Por fin tenemos a Sherlock de vuelta. Y después de dos largos años vuelve con más fuerza que nunca (con unos datos de audiendia geniales, por lo visto) en un estupendo episodio, muy divertido y emocionante, y con unos estupendos Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (como no podía ser de otra manera).
No voy a revelar en que relato se basan porque es evidente, pero como siempre los giros que dan a la historia y todas las referencias y coñas están genialmente puestas. Así como la manera en que Sherlock deduce me parece todo un hallazgo.
Y sobre todo y muy importante, te deja con ganas de seguir viendo lo que va a acontecer. Únicamente maldigo que sean tan pocos episodios. Espero que haya una cuarta temporada y no nos hagan esperar tanto.
Sólo queda dar las gracias a la BBC, a Moffat y a Gattis por regalarnos esta serie.