Pienso que la reacción que provoca el fútbol entre los no adeptos viene motivada no tanto por el hecho deportivo en sí, sino por la desmesurada y desaforada repercusión, por las manifestaciones públicas extremas, muy cercanas al fenómeno fan de adolescentes ardorosas lanzando berridos y dando brincos ante sus ídolos. Y también por la componente tribal (con todos los respetos) que supone la identificación vicaria con unos representantes que son enviados a combatir en nombre de toda una afición (de un país).
Esos elementos marcan una diferencia respecto a otros hobbies y aficiones que no precisan de una colectivización, de una identificación con los héroes, o de una relativa histeria masiva (gente desgañitándose en mitad de las calles, banderas nacionales en los balcones, forofos pintarrajeados dando saltos y parando el tráfico, el repentino orgullo de ser español acompañado de un cierto menosprecio hacia los rivales por el hecho de serlo, cohetes, berridos, pitidos, etc), que reflejan una idea de lucha histórica y trascendencia multitudinaria bastante alejada de la realidad, un tanto sacada de quicio y con participación entusiasta de medios de comunicación hasta conseguir cierta saturación informativa de un evento cuya relevancia real es mínima, anecdótica.
Es decir, no es el fútbol en sí lo que despierta cierto rechazo (hay gente aficionada al fútbol como la hay aficionada al cine, o a la literatura, o al ajedrez, o al patinaje...), sino esa sobrevaloración llena de componentes atávicos y guerreros y las manifestaciones histéricas que tal enfoque, muy fomentado y apoyado por los poderes mediáticos, conlleva.
Estoy seguro de que habrá aficionados al fútbol que disfrutan tranquila y racionalmente del puro espectáculo ofrecido por unos equipos bien pagados que ejecutan un mero juego ante los espectadores, pero dichos aficionados no parece que representen a la mayoría de los adeptos: las plazas públicas repletas de energúmenos vociferantes, los locutores de los eventos incitando a la desmesura dejándose las cuerdas vocales ante el micrófono, los propios slogans de aliento para obtener una victoria frente al enemigo (¡a por ellos!), que se insiste en vender como la obtención de una felicidad masiva para el país, convierten un simple espectáculo en algo más, con connotaciones no tan positivas como, a menudo, se pretende propagar hasta el hartazgo.
Última edición por Twist; 09/07/2010 a las 11:59
Una cosa, ¿la culpa de que haya una parte de incivilizados la tiene el fútbol o dichas personas? Es como esos en EE UU que culpaban a las películas de terror de haber cometido un asesinatoSpoiler:
Por cierto, se que no es lo mismo pero me acordé de ello mientras Charlie comentaba lo de que si hubiera hooligans de directores y actores pegándose unos contra otros. Cuando salió The Dark Knight miles de personas se pusieron a votar con 0 puntos a El Padrino I y II para bajarlas de la primera posición para poner ahí la última de Batman. No es lo mismo como dije antes, pero el borreguismo que demuestran si.
¡He utilizado el mismo jabón que tú, he terminado, y mi toalla no parece una puta compresa!
Los hermanos Joel & Ethan se apellidan Coen, no Cohen!!
Twist lo ha "clavao". Como siempre.
Fin de la discursión.
Saludetes.
La respuesta es obvia y aplicable a muchísimas otras cosas. El peligro está en otorgar carta de naturaleza al fanatismo o a la manifestación irracional, y llegar a defenderla como algo positivo y magnífico.
El fútbol en sí es un deporte y un espectáculo, como tantos otros, ni mejor ni peor que muchos. El problema estriba en sacralizarlo y en generar o alimentar conductas irracionales y exacerbar rivalidades que poco o nada tienen que ver con la contemplación de un simple juego, sea éste el fútbol o el parchís.
Los deportes de equipo son más propicios para despertar esos sentimientos tribales de los que habla Twist. Nadie se imagina que se pueda montar el paripé que se monta en los estadios de fútbol -banderas, tambores, bocinas, caras pintadas, gente haciendo la ola, insultando al árbitro o a los jugadores- presenciando una competición de tenis, golf, salto de pértiga o 100 metros mariposa, pero en el rugby o en el hockey sobre hielo es fácil de imaginar. La identificación de los espectadores con un equipo es mayor que en los deportes en los que se compite de uno a uno. Incluso en deportes violentos como el boxeo, los espectadores suelen exaltarse menos que con el fútbol.
Personalmente me gusta ver algún partido pero:
Hoy, viernes 9 de julio, informativo de Antena 3 TV:
20 minutos sobre el pre-partido con ambiente, celebraciones, pulpos, cangrejos y chorradas varias.
Después: Montoro sobre las cajas 1 minuto, publicación entera de la sentencia del TC sobre el Estatuto catalán 1 minuto, salud de Fariñas unos 25 segundos y, en este momento, 1 minuto sobre espionaje ruso-estadounidense.
Y esto, un informativo.
Por cierto, falta por emitirse la sección de deportes.
Una actualización: una noticia ha superado los 4 minutos. El relato sobre el encierro en Navarra de hoy.
Fútbol y toros.
Última edición por 31415926; 09/07/2010 a las 15:11
En el Telediario de la 1 ha ocurrido otro tanto. De hecho lo han abierto conectando con Sudáfica, luego han vuelto a conectar y han terminado con una laaaarga sección de deportes, pulpo vidente incluído.
Desgraciadamente, para aquellos que gustan del buen futbol y lo verdaderamene apasionante que puede llegar a ser, este tipo de hechos es lo que hace resucitar la vergüenza.
Sentimos de alguna manera el odio de aquellos que no comparten el gusto por este deporte, y bueno, se tiende a generalizar.
En fin.
Si gana España, habrá ganado un estilo que admira la mayoria de los futboleros. Un estilo que traen del Barcelona y que hacen amigos entre los no compañeros.
Entiendo lo que dices Kyle y, hasta cierto punto, lo comparto. He comentado que no sigo el fútbol, ni en general ningún deporte, pero este tipo de acontecimientos "puntuales" si que suelo verlos.
Por otra parte, aunque sé que lo sabes, que los telediarios abran con noticias alegres no implica que durante estos días no haya noticias preocupantes. No digo que no se pueda hacer un alto en el camino, pero después del mundial la gente dirá que el alto de vacaciones y después del alto de vacaciones llega el mundial de baloncesto y, otra vez, habrá que transigir un alto en el camino para celebrar lo buenos que son, que lo son, nuestros chicos del basket. Y entonces es cuando yo me pregunto: ¿un alto en el camino?, ¿un alto de que?, ¿del mundial?, ¿de las vacaciones?, ¿del basket?.
Las personas, sin duda.
Última edición por eltronjhon; 09/07/2010 a las 23:15 Razón: Burrada ortográfica
Por eso querido Charlie el fútbol es diferente, para bien y para mal, no te discutiré ni una coma del tema de la violencia, porque todo lo que dices es tal cual, ahora bien en este caso se rompen muchos tópicos negativos, si fuera una copa de Europa de Clubes los del BarÇa, los del Madrid o del equipo que fueran están más pendientes de fastidiar al rival contrario que de festejar deportivamente el triunfo, lo que nos lleva a las broncas y a las guerras callejeras que luego vemos en la tv, en este caso el sentimiento es de unión, porque el deseo (mayoritario) va en la misma dirección, el otro día cuando acabó el partido tuvimos que ir a casa de mi madre por razones que no vienen al caso, puedes imaginar como estaba la ciudad y en Santander tenemos fama de fríos, pitidos y gente en medio de la carretera, pero ni un solo incidente, insulto ni nada parecido y eso que más de uno estaba bien perfumao. Lo que quiero decir es que estos días mejor que nunca se pueden extraer conclusiones más positivas de lo habitual en este deporte y participar simplemente alegrándose no creo que sea nada pernicioso o negativo para nadie, porque te aseguro que jamás entenderé lo que bien explicas, insultar al árbitro fuera de si, a los contrarios y menos aún llegar a las manos por algo tan insustancial como es un partido de fútbol.
Aprovecho el quote de Twist para responder porque es la clave. Evidentemente, la culpa la tienen las personas, pero hay en el asunto un componente de manipulación intencionado.
La rivalidad entre equipos, MADRID-BARÇA, al igual que en política, PP-PSOE, o en nuestro pasado reciente de guerra civil, ROJOS-FRAQUISMO, y tantos otros campos que nos enfrentan, es absolutamente promovida desde arriba para aborregarnos y tenernos entretenidos.
No existe rivalidad para el que le gusta el futbol como deporte. Pero se busca el enfrentamiento. Enfrentamiento por ejemplo, entre hombres-mujeres (a diario nos enseñan muertes de mujeres a manos de sus maridos para que veamos la separación de géneros como algo lógico y normal).
Enfrentamiento entre tu equipo y el contrario, que genera VIOLENCIA. Violencia verbal, siempre, violencia física a veces. Pero en definitiva, un estado de euforia/cabreo que altera a las personas y las dispersa de dónde deben permanecer.
Esa es la clave. Y para ello hay una cantidad ingente de dinero puesto para ese fin.
Con el desastre de pais que tenemos, en cuanto a productividad y económicamente hablando ¿es lógico tener los clubs más caros del mundo?
¿Qué se esconde detrás de todo esto si no hay dinero ni para pagar nóminas?
http://www.20minutos.es/noticia/7572...elona/credito/
¿De verdad cree la gente que se trata sólo de deporte? ¿Por qué la gente no se da cuenta y se dejan arrastrar por los que promueven el aborregamiento?
Última edición por difett; 09/07/2010 a las 19:43
Tu lectura es correcta pero no la única. El problema de identificación de algunos aficionados con su equipo es lo que cambia el concepto, lo que hace que un espectáculo que debería ser un poco menos dependiente de los colores, cuyo placer debería extraerse de las estrategias puestas en juego, de la habilidad de los intervinientes y de la peculiar estética de un partido, se convierta más bien en un enfrentamiento entre contrarios, en una batalla incruenta entre dos ejercitos que, para algunos, es percibido como un conflicto en el que están representados por los jugadores y donde lo que cuenta es simplemente ganar.
Los tópicos negativos a los que te refieres se hacen realidad cuando la rivalidad es entre equipos del mismo país. En la presente situación, como tantas veces se ha estudiado desde la sociología, se produce una masiva unión contra el enemigo exterior. Y de ahí tanta bandera nacional y tanta reafirmación de la españolidad en algo que, tratándose de un espectáculo, debería apelar más bien al placer del buen juego contemplado, sea cual sea el equipo que lo lleve a cabo, su nacionalidad o su hipotética representación.
Y no discuto que el deseo mayoritario sea que gane "la roja", y no que gane el equipo que mejor juegue. Lo que no me parece de recibo es la invasión en todos los ámbitos de lo que sólo es un encuentro deportivo, no una cuestión trascendental o con importantes consecuencias (excepto para las nóminas de los futbolistas). Ni que se emplee contínuamente el plural mayestático ("todos somos la selección"). Ni que se utilicen argumentos como los que se están escuchando en los últimos días sobre el resarcimiento sobre la injusticia y la humillación inmerecidas que han sufrido los españoles durante los mundiales anteriores (?!). Y las manifestaciones multitudinarias que se están viendo, ese fenómeno de identificación personal con unos jugadores profesionales, parecen más bien un exceso cuando se está hablando simplemente de un partido entre dos equipos, que puede ser vistoso, espectacular, meritorio, etc, pero cuya trascendencia y representatividad efectiva no excede de noventa efímeros minutos de juego.
Última edición por Twist; 09/07/2010 a las 20:08
Efectivamente Twist tienes toda la razón, por todo eso hace mucho que el fútbol me importa un pimiento, especialmente a nivel de equipos donde todo lo negativo sale a relucir cada fin de semana, mezclan hasta la política que en mi opiión es lo más bajo en lo que puede caer un deporte, de alguna manera esto representa un paréntesis, en que esos aspectos son más tranquilos y quedan en un segundo plano, en este caso yo sólo quiero ver un partido de fútbol como un evento deportivo en el que España puede ganar y dejar una buena imagen deportiva, nada más.
Conviene reflexionar sobre la antigua aunque siempre vigente expresión panem et circenses, que hoy podriamos traducir como "birra y fútbol".
El otro "mundial" de Suráfrica:
Fuente: http://www.attac.es/el-mundial-de-las-desigualdades/Iniciado por www.attac.es
Los madrileños, afortunadamente, nos quedamos sin olimpiadas.
Aunque estas reflexiones exceden de las consideraciones que venimos haciendo acerca de la polarización informativa, la identificación avatariana de muchos aficionados con los futbolistas y la histeria colectiva realimentada, nunca viene mal ampliar la perspectiva de estos acontecimientos programados por organismos supranacionales. En el mismo sentido que el artículo anterior:
"Tiene un precio estimado de 6.000 millones de euros lo que se ha gastado el país en ponerse a punto para el Mundial. Una cifra que para muchos es desproporcionada y que tendría que haber sido invertida en otras necesidades más urgentes, como la salud, la educación o aliviar la extrema pobreza que padece el 40% de los sudafricanos.
Este debate está ahora mismo más abierto que nunca en el país y cada vez más voces se cuestionan si no se podría haber hecho un Mundial diferente. “No se puede exigir a un país en vías de desarrollo las mismas infraestructuras que a uno europeo –opina el documentalista Craig Tanner– y Sudáfrica podría haber hecho el Mundial en sus estadios preexistentes y dedicar estos fondos a necesidades más acuciantes”.
Muchos sudafricanos hicieron la misma reflexión que Tanner y ahora se preguntan si la FIFA es un “socio fiable” a la hora de llegar a acuerdos. Hay que tener en cuenta que una gran parte de la factura se debe a las condiciones impuestas por el organismo internacional. Un ejemplo: el estadio Green Point de Ciudad del Cabo tuvo que ser construido de nuevo –a un coste de casi 60 millones de euros– porque la FIFA consideró que el campo que ya tenía la ciudad quedaba demasiado cerca de los barrios marginales. “Mil millones de espectadores no pueden ver pobreza a esta escala”, se escribió en uno de sus informes.
Pero la FIFA no se ha olvidado de sus cuentas de resultados y ha exigido al Gobierno sudafricano exenciones de impuestos, tanto para ella como para sus empresas asociadas. El servicio de Tasas Aduaneras calculó que sólo hasta el mes de abril el país perdió unos diez millones de euros por la importación de bienes relacionados con el Mundial libres de cargas. Los acuerdos también incluían la cesión de jets privados, limusinas, coches, chóferes, descuentos en hoteles y billetes de avión y reservas de habitaciones médicas. Toda una serie de condiciones que han provocado que este organismo haya llegado a compararse con un “poder colonial”.
“El Mundial profundiza la inserción de Sudáfrica en el sistema globalizado, un modelo que beneficia a los más ricos y perjudica los más pobres –según el profesor de economía Patrick Bond– y esto sin contar con el peligro de padecer una explosión de la deuda. Se calcula que una buena parte de culpa de la actual situación griega se debe a la factura de los Juegos Olímpicos de 2004”. Y Sudáfrica ya parte con una deuda externa de 60.000 millones de euros.
(Fuente: http://www.rebelion.org/noticias/opi...l-mundo-109416 )
Aunque no al 100%, sí, yo también comparto en buena medida lo expuesto por Twist.
Evidentemente, no hay nada malo intrínsecamente en el fútbol como juego, deporte o espectáculo.
Sin embargo, en su concepción y manifestación actual, concentra y ejemplifica algunos de los peores rasgos del ser humano como individuo y como colectivo. ¿Por qué precisamente el fútbol y no otro deporte? Estoy seguro de que hay alguna explicación histórica, pero confieso que se me escapa.
Como dato anecdótico pero significativo, yo vivo en EE.UU. desde hace unos años, ¿y sabéis una de las críticas al soccer que más se han oído estos días en los medios por aquí? La forma tan sucia, fea y falsa en que se juega, y lo habitual y asumido del engaño por parte de los jugadores, las autoridades y los espectadores.
Se podrán decir muchas cosas malas de los yankees, muchísimas, pero les choca sinceramente que esos elementos formen parte de un deporte, donde se supone que debería primar el deseo honesto de ser el mejor, antes que el vencedor a cualquier precio.
Eso no es casual, y dice mucho de por qué el fútbol es lo que es en Europa, y por qué en USA no hay ningún equivalente, nada parecido; aquí el baseball, el basketball, el hockey sobre hielo y el football americano se siguen con una devoción que convierte a sus jugadores poco menos que en semidioses, pero tanto ellos como los aficionados se comportan por lo general de forma mucho más limpia y civilizada.
Si un jugador pretendiera ganar a base de engaños, fingiendo faltas, por ejemplo, perdería el apoyo de la afición, y los primeros que lo mirarían mal serían sus propios compañeros.
En cambio, en España –y en Europa por extensión– los aficionados jalean ese tipo de guarradas, y les parecen lícitas y hasta divertidas, con tal de obtener ventaja.
Insisto en que eso dice mucho de cómo se vive el fútbol y lo que significa.
Por no hablar de lo públicamente que se alegran los equipos cuando se libran en los sorteos de enfrentarse a los rivales más peligrosos.
Desde luego, ese tipo de actitudes no tienen nada que ver con el deporte, pero son las que priman en el fubol.
Última edición por Roy Batty; 11/07/2010 a las 00:33
joer estoy alucinando...vaya panda ¡¡¡ os debe doler la cabeza a menudo
siempre analizando todo....dejaros llevar leches ¡¡¡¡
ESPAÑA ESPAÑA RA RA RA
LA ROJA VA A GANAR ESTE MUNDIAL ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Spoiler:
No te quejes, que, si estás en Madrid, ya he visto que los responsables políticos de la ciudad, con esa preocupación que les caracteriza por todas las manifestaciones culturales y todas las reivindicaciones sociales, van a cerrar la Gran Vía para que podáis desfasar y dar rienda suelta a vuestro fervor patriótico en las calles, que es de lo que se trata, ¿no?
bah, en EEUU, como en Europa y como en todos lados, el deporte está amañado.
No, los que parecen animatrónicos son algunos forofos. Lo del pulpo no pasa de ser una superstición, una anécdota indicativa de cómo va la racionalidad del personal. Al final se aceptará realmente el pulpo como animal de compañía. No sé cómo las tiendas de mascotas no están ya abarrotadas de acuarios con pulpos y urnas de votación para que el cefalópodo de la familia vaya adivinando el porvenir y señalando la decisión más acertada.