Sólo quería ser faltoso , he nombrado a Miller y la screwball comedy para incidir de que está lejos de la tónica del ambiente fantasmogótico del film a lo que se refiere la música, y el ser intrusiva es mi principal queja. O sea, en dichas escenas, en diálogos que supuestamente deberían ser intensos, la música actúa en mi como un auténtico anticlimax.
Dicho eso, adoro Chattanooga Choo Choo!!!
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Glenn Miller lo petó literalmente en las listas americanas entre 1939 y 1944. Vino a dar un vuelco al mundo de las bandas de música, que tanto éxito tenían durante bastante tiempo allí.
Pongo este Imagination, de 1940, que suena muy bien. Fue número 1.
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Rebeca (Rebecca, Alfred Hitchcock, 1940)
Acabamos de volver a ver Rebeca, después de varios años, y sigue gustándome mucho.
Como es la quinta o sexta review, esta vez hago de Alex y paso de sinopsis (cosa que me agradeceréis) para mostrar algunos puntos que me parecen interesantes:
- La introducción con la voz en off de la última señora De Winters me parece un acierto completo. Esa presentación que nos hace de la que fue su casa durante una época, en ese momento ya muy distante en el tiempo, se mueve perfectamente entre lo nostálgico y lo tenebroso. Sentimientos que, de hecho, se repetirán durante casi todo el metraje.
- El carácter de los personajes, así como su distinta procedencia, enriquecen esa nueva unión. No tanto en su idilio francés, sino cuando llega la realidad de Manderley.
- Manderley es un personaje en sí mismo. Es una cárcel en forma de castillo inmenso, sobre todo para una señora de Winter a la que le cuesta horrores "hacerse con la casa".
- A ello no contribuye, desde luego, la señora Danvers, la ama de llaves de la fallecida Rebeca y una de las principales responsables de que la primera señora De Winter siga "viviendo" en la casa y en las mentes de todos.
- Es verdad que la película es muy Selznick, porque el productor sabía mucho de hacer cine y eso se ve en la preocupación absoluta en seguir el guión. Sin embargo, a Hitchcock se le debe la riqueza en matices de algunos personajes principales, que le importaban más incluso que la propia trama.
- Esa es una de las cosas que ahora, después de muchos visionados, he llegado a entender. La nueva señora De Winters no se adapta, la señora Danvers (con su obsesión por Rebeca) no la ayuda en absoluto y tampoco Max, el marido, pues vive atormentado por una pérdida de la que se siente culpable.
- Tengo que hacer un inciso. A mí sí me ha encantado la música de Waxman. Creo que es bellísima y hasta en los escasos momentos en que (reconozco) llega a ser "abusiva" sigue siendo preciosa. Consigue captar el alma de los personajes, y marca el ritmo de la acción, del drama de una manera muy sobresaliente.
- La fotografía de George Barnes, que fue premiada con un Oscar (el otro ya sabemos que fue a la mejor película, para Selznick) es absolutamente soberbia. Me encanta el despliegue de maestría en las escenas en las que juega con las luces y las sombras, y de esas hay muchas en Manderley. Esos primeros planos de los rostros, o esa cámara que se acerca al personaje cuando inicia el movimiento son espectaculares.
- Hay escenas icónicas, y en casi todas ellas aparece Manderley y la señora Danvers. Una de ellas, la presentación de la habirtación de Rebeca a la nueva señora es profusa en detalles, y pasamos magistralmente en la mente del personaje de Fontaine, de "quiero saber qué hay allí" a "no, no me cuenten más, quiero irme de aquí".
El momento de sugerencia de la señora Danvers a la nueva señora De Winter de cómo puede aliviar su angustia, mirando al suelo desde la ventana es tremebundo. Horror puro.
El momento "vestido que me recuerda a" sugerido por Danvers muestra la maldad de esa señora
Y el final, del incendio y la señora Danvers dentro, parece cerrar todo un círculo y ha quedado para la historia.
- Me gusta, y es algo que no recordaba, la transformación de la nueva señora De Winter, que deja por fin atrás esa timidez y esa amargura, para sobreponerse y decir "aquí estoy yo": "Yo soy la nueva señora De Winter", que le dice a la señora Danvers, frase magnífica para poner las cartas sobre la mesa. Además, el cambio en la forma de vestir, y cómo gana seguridad, son indicativos de ese cambio.
- Hay otra escena, en la que Max destapa todo el asunto, tras el hallazgo del cuerpo de la difunta en aquel barco hundido, en que de manera muy meritoria, se nos muestra los últimos momentos de Rebeca, mientras discutía con su esposo en aquella cabaña, donde tantas alegrías se había dado con otros hombres, entre ellos su primo. Sin mostrárnosla, parece que vemos, con el movimiento de la cámara, la viva imagen de ella.
- En definitiva, una historia que se mueve entre la devoción, el misterio, la culpa y el miedo. Un cocktail muy sugerente y bien elaborado.
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A ver si te prodigas más con los comentarios, tomaszapa. En esta fase de la filmografía de Hitchcock ya no tienes excusa.
Cierto, no tengo excusa. Habrá alguna semana que no cuente, porque hay alguna que otra que no tengo (las que menos me gustaron de siempre, como Atormentada o El proceso Paradine). Pero de las otras, volveré a verlas, que como ayer, fue un ejercicio muy interesante.
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Tengo especial interés en ver su segunda incursión en el Technicolor, la tantas veces denostada ATORMENTADA, ahora que disponemos de una espléndida copia en BD. Recordemos que Sir Alfred no volvería a usarlo de nuevo hasta 1954 con CRIMEN PERFECTO (uno de mis guilty pleasures, como diría la querida amiga Olsen).
- Bueno, en realidad, rodada en WarnerColor -
Última edición por Alcaudón; 15/10/2019 a las 20:56
Creo que tanto ATORMENTADA como EL PROCESO PARADINE son películas que me gustaría reivindicar desde este modesto rincón, especialmente la segunda, dado que la primera ha sido una obra difícil de visionar, al menos en una copia decente.
Creo que aunque Gregory Peck se convertiría en un espléndido actor no era el más idóneo para un director como el británico y desde luego era demasiado joven para encarnar al protagonista en EL PROCESO.
Aquí Hitchcock volvió a coincidir con Laughton pero creo que todos coincidiremos en que tanto él como su esposa, la "novia de Frankenstein", son uno de los grandes aciertos de la película.
RECUERDA, otro título bajo la égida de Selznick, también me ha parecido siempre muy irregular pese a la presencia de una bellísima Ingrid Bergman.
Creo que confundes dos películas de juicios, querido Alcaudón. La novia de Frankenstein, o sea Elsa Lanchester, comparte reparto con Laughton en Testigo de cargo, de Billy Wilder. En la de Hitchcock, la esposa de Laughton es Ethel Barrymore.
Eso sí, la novia de Frankenstein era la esposa de Laughton en la vida real.
Por cierto, una actriz a reivindicar... (Elsa Lanchester, digo), espléndida secundaria casi siempre o mismamente siempre.
Me traicionó el subconsciente.
O tal vez porque siempre he considerado a TESTIGO DE CARGO como el mejor título hichtcokckiano no dirigido por él.
De todos formas me ratifico en que tanto Laughton como Barrymore están inconmensurables.
Respecto a "El proceso Paradine", supongo que podremos hablar más sobre la película cuando toque, pero siempre he estado pendiente de poder ver la versión de 132 minutos en lugar de la de 114', que es la que suele estar disponible.
No sé qué ocurre con ese metraje aparentemente desaparecido y que raramente se menciona (excepto en las fichas filmográficas).
¿Por qué se cortó y dónde está ese metraje?
Última edición por Twist; 16/10/2019 a las 13:06
Buena pregunta, y eso que es un Hitchcock, no es un director cualquiera, es el maestro del suspense... no sé que ocurrirá con los propietarios de los derechos, pero no hay manera de ver el metraje completo de esta película... que por cierto, iba a protagonizarla Greta Garbo, en el papel que luego haría Alida Valli... ahí es nada...
En imdb se lee esto:
"When Sir Alfred Hitchcock delivered the completed movie to the studio, after a Hitchcock record of ninety-two days of filming, it ran almost three hours. This rough cut was initially trimmed to two hours and twelve minutes, which was the version screened for the Academy of Arts & Sciences. In this version, Ethel Barrymore can be seen as the half-crazed wife of Lord Horfield, which explains the Oscar nomination for her performance. (There was apparently a brilliant museum scene where Lady Horfield requests Anthony Keane to save Mrs. Paradine, and another scene where Lady Horfield tries to hide her coughing from her husband.) Producer David O. Selznick subsequently cut the film to two hours and five minutes, and then to its present length of one hour and fifty-four minutes, in which Barrymore's screentime totals about three minutes. In 1980, a flood reputedly destroyed the original, uncut version, making the restoration of the cut scenes unlikely, although it has been reported that some of these cut scenes reside at the George Eastman House in Rochester, New York."
Ciertamente yo casi no recuerdo a Ethel Barrymore en esta película...
Añado un anexo a mi review de Rebeca.
- Desde ya digo que, si no en el top-5, si estaría en un sexto o séptimo puesto en mi orden de preferencias o gustos de la filmografía de Hitch.
- Que hubo alguna crítica (no hubo demasiadas) que no gustaba de la inexperiencia de Joan Fontaine para el papel. Yo digo que todo lo contrario. Y Hitchcock también lo creía. La inseguridad, propia de esa falta de experiencia, que mostraba la Fontaine ante este enorme reto, era lo que buscaba en todo momento el director.
Además, procuró aislarla del resto de reparto, para que se sintiera aún más desplazada a la hora de meterse en el personaje de la nueva señora De Winter.
Es más, se sabe que Hitchcock fue muy paciente porque repitió muchas escenas porque buscaba la perfección en una Fontaine que, por momentos, se le atragantaba el papel.
- Rebeca es una película que me ha dado que pensar o reflexionar bastante. Añado a todo lo dicho que el meollo de la historia es que es muy difícil (por no decir imposible) luchar o rivalizar contra una mitificación, contra un personaje idealizado.
Y no solo es la omnipresente señora Danvers la que impulsa esto, sino todos (a veces sin querer). Pensemos en la escena maravillosa en la que Fontaine ayuda a pegar sellos al hombre de confianza de Max. Ella le dice: "solo una última cosa: ¿Cómo era realmente Rebeca?" Y él, con un aplomo o firmeza rotundos le dice: "Rebeca era la criatura más bella que ha existido". El personaje de Fontaine queda desolado
- Por eso solo cuando Rebeca se hace carne, cuando encuentran su cadáver, es cuando se hace terrenal y aparecen sus "defectos" y "debilidades". Es ahí cuando la nueva señora De Winter toma impulso para arriba. Porque ya puede luchar de igual a igual.
- Y eso me lleva a un conclusión final, que se puede trasladar a nuestra propia vida: cómo el tiempo y los recuerdos desvirtúan una realidad pasada.
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La presencia de la Barrymore en la versión disponible es muy reducida, aunque excelente. Sirve de contrapunto a un personaje tétrico y temible como es el juez que encarna Laughton. Se habla mucho de la visión crítica, incluso burlona, de la policía que da Hitchcock en sus películas, pero yo diría que la que suele dar del mundo de la llamada "justicia" es todavía más ácida.
De hecho, ya antes, después de la exhibición que Mrs.Danvers hace de la habitación de Rebecca, la segunda Mrs.de Winter cambia de actitud y dice aquello de "Yo soy la señora de Winter ahora". Y es que se da cuenta que Mrs.Danvers es un ser enfermizo, enloquecido, y que o se espavila o lo tiene crudo, porque del alelado de Max poco puede esperar. Aunque aparenta ser una mosquita muerta, yo creo que en el fondo el personaje de Joan Fontaine tiene más redaños de los que parece. Recordemos que la historia la cuenta ella, aunque Hitchcock (o Selznick) no fuera coherente en su totalidad.
Cierto, y de hecho, es el principio del remonte del personaje de Fontaine. Yo mismo la remarqué como una de las escenas favoritas y clave del film. Y desde luego que dentro sí lleva ese coraje que hace que venza a la imagen idealizada de Rebeca y recupere de paso, a su marido. Y también había recuperado Manderley. Lo que pasa es que, tras la llamada de advertencia del primo de Rebeca, la señora Danvers, no queriendo que nadie más sea feliz allí, hace desaparecer todo, incluida ella misma.
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