El Ring (
The Ring, 1927)
Aligero el comentario para no caer en reincidencias con lo ya dicho. Estamos que
The Ring es el primer film de Hitchcock en el que aparece acreditado como guionista en solitario, aunque se le atribuye participación tanto a Eliott Stannard (guionista en todos sus films anteriores) como a Walter C.Mycroft (autor de la historia que Hitchcock llevaría a continuación a la pantalla,
Champagne), además de a Alma Reville. Además, se trata de su primera película producida por la British International Pictures (BIP), con John Maxwell como productor, después de cinco películas con la Gainsborough y producción de Michael Balcon. La cuestión es si la libertad formal que muestra la película se debe a un menor control creativo por parte de la nueva productora, al hecho de trabajar en un guion propio y original, sin partir de una obra de teatro o una novela preexistente, o si simplemente es que Hitchcock ya había alcanzado un alto grado de madurez cinematográfica.
Sea como sea, y a pesar de lo que ha dicho el amigo Alex,
The Ring me parece su mejor película muda y una de las mejores de su época británica. Y todo ello sin tratarse, temáticamente hablando, de un film fácilmente reconocible como hitchcokiano, puesto que estamos ante un drama romántico (ya he dicho que yo no lo consideraría un melodrama, pero esta categoría es muy escurridiza), alrededor de un triángulo amoroso, el que forman: un boxeador de barraca de feria, “One Round” Jack (Carl Brisson, sólido en su interpretación y convincente como boxeador... ya que lo había sido);
su novia primero y esposa después
(Lillian Hall-Davies, actriz con innegable chispa), “The Girl” según los créditos, no recibiendo nombre alguno durante toda la película, a pesar que en algunas fuentes sí la bautizan (Mabel en imdb, o Nelly en el libro de Truffaut),
y Bob Corby, el campeón australiano (Ian Hunter una vez más, actor que da el tipo tanto en los momentos dramáticos como en la comedia sofisticada, como ya vimos en
Downhill).
Empecemos por el título. Ya lo ha apuntado Alcaudón. ese “ring” polisémico tanto puede referirse al cuadrilátero (donde los protagonistas se disputaran el amor de la mujer, además de ser su lugar de trabajo); el anillo, que une en matrimonio a “One Round” Jack y a la chica; o el aro, el brazalete en forma de serpiente, que Bob le regalará a ella.
Hitchcock, muy de acorde con los tiempos, nos sitúa inicialmente la acción en una feria, aunque sin forzar la nota expresionista. Una de las atracciones nos brinda un apunte racista: un negro cae al suelo cuando se acierta en una diana con unas pelotas, aunque unos niños prefieren acentuar la humillación tirándole unos huevos, ante la divertida reacción del policía (los "pigs" nunca salen bien parados en las películas de Hithcock).
Pero Bob tiene otros intereses, la chica que vende las entradas para el espectáculo de boxeo, con la que inicia un coqueteo bajo la mirada celosa de Jack.
El espectáculo consiste en que el público, voluntariamente y para ganar un premio en metálico, combate con boxeadores de medio pelo, entre ellos Jack, al que llaman “One Round” porque sus adversarios no pasan del primer asalto... salvo en el caso de Bob, que acabará derrotándolo en el cuarto. Algunos de los recursos visuales que utiliza Hitchcock nos pueden recordar cosas ya vistas con anterioridad, por ejemplo cuando uno de los aspirantes a derrotar a Jack se imagina su destino... y ve boxeadores por todas partes:
Alcaudón ya ha resumido este segmento, donde sale a relucir la buena mano de Hitchcock para los detalles humorísticos, en esta ocasión focalizados en el entrenador (un tanto patético) de Jack, Gordon Harker. También hay un momento, este sí, para un cierto guiño expresionista, en esa secuencia nocturna en que Bob le regala el brazalete a ella y se besan en la oscuridad, bajo la atenta mirada de la pitonisa. Ese beso, como tantos otros en el cine de Hitchcock, está filmado de una manera poco convencional, en un montaje de cuatro planos, los tres primeros de acercamiento, y el final volviendo a la situación inicial.
Hitchcock sabe transmitir la intensidad de un beso con la manera de filmarlo, lo cual denota un erotómano de buena ley, quizá uno de los más brillantes de la historia del cine.
La boda de Jack con la chica tiene un claro tono de comedia, que casi nos emparenta el film con la mítica
Freaks de Tod Browning. Siamesas, enanos, gigantes, y una vez más el personaje de Harker, en clave claramente humorística, cuando confunde el anillo con un botón, o cuando lo vemos hurgándose la nariz, o más tarde cuando se visualiza su borrachera con las imágenes deformadas.
Fijémonos que Hitchcock va a jugar durante toda la película con las formas circulares (como con las espirales en otro film bien conocido): el significado de “ring”, el anillo, el brazalete, el botón, y también anteriormente, el tambor inicial, la diana de la atracción, las entradas del espectáculo o las cartas de la pitonisa, como después las copas de champán, el gong del combate, los relojes o el cubo de agua.
Me detengo en algunos detalles visuales. Por ejemplo, cómo desahoga sus celos Jack con un
punching ball donde vemos la cara de Bob.
La evolución de la carrera de Jack se muestra con el cambio de su posición en los carteles, como ya ha señalado Alcaudón, algo que se ha vuelto a utilizar en multitud de ocasiones. La vida de Jack y su mujer han cambiado: ahora viven en un elegante apartamento y celebran frecuentes fiestas, algo que incomoda al celoso Jack que imagina a su mujer en brazos de Bob:
La sala donde celebran la fiesta ofrece una magnífica imagen nocturna de la ciudad a través del ventanal del fondo, algo que me recuerda a
La soga:
Nos acercamos al desenlace: cuando Jack vence el que ha de ser su combate previo al campeonato mundial, celebra una fiesta en casa, pero su mujer no aparece: está con Bob. La decepción y humillación que eso le supone, ante sus viejos amigos de la feria, está espléndidamente contado por medio de las copas de champán o la presencia del cuadro de Bob sobre el piano, lo que sirve al entrenador para poner en antecedentes a sus colegas.
Cuando finalmente llega la mujer, asistimos a una violenta escena conyugal, en la que Jack destroza el vestido de la esposa, lo que deja a la vista el brazalete. La chica huye con la foto de Bob en brazos.
Después de una escena en el club donde se encuentra Bob, al que Jack tira una copa de champán a la cara y lo golpea, la suerte queda echada: se enfrentarán en el ring, no tanto por un campeonato de boxeo como por el amor de una mujer.
La secuencia final, situada en un Royal Albert Hall, en parte de atrezzo (se ven claramente unos fondos pintados), nos lleva al clímax, un combate que dura unos 7 u 8 minutos, de gran tensión, y que no tiene mucho que envidiar a grandes combates cinematográficos posteriores. No sé si se habían hecho muchos films de boxeo con anterioridad, pero este parece sentar las bases de todo un subgénero como es el de los combates entre púgiles, incluido el suspense del conteo del árbitro (en una ocasión, con Jack en la lona, creo que llega a contar hasta nueve y entonces suena la campana). Como ya ha destacado Alcaudón, el brazalete volverá a aparecer, lanzado al suelo del ring por la mujer y retornado a Bob en su vestuario. Al final, el “ring” que triunfa es el del anillo matrimonial, algo que se intuye cuando vemos reflejado el rostro de la chica en el cubo de agua del ring.
Excelente ejercicio visual,
The Ring, insisto, me parece un film magnífico, que recuerdo haberlo visto por primera vez en uno de esos programas para cinéfilos que presentaba José Luis Garci. Y la próxima semana,
La esposa del granjero, otro film más cercano a la comedia romántica que al drama.