Ante la preocupante falta de temas “audiófilos” en el foro, aquí dejo esta "chapa" para quien la quiera leer.
Allá por los años 80 conocí a lo que en la actualidad es Studio 22, que dedicaba una buena parte de su actividad a la construcción artesanal y venta directa de cajas acústicas, basadas en los celebérrimos altavoces –por aquel entonces- de la holandesa Miniwatt, sección de componentes de Philips, unos robustos y nada caros altavoces que para hacerlos sonar bien había que devanarse los sesos con el filtro divisor.
Yo me fabriqué unas cajas HUM con aquellos altavoces y un filtro de Beyma que modifiqué, pero no conseguí que sonaran como las de Studio 22 por culpa del jodido filtro, al que no conseguí ajustar para aquellos altavoces, sobre todo para el maldito tweter T0160 –celebérrimo por entonces- bien jodido para meter en vereda.
Pero con el paso del tiempo, le perdí la pista a Studio 22. Por motivos que no vienen al caso, durante unos días me ha tocado visitar asiduamente una clínica sita en las cercanías de Studio 22 y una tarde decidí hacerle una visita al amigo Jesús, una vieja gloria de la Hi-Fi madrileña, con la sana intención de escuchar las que se dice son fabulosas cajas, su modelo Ambiente 6, muy en ”línea Avalon”, pero las tenía agotadas hasta dentro de un mes, aproximadamente.
En su lugar, se ofreció a mostrarme las M18 -creo recordar- con un acabado en madera natural que quita el hipo, en un diseño de dos vías, tipo columna. Frente a mí se encontraba una batería de lectores, amplis integrados, previos y etapas de potencia de la británica Exposure, muy minimalistas y bonitos ellos, sin apariencias esotéricas ni musculosas. Y durante las más de dos horas que estuve allí, sucedieron muchas cosas.
Pero ante todo, ¡Oh cielos, como suenan las condenadas! No emplearé los clásicos adjetivos para definir a la cosa, solo diré que quien pretenda gastar 1.650 euros en una pareja de cajas y no escuche esas M18, está loco de remate pues no sabe lo que se puede perder. Mi bestia negra con la inmensa mayoría de cajas actuales, son unos agudos chillones por culpa de unos tweter inadecuados, salvo honrosas pero caras excepciones. La calidad de ese altavoz es determinante en una caja acústica. Pero ¡qué agudo el de las benditas cajas....! ¿Y el grave? ¡Oh, oh, oh, me pierdo...! con una zona media como la que se suele escuchar en alta gama. Jesús no me ofreció comisión alguna, :( pero pasaros por allí los de Madrid y alrededores y luego nos comentáis.
Hasta aquí, la seria recomendación que cito en el asunto del post. A continuación, "las otras hierbas"
Jesús es un tipo muy especial, muy de la antigua guardia, para quien una buena caja tiene que moverse con muy pocos vatios, no más de 40. Según él, la caja difícil es sinónimo de mal diseño y como un ejemplo utiliza los mejores altavoces de ScanSpeak/Vifa que montados en otras cajas requieren amperios por un tubo, mientas que las suyas se mueven casi soplando.
Al señalarle con el dedo el doble cableado de las cajas, me confesó como alguien a quien han pillado “in fraganti” –los entrecomillados que siguen solo son la esencia de la conversación- “Debo decirte que las estás escuchando biamplificadas en pasivo con esas dos etapas”. Y señaló dos pequeñas “cajas plateadas” de las que no me indicó su potencia, pero por su aspecto minimalista no tendrían más de 70-80 vatios cada una. Luego, conectó las cajas solo a una de las etapas, es decir, de forma convencional y me dejó escuchar, pero sinceramente las diferencias que pudieran existir pasaron prácticamente inadvertidas para mis orejotas. Quizá algún matiz... si... pero no.
Visto mi escepticismo, me comentó: “Ahora vas a escuchar lo mejor”. Ante tal aseveración y luego de que el bueno de Jesús "toquetease" en la trasera de algunos cacharros, me dispuse a entrar en el Walhalla, en el paraíso, en la mansión de los dioses. Siempre con la misma música de Strawinsky, cual fue mi sorpresa al escuchar a toda la orquesta casi “amontonada” entre las dos cajas -para mi gusto demasiado separadas en las escuchas anteriores- que sinceramente no sabía que decir, puesto que esperaba que la cosa iba a superar a todo lo que había escuchado allí.
Y le comenté: “No me gusta la imagen sonora que da esto”, por lo que ante mi cara de póker, me aclaró: “Hasta ahora has estado escuchando una combinación de previo y etapas de 4.000 euros y ahora te he puesto un sencillo integrado de 700, solo para que vieses como mueve a las cajas”
Y yo me flagelé mentalmente
Ante mi duda respecto a una posible falta de chicha del integrado para mover las cajas, aquél le dio caña al potenciómetro del integrado y Strawinsky atronó la sala. No, no era problema de amperios.
Perdón por la “chapa “ y un saludo.