a alcanzar a través de un viaje iniciático, y un anciano mentor con poderes mágicos que lo guiará a través de una época oscura hacia un renacimiento... Recuerdo exactamente el instante en que todo ese humus de reflexiones acumuladas durante años, convenientemente regado con carajillos con nata en una tarde de invierno, hizo brotar la semilla de una idea en mi cabeza. Estaba mirando el mural que cubre la pared de uno de los lugares preferidos de mi ciudad, viendo en él como la Dama del Lago despedía a Arturo cuando las hadas se lo llevaban a Avalón.
Y entonces lo vi. De una manera tan clara que la revelación estuvo a punto de hacerme caer de mi asiento. (De coñac, el carajillo era de coñac, pero todo el mundo sabe que la bebida no me afecta, aunque no diré lo mismo de la canela...)
Arturo. Se trataba de Arturo. Una auténtica figura mítica, instalada desde la niñez en nuestros sueños, en el inconsciente colectivo de toda la civilización occidental.
¿Skywalker? No, hombre. ¿Quién demonios estaba pensando ahora en Skywalker?
Una época oscura. Una era carente de esperanzas. Un tiempo de poderosos sacerdotes-brujos encargados de mantener los privilegios de unos pocos y congelar un status quo de inmovilismo durante milenios. Un sistema inoperante, indiferente al sufrimiento de miles, millones de seres sometidos, explotados, humillados a lo largo de toda la Galaxia. Un sistema que sólo asegura ley y justicia para unos pocos, negocio para algunos, bienes y seguridad para una minoría. Un sistema en el que puedes vivir en un paraíso de hermosos edificios y naves puntiagudas sin dar golpe mientras los pobres gunganos se pudren en el fondo de los pantanos y los esclavos pasean su triste destino por planetas polvorientos mientras sus amos instalan en sus cuerpos dispositivos antifuga... Un sistema en el que señores de la guerra y magnates mafiosos son jaleados por las multitudes mientras gobiernan planetas enteros a su capricho. Un sistema en el que piratas, contrabandistas, señores de la guerra y planetas fronterizos imponen su voluntad a los débiles. Un sistema en el que las corporaciones privadas industriales y los grupos bancarios deciden la suerte de millones sin temer las limitaciones de la ley...
Y un hombre llega entonces a ese mundo decadente. Un hombre que ocupa una posición elevada, pero que no por ello deja de pensar en la suerte de los otros, millones de otros. Un hombre que tiene que enfrentarse a una orden mítica de brujos todopoderosos que funcionan cono una secta de mafiosos telépatas, a un sistema inmovilista, a una clase gobernante cuyos cargos pasan de padres a hijos.
Y ese hombre empieza a trabajar. Solo. Tiene que aprender artes olvidadas. Tiene que arrancar en secreto el monopolio de la Fuerza de manos de los sacerdotes sin que estos lo detecten. Tiene que abrirse paso en la política y la diplomacia con sumo cuidado, con astucia y un valor a prueba de dudas. Ese hombre solo se ejercita en las artes de un guerrero, adquiere los poderes de un mago, se convierte en un político y al mismo tiempo, en un Maestro de Otros... un Lord de Sith, un guerrero de una orden aniquilada en otros tiempos, probablemente por oponerse al poder único de esa República Jedi, y cuyo nombre ha sido convertido por los vencedores en sinónimo del mal. (¿Acaso los vencedores no hacen eso siempre?)
Un hombre solo intentando darle la vuelta al destino. Intentando hacer retroceder el reloj de la historia. Intentando traer algo mejor para todos. Una luz en la oscuridad para el mañana. Un Arturo. Un Palpatine.
Y lo consigue. La soberbia de los Jedi los ciega, y aunque lo tienen delante no lo ven. Palpatine utiliza el ansia incontrolable de beneficios de la Federación de Comercio para hacer que las partes corruptas del sistema se enfrenten entre sí. A los grupos de presión y banqueros solo necesita proponérselo para que rápidamente traicionen al sistema en el que viven a cambio de mayores beneficios. A lo largo de los episodios I y II vemos como derrota una y otra vez a las fuerzas inmovilistas de esta República de Elites con la verdad que pone una y otra vez ante sus ojos sin que éstos quieran verla.
De hecho, ni siquiera tiene que esforzarse para ir atrayendo a su lado al joven Anakin, la promesa Jedi. Los todopoderosos caballeros sacerdote ni siquiera se han molestado en liberar a su madre por unas monedas que para ellos serían una minucia, y ésta ha sido comprada por un granjero que, al casarse con ella, la condena a muerte sin saberlo. Una de las bandas salvajes que recorre el planeta sin ley de Tatooine la captura y la asesina, como ha venido pasando durante generaciones con los pobres desgraciados indefensos del sistema de vida republicano. Lo que hace preguntarse cuánta gente insignificante e indefensa habrá muerto sin llevar el apellido Skywalker...
Y entonces uno recuerda Star Wars, Episodio IV, y que hay una guarnición imperial en Tatooine. Tal vez Palpatine no haya mejorado mucho una vez convertido en Emperador, y desde luego necesita un buen tratamiento facial y gastarse una pasta en redecorar y renovar vestuario. Y, sin embargo, hay una flota y un ejército, y uno recuerda entonces que la labor de un ejército no es tanto hacer la guerra como disuadir a posibles atacantes con su mera existencia. Y desde luego persiguen el contrabando y la piratería, o de otro modo no se habría puesto precio a la cabeza de Han Solo. Y hasta el Episodio IV, a pesar de los años transcurridos, parece haber un Senado y, por lo tanto, elecciones. Es decir, parece haber conservado los mecanismos de go bierno democráticos de la República, aunque con un Ejecutivo fuerte por primera vez, es decir, con una herramienta de ejecución de la ley. Y esto ya parece una mejora considerable.
Pero sin Jedis.
Esto le hace pensar a uno que tal vez los caballeros Jedi no eran una variante de asociación política proclive a compartir el poder, o al menos a actuar bajo el imperio de la ley como suelen tener que hacerlo el resto de los mortales.
Y sin embargo...
Palpatine, como Arturo, parece destinado a ver evaporarse su sueño cuando había alcanzado las más altas cotas de su gloria. Derrotado por las elites ocultas, perdedor de las últimas batallas desesperadas, traicionado por la suerte y por algunos de los caballeros de su reino (los calamari no parecen precisamente un pueblo pobre y sometido, y no vamos a hablar otra vez del «general» Dodonna, o del «papelón» que le monta Darth Vader al final), este Arturo galáctico ve evaporarse su sueño ante sus ojos. Desaparece a manos de padre e hijo de una estirpe de la nueva aristocracia, traicionado también en esto.
No veremos los episodios VII, VIII y IX... dicen. Lástima, porque estoy seguro de que en ellos Palpatine, como nuestro mítico rey Arturo, también sería recordado. Y quién sabe, puede que su sueño venciera al final...
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Yo sospecho que los buenos no eran quizá tan buenos:
http://elblogdetradux.blogspot.com.e...-estrella.html
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"
Lo de Darth Plagueis en el Epi III, Palpy no lo dice por decirlo... era su maestro...
Esta imágen aparece en el Libro de los Sith(mu bueno por cierto).
¿Quién creeis que se cepilló a Darth Plagueis?... Adivinasss:
Eso de "aprender solo"... cómo que no.
http://starwars.wikia.com/wiki/Palpatine
Última edición por El Fanegas; 09/05/2013 a las 00:45
"Si alguno de vosotros, nenas, sale de esta isla, si sobrevivís al entrenamiento, seréis como armas, ministros de la muerte, siempre en busca de la guerra."
Y el tercero que faltaba
Las intros del 1o y 2o eran de Peter Jackson y Ridley Scott, nada menos. Este de Brad Bird, a ver que tal está.
Synch
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Obi Wan no pierde detalle.
Equipo
Televisor: LG OLED 55 BX"
Blu Ray Player: Sony S470
Receptor: Denon AVR-1713
Audio: Polkaudio TSi30 (Columnas TSi300, surround TSI100, central CS10 y SW PSW110)
Lo más importante: Pasión por el cine.
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Hoy es cosa sabida que la María de Fritz Lang fue una de las inspiraciones para C3-PO y para algunos detalles de la saga, a los que Lucas quería dar un aire "art decó":
http://www.moongadget.com/origins/droids.html
Ahora seguirán diciendo que nuestro galvanizado amigo es "lila" ...
"There is an inmense joy when you suddenly discover beauty in something that has been around you for ages".
"Waving the flag with one hand and picking pockets with the other: that's your patriotism. Well, you can have it." Alfred Hitchcock's Notorious.
"Listen to them... Children of the night! What music they make..!"