Hola a todos
Las expectativas que nos han creado Magnun y Guser, con el famoso tema de las cajas chinas eran bastante altas, pero desde luego todo lo que yo conocía del tema era lo que se había sabido a través del foro, donde había opiniones de todo tipo, incluidas las de que tenían mucha fachada, pero a la hora de la verdad, no sonaban bien. Con esa incertidumbre me aventuré junto con el forero nuwanda, a comprobar in situ que dan de sí esas cajitas. Desde un primer momento, me decanté hacia la serie diva, por el precio y por lo que había leído de ellas en alguna review. Quizás el error, como decía nuwanda fue probar directamente las diva 6.2, ya que luego todo nos sonaba “peor”.
Desde luego, a nivel constructivo, las 6.2 (y todas las cajas, la verdad), cumplen perfectamente; simplemente los 35 kg/unidad, ya dicen bastante, y tienen un tamaño que impresiona; el acabado es bueno y transmiten mucha calidad. Pero vamos con lo que importa: El sonido. Las probamos en una sala de unos ¿25? metros aproximadamente, donde teníamos a nuestra disposición unas Diva 6.2, atacadas por un Marantz de gama alta, y un reproductor multiformato del mismo pelo. Lo bueno es que el mismo reproductor estaba alimentando a la 2ª electrónica, que atacaría las cajas que nos servirían de comparativa, y que siendo de una prestigiosa marca y con un precio que supera 3000 eurillos se moverían con el previo tope de gama de Rotel (1098) y la etapa “top” de la marca, la 1090. Los cables eran de conocidas marcas y alta calidaden ambos casos
El disco de pruebas que teníamos incluía cortes de Diana Krall, Vonda Shepard, The Coors, Maroon 5, un corte orquestal, y uno exclusivamente de piano. Como veis los estilos son radicalmente diferentes.
A los 20 segundos de empezar a sonar, yo dije: “Esto es una pasada, una auténtica pasada”. Sencillamente era increíble. Unas cajas de 1500 euros no podían sonar tan bien. Los sonidos fluían rápidos, nítidos, absolutamente diferenciados pero compenetrados. La escena sonora era amplísima, profunda, con mucho peso, pero lo más importante; era real. Pero real real. El piano no es que sonara bien; estaba ahí; sin más. Es que lo veías, joder. Que decir de las voces. También estaban ahí, perfectamente integradas con los instrumentos, con unos matices que nunca había escuchado, que en todo momento emocionaban. Además todos los estilos de música eran reproducidos perfectamente. Creo que los adjetivos se quedan cortos; hay que estar allí y sentirlo. Llegó el momento de compararlas con las otras cajas, y aunque en mi opinión sonaban bien, no transmitían la misma sensación que las diva, que tenían algo especial que las hace superiores, hay una mayor credibilidad de la escena sonora, y una mejor integración de todos los instrumentos. No había ninguna duda de cuales fueron las elegidas por todo el mundo. Las diva 6.2 son un lujo de cajas a ese precio. Realmente toda la serie diva tenía un sonido similar, con más peso las 6.2 y con menos las 4.2, estando en medio las 5.2. El resto de cajas que probamos de la marca, también tenían buen sonido, pero en algunos casos adolecían de falta de rodaje.
Desde luego animo a toda persona que tenga intención de mejorar sus cajas, de que pruebe estas maravillas chinas que quedará gratamente sorprendido.
Como curiosidad, pudimos contemplar en acción un proyector DLP, con triple chip, y que era un auténtico escándalo y un placer para los sentidos –dejando aparte su precio estratosférico-, y que espero sea una tecnología que se implante poco a poco y esté al alcance de todos los bolsillos, porque los resultados son increíbles.
Por otro lado agradecer tanto a los foreros magnun y guser, como a toda la gente de Casa y Cine, el trato recibido, y que nos hizo sentir como en nuestra propia casa.
Saludos.
Javier.