La era del tubo catódico se acerca a su fin. La multinacional japonesa Sony dejará de fabricar los tradicionales televisores de tubo catódico en su planta de Viladecavalls para centrarse exclusivamente en los modelos de pantalla plana (LCD y Plasma). La compañía informó ayer al personal de la situación" y "ha iniciado un periodo de consultas".
En la actualidad, los televisores de tubo catódico apenas alcanzaban entre el 15% y el 20% del total la producción de la planta catalana, estimada en unos 1,5 millones de aparatos al año. Según fuentes sindicales, en esta línea trabajan unos 60 empleados, sobre una plantilla fija de 1.200 trabajadores. Tanto la dirección de la empresa como los sindicatos aseguraron que no habrá despidos y que se procederá a una recolocación de la plantilla en las otras líneas de producción.
Eso sí, la compañía indicó que se exigirá a los trabajadores una "mayor flexibilidad", sobre todo en términos de horarios, para adaptarse a los cambios de la demanda. El verano es el periodo de pico de la producción de los aparatos que se venderán en Navidad. Para CC.OO., "cualquier medida en este sentido tiene que ir acompañada por contra-partidas sociales encaminadas a la conciliación de la vida laboral y familiar".
Sony España reconoce que el desplazamiento de la demanda desde los televisores tradicionales de tubo catódico hacia los de pantalla plana está siendo mucho más acelerada de lo previsto, de ahí la decisión de centrarse en esta nueva tecnología.
La reestructuración de Sony hacia esta nueva gama de aparatos es más dramática en el Reino Unido. La compañía anunció ayer unos 650 despidos, un quinto de la plantilla, ante la decisión de abandonar la fabricación de televisores de tubo catódico en la planta de Bridgend, en la región de Gales. "El cambio hacia las pantallas planas hace que no necesitamos más este tipo de producción", explicaba ayer un portavoz de la compañía.
No obstante, Sony seguirá produciendo televisores de tubo catódico en una planta de Eslovaquia, para abastecer los mercados de Europa del Este y de Rusia, donde aún persiste la demanda para este tipo de aparatos. La planta de Viladecavalls exporta el 90% de la producción, sobre todo al resto de Europa. Los directivos de la compañía siempre han asegurado que la posibilidad de deslocalizar la producción de España hacia países de bajo coste no sería rentable debido al coste excesivo del transporte y que la fábrica catalana sigue siendo viable. En el año fiscal 2004 los beneficios de Sony en España se desplomaron un 90% debido a la fuerte competencia en los precios de los televisores de pantalla plana.
Las tendencias apuntan a que las ventas de pantallas planas seguirán creciendo. Según un informe difundido ayer por la compañía Panasonic, la actual cifra de pedidos mundiales de televisores de plasma, unos cinco millones de unidades, se incrementará hasta los 10.4 millones en el 2007, año en el que se prevé que el modelo de 40 pulgadas superará, por primera vez, al de las televisiones de tubo catódico. Panasonic señala que la implantación de la televisión digital terrestre será el factor clave para el crecimiento de este mercado.
La última empresa que aún fabrica en su mayoría televisores de tubo catódico que queda en Catalunya es Tecnimagen, la antigua Philips, ubicada en Sant Boi de Llobregat.