Tema: Sam Peckinpah: revisando sus películas

Iniciado por Alcaudón

Desde luego después de leer tu excelente comentario se me quitan las ganas de ver la película, que es más del estilo del amigo Fletcher...

De LA CRUZ DE HIERRO tengo el recuerdo de una muy buena película. De hecho, seguramente es su última gran cinta. A ver qué tal se porta en la revisión.

A no ser por completismo, y no creo que sea tu caso por lo que a Peckinpah se refiere, yo me mantendría a una prudente distancia de este The Killer Elite (habiendo tantísimo cine por disfrutar). La de La cruz de hierro espero que sea mucho mejor (lo que no costará demasiado). En mi caso no será una revisión sino un primer visionado, aunque creo haber visto alguna vez algún fragmento por la tele.

Y tu comentario sobre Bring Me... cuando puedas o te apetezca.

Más bien cuando pueda.

Iniciado por Alcaudón

Atascado con el comentario semanal de Hitchcock veo que tú vas viento en popa a toda vela. Todavía tengo pendiente el visionado y posterior comentario de QUIERO LA CABEZA... A ver si encuentro tiempo y la salud me respeta un poco que ando un poco delicado últimamente.

Desde luego después de leer tu excelente comentario se me quitan las ganas de ver la película, que es más del estilo del amigo Fletcher...

De LA CRUZ DE HIERRO tengo el recuerdo de una muy buena película. De hecho, seguramente es su última gran cinta. A ver qué tal se porta en la revisión.

Un poco de cinefagia siempre va bien para la salud , pruébalo quizá te mejoras?

Empiezo por el título: aristocratas = elite, está claro que es una libre interpretación de los titulistas españoles, claro uno piensa en personajes, cultos, finos, unos Jams Bond, como diría Torrente, pero claro, en contrapartida, no pega con la inmundicia y suciedad en el cine de Sam, tanto de cabeza como físicamente. Ojo, el título español me agrada más que el original, pero no corresponde en nada a la realidad del film.

Estoy de acuerdo con Mad que es un mal film, pero el que menos me ha gustado, por ahora es el rey del rodeo y su ópera prima. Este film será el tercer por la cola seguramente, es un collage de despropósitos, y lo que es peor, transforma en muchos tramos del film, una peli de acción en un producto aburrido, claro que leyendo a MAd y corroborado por Dirigido por, diciendo que Caan y PEckinpah se pasaron todo el rodaje colocados, pues no se puede esperar un producto de calidad, aunque parece ser que la anormalidad en la vida de Peckinpah era ir sobrio.

Cuesta encontrar virtudes al film, que a priori partía con una ventaja de agrado por la presencia de mis dos favoritos actores de el Padrino, no son otros que Il consiglieri, o como se escriba, y Santino, cuya muerte me apenó más que la del propio padrino. El vínculo que intenta crear PEckinpah entre los personajes de Caan y Duvall para dotar de fuerza la traición de George, es muy débil, ya se que a PEckinpah se la suda todo el tema de sentimentalismo barato, escenas secas, crudas, vaya, sin vaselina, que duela, pero una relación más trabajada entre ellos para potenciar dicha traición hubiera sido de más agrado por mi parte, como resultado, dicha traición tiene un efecto mínimo y todo lo que hace después el personaje de Caan queda totalmente desdibujado por dicha razón.

En esta escena, los diálogos entre ambos me parecen muy flojos, por no decir lamentables, y la risa de Duvall de tirarse por el puente.

Parece que no había mucho presupuesto, porque las heridas fatales de Mike, visualmente son de las que nos caíamos de la bicicleta cuando éramos tontos....y niños, cuando intentábamos alardear por la presencia femenina, con el resultado del ridículo y un par de rascadas en codo y rodilla, pues así acaba, visualmente, Mike. También el tema de la recuperación de Mike en el hospital es digno de análisis y digno del exploit italiano más descarado. Entendemos y vemos que recibe un entrenamiento duro para volver a caminar, se entiende también durante un periodo largo de tiempo, y al salir del hospital no sabe ni ir en muletas, que no con mulatas, cayéndose como peso muerto a lo gran lebowski, piscinazo y tarjeta roja directa, lo hace por el muelle, en el restaurante y las escaleras a lo Rocky; está claro que hubo mucho trabajo de campo previo de James Caan para trabajar el personaje. Uno de esos piscinazos, se levanta y agarra un bastón y de repente, zas, ya no es que sepa ir en muletas, sino que a una mano con el bastón, un crack total. Lo dicho, lamentables escenas de recuperación, sin duda lo peor del film junto al bochorno con los ninjas en las escenas finales.

Pasado el bochorno, llega algo que si me agrada, es la aparición de los secundarios, Bo HOpkins y Burt Young, cuyas intervenciones son lo mejor del film, que esto junto a lo mencionado por Mad: San Francisco como fondo y centro de operaciones, se podría decir que es lo salvable del film. Destacar, por cómica, la escena de la bomba en el Taxi, resuelta por el personaje de Burt Young de manera muy graciosa, ayuda también el poli empanado.



Ahh me olvidaba como positivo las escenas del muelle donde se finiquita el supuesto movil del film, creando momentos de tensión interesantes, hasta que lo estropea el florero ninja, que encima alardea de que no será encontrada. Y vamos ya a la escena final con esas lamentables coreografías, con ninjas menos ágiles que los civiles, es que ese traje tenía tela, un intento de espectáculo visual con el resultado de chirigota carnavalesca.

Fallido intento de peli de acción machenbrado con artes marciales, que bajo sospecha de drogas y alcohol por parte del creador y actor abanderado, se hace difícil de valorar y,o tomarla en serio.

Y dejo para el final el comentario que me ha dejado planchado, leo en el dirigido por que el film es un detonante del Asia noir, directores orientales con algo de renombre como Shinji Aoyama, la tienen como un film referencial, donde la justificación de ello por el director me parece insuficiente para tildarla de obra maestra, y sobretodo de , obra referencial:

Ninguna otra película me ha enseñado tanto sobre la dignidad humana como Aristocratas del crimen, nadie me creerá pero es así, he sacrificado poner algo de Ozu por incluir esta película, y eso dice mucho de mis sentimientos hacia la obra de Peckinpah

O sea el film de PEckinpah es un precedente directo de la nueva ola de cine de Hong Kong que revolucionó el género negro de los principios de los ochenta y germen del estilo que más tarde se adjudicaría John Woo, Johnnie To y compañía.

Iniciado por Alex Fletcher

Y dejo para el final el comentario que me ha dejado planchado, leo en el dirigido por que el film es un detonante del Asia noir, directores orientales con algo de renombre como Shinji Aoyama, la tienen como un film referencial, donde la justificación de ello por el director me parece insuficiente para tildarla de obra maestra, y sobretodo de , obra referencial:

Ninguna otra película me ha enseñado tanto sobre la dignidad humana como Aristocratas del crimen, nadie me creerá pero es así, he sacrificado poner algo de Ozu por incluir esta película, y eso dice mucho de mis sentimientos hacia la obra de Peckinpah

Pues ya lo dice el propio Aoyama: nadie le creerá, yo al menos no. No sé dónde ve esa supuesta "dignidad humana", en un film que, además, al parecer el propio Peckinpah quería que fuera una parodia, una sátira del cine de espías (con un resultado penoso, todo hay que decirlo). Incluso el uso de las artes marciales no correspondían al interés del director, sino al del guionista, actriz "enchufada" incluida. Se pueden decir muchas tonterías en esto de comentar películas (seguro que nosotros también decimos un montón), pero esto que citas del tal Aoyama, que no tengo el gusto de conocer, supera los niveles habituales. No sé muy bien qué quiere decir con esto de "sacrificar algo de Ozu", pero solo mencionar su nombre en relación con este film de Peckinpah me parece una burla.

Amigo mad dog earle, es evidente que hay una más que diáfana relación entre el cine de Ozu y el de Peckinpah...

La Cruz de Hierro (Cross of Iron, 1977)



Empiezo por advertir que, en general, me interesan poco los films bélicos, y este que nos ocupa, a pesar de que no responde al prototipo de film bélico convencional (no intenta reproducir algún gran momento de la historia bélica, en este caso de la Segunda Guerra Mundial, como pueden ser los dedicados a la batalla de las Ardenas, el desembarco de Normandía, el sitio de Stalingrado o las batallas en el Pacífico, sea en Iwo Jima o en Midway), y desarrolla un mensaje claramente antibelicista, no deja de ser por ello un film de guerra.

Al parecer, al mismo tiempo que este proyecto, a Peckinpah le llegaron otros dos, que uno se pregunta qué pensaban los productores al ofrecérselo al californiano: el de King Kong, que acabó siendo dirigido por John Guillermin, o el de Superman, convertido en film por Richard Donner. ¿Peckinpah metido en una película de superhéroes o siguiendo los pasos del gorila gigante? ¿Pero qué se habían fumado?

Visto desde esa perspectiva, Cross of Iron parece una elección mucho más razonable. A fin de cuentas, Peckinpah ya había dirigido un film que mostraba lo absurdo de la guerra en Major Dundee, película que no parece ser muy lejana a esta. Se trata de la adaptación de una novela del escritor alemán Willi Heinrich, publicada en 1955 con el título de “Das geduldige Fleisch”, que narra los avatares de una unidad del ejército alemán en el sur de Rusia, reflejando algunos episodios de carácter autobiográfico vividos por el autor.



En Alemania la película se tituló según el nombre del protagonista, el antihéroe de la narración, el cabo primero y después sargento Rolf Steiner (interpretado con sobriedad por James Coburn, uno de los puntos fuertes del film). Con tres guionistas acreditados (Julius Epstein, Walter Kelley y James Hamilton), en una coproducción germano-estadounidense-yugoslava y un equipo multilingüe, tanto entre el personal técnico como entre los actores, el resultado es una película un tanto irregular, visceralmente violenta, en que la guerra no solo carece de todo sentido épico o heroico, sino que más bien parece directamente una carnicería sin sentido, sin objetivo, dirigida por un conjunto de arribistas, incompetentes y sádicos. Entre tanta degradación moral solo Steiner y un puñado de colegas (un “wild bunch” muy peckinpahiano), siguiendo sus propias reglas, ofrecen algo parecido a la defensa de ciertos valores, aunque estos se reducen más bien a un compañerismo primario. Steiner se convierte en el portavoz de todos esos hombres destinados a ser carne de cañón, con frases como: “Odio a todos los oficiales”, “creo que Dios es un sádico, pero probablemente no lo sabe”, etc.



Enfrente de Steiner se encuentran los oficiales. En primer término, el capitán Stransky (un afectado e histriónico Maximilian Schell, para mí el peor del reparto), un aristócrata prusiano que ha pedido el traslado en 1943 desde el cómodo frente francés al turbulento frente oriental para conseguir la cruz de hierro, medalla que no puede faltar en su currículo (dice que no puede volver con su familia sin ella, ya que es el símbolo de la valentía demostrada en el combate, algo imprescindible para un militar prusiano). Para ello, Stransky no dudará en utilizar a sus soldados, y en especial a Steiner, para que certifiquen su valor.



Por encima se encuentra el coronel Brandt (un correcto James Mason), asistido por el enfermizo capitán Kiesel (David Warner, en un papel con pocos matices, poco desarrollado).



El film se inicia con imágenes documentales que sintetizan el ascenso del nazismo y el estallido de la guerra, mientras aparecen los títulos de crédito sonando de fondo una cancioncilla infantil: “Hänschen klein” (canción, por cierto, que parece ser que es la que canta HAL 9000 en la versión doblada al alemán de 2001: A Space Odissey, cuando es desactivado)..



El nombre del director se sobreimpresiona justo cuando estalla un mortero, lo que ya es toda una declaración de principios. Nos encontramos en plena acción en el frente oriental donde una patrulla de alemanes (dirigidos por Steiner) intenta destruir un nido de ametralladoras soviético, todo ello filmado “a la peckinpah”: montaje vertiginoso, ralentí, sangre y fuego. Steiner es un mito entre la soldadesca, por lo que goza de más ascendente sobre la tropa que los oficiales, ya que su “mando” se lo ha ganado a pulso combatiendo.

La tropa está compuesta por un abigarrado conjunto de soldados de aspecto patibulario, tipos rudos, sucios, piojosos y apestosos (uno de ellos, presume de no limpiarse, porque la mugre acumulada lo impermeabiliza). Los uniformes son unos harapos pringosos que los hace casi irreconocibles. En esta caracterización hay un problema de reparto: si bien podemos asumir la convención de que todos hablen en inglés, el problema es que los actores son la mayoría alemanes, cosa que se nota en los acentos, lo cual crea una sensación de mezcla inarmónica, que añade más confusión (¿premeditada?) a la ya enorme confusión de la guerra.

Steiner caerá herido y tendrá que pasar un tiempo convaleciente en un hospital de campaña. Allí será atendido por la enfermera Eva (la alemana Senta Berger, a la que ya vimos en Major Dundee). Como era de esperar, Steiner mantendrá una rápida relación amorosa con Eva (segunda enfermera seguida que actúa como “reposo del guerrero” en personajes femeninos de “usar y tirar” después de la Amy de The Killer Elite).



A pesar de la posibilidad de volver como herido a su país, Steiner prefiere regresar al frente con sus colegas de armas. A su vuelta, Steiner se encuentra con la petición de Stransky de que firme un documento acreditando una acción de guerra que no ha realizado y que le debería comportar la obtención de la codiciada cruz de hierro. Steiner no lo hace de entrada. Inmediatamente sufren el ataque de los soviéticos, reforzados con tanques. Peckinpah mezcla, en un montaje vibrante, tomas aéreas, imágenes cámara en mano y ralentíes para las muertes y las explosiones. Mientras el grueso de los soldados alemanes evacúan la zona, la patrulla de Steiner tendrá que cruzar las líneas enemigas. Mientras tanto, el coronel Brandt y el capitán Kiesel nos brindan una de esas frases que van apareciendo a lo largo del film como eslóganes antibelicistas:

Coronel Brandt: What will we do when we have lost the war?
Capitán Kiesel: Prepare for the next one.

Aunque comparto el fondo de lo que se dice, este tipo de cuñas me parecen demasiado evidentes, como si se parara la película para trasmitir al espectador una declaración que deje claras las intenciones del film (quizá también de la novela original), como si fuera necesario subrayar el mensaje para que el espectador no se confunda.

En su camino de regreso a las líneas alemanas, Steiner y su patrulla se toparán con un grupo de mujeres soldado soviéticas, un momento muy peckinpahiano (incluida la chica desnuda en un barril lleno de agua o una felación algo accidentada), que a mí, además, me ha recordado el cine de Tarantino. En la secuencia, Peckinpah le "da su merecido" a uno de los soldados de nueva incorporación, miembro de las SS, que será convenientemente castrado y se supone que asesinado violentamente por las mujeres. Peckinpah ni olvida ni perdona.



Cuando llegan a las trincheras alemanas, algunos de ellos vestidos con el uniforme soviético para camuflarse entre el enemigo (aunque cuesta diferenciarlos), son ametrallados por sus propios compañeros, dirigidos por el teniente Triebig, que sigue las órdenes de Stransky, interesado en eliminar a Steiner, ya que teme que denuncie la falsificación de sus méritos de guerra.



Pero Steiner sobrevive y, ante la disyuntiva de matar o no al capitán traidor, le ofrecerá la posibilidad de ganarse de verdad la cruz de hierro: luchando metralleta en mano por salvar su vida.



Capitán Stransky: I will show you how a true Prussian officer fights.
Sargento Steiner: Then I will show you, where the Iron Crosses grow.

Otras de esas frases lapidarias que jalonan el film, como lapidaria es la cita de Bertold Brecht que cierra la película, y que rima con el anterior comentario del capitán Kiesel:

"Don't rejoice in his defeat, you men. For though the world stood up and stopped the bastard, the bitch that bore him is in heat again."

La película nos deja resonando en los oídos la risa enloquecida de Steiner, divirtiéndose dentro del caos con el miedo de Stransky, mientras vuelve a sonar el “Hänschen klein” del inicio.

Según opinión de James Coburn, es un film sin buenos ni malos (pero yo más bien diría sin buenos, sin más). Con la contribución visual de John Coquillon en la fotografía, que como ya pasó en Straw Dogs nos entrega unas imágenes sucias, hostiles, desagradables, nerviosas, en un montaje a menudo sincopado, Cross of Iron es, sin duda, un film claramente antibelicista, pero no me atrevería a llamarlo pacifista, puesto que más que contraponer un mundo en paz a la guerra, lo que nos muestra es un mundo sin remedio, un abismo nihilista donde nada se sostiene derecho. Frente a él, solo queda el compañerismo de un grupo de hombres, muy hawsiano, que más allá de uniformes, nacionalidades o banderas, se defienden unos a otros, como muestra de una solidaridad primaria.

Por momentos, a mí me dio la impresión de que el film era un comentario peckinpahiano sobre su profesión, sobre su manera de entender el cine, enfrentado a unos oficiales/productores con la sola ayuda de un puñado de técnicos y actores fieles durante la filmación de la película, en la que hay víctimas de todo tipo. Y a pesar de todo, como Steiner, Peckinpah prefiere el frente/rodaje que el retorno a casa.

A pesar de los problemas de presupuesto para acabar el film, lo que hizo necesaria la incorporación de EMI en la producción, y las enormes dificultades logísticas para plasmar los combates en tierras de la extinta Yugoslavia (los interiores se rodaron en Inglaterra), el film fue un éxito de taquilla en Europa (no en Estados Unidos), hasta el punto de rodarse una secuela, dirigida por Andrew McLaglen, con Richard Burton como Steiner: Cerco roto (Steiner – Das Eiserne Kreuz, 2. Teil), que no he visto y que no parece gozar de demasiado prestigio. También aparece Helmut Griem como Stransky, por lo que tendremos que deducir que tanto uno como el otro sobreviven allí donde crecen las cruces de hierro, lo que no sé es si Stransky la consiguió o no (Steiner ya la tenía desde el inicio del film).



Película muy peckinpahiana a pesar de cambiar el Oeste americano por el Este europeo, violenta, dura y desesperada, pero a mi modo de ver también muy irregular. Con todo, una recuperación de Peckinpah después del bache de The Killer Elite y quizá antes de la que veremos la semana que viene y que para muchos comentaristas es su peor film: Convoy. Pronto saldremos de dudas.

Quizá esté en una etapa de desgaste con el cine de Peckinpah, pero este segundo visionado no me ha parecido tan redonda como mi primera vez, me baso en dicho cansamiento en los pilares principales del cine PEckinpah, me cansa algo ya la slow motion, aunque aquí hay escenas espectaculares (respetando el año de producción claro, ahora quedaría algo viejunas) pero hay abuso del uso . Y más cansado me tiene el uso ornamental de la mujer en su cine, aquí 3/4 de lo mismo, esta vez no hay prostitutas (gran avance) aunque el caserón con las soldadas rusas puede haber paralelismos con sus chicas de salón de sus westerns. También me cansa el mensaje de todo es un mierda menos el compañerismo, los valores militares de "lo que haga falta por mis compañeros" me aburre, además Peckinpah lo subraya y lo eleva en la escena del "tiroteo amigo", cuando aparecen las imágenes de los soldados que en ese momento caen, como ya hizo en Grupo salvaje, suerte que hay un contrapunto a esto con la interpretación de Schell, que para mi no es lo peor del film, es histriónico SI, pero me da vidilla a un film que me hastía de tanta camadería (no me acuerdo haberlo leído, pero PEckinpah sospecho que fue militar, y soldado de trinchera). También me harta el subrayado del mensaje de cobardía de los oficiales para realzar la valentía del soldado raso o del que está en la trinchera, no recuerdo ningún soldado raso con conductas de cobardía, cuando lo más normal sea que los acontecimientos superen a los soldados, y más con esa tralla de agobio constante con los bombardeos continuos y la sensación opresiva por el atrincheramiento constante, sin duda, dicho agobia, unos de los puntos fuertes del film.

Parece que no me ha gustado el film, no, no, lo que pasa que lo tenía en un altar y lo he bajado por lo menos unos escalones hasta el confesionario. Como he dicho me gusta la sensación de agobio del film, me gusta también que más que un film bélico sea un survival. James Cobrun está sensacional (como siempre) y Schell a mi me encaja y su cobardía y maneras son un pilar importante del film, así como la premisa de la cruz de hierro para plasmar todas las "cualidades" de la clase alta en el ejército, o sea los mandos. Sensacional la escena homo entre Schell y sus dos ayudantes, su suboficial y el pobre becario. También el mismo personaje aporte esa dosis de patetismo que parece que tío Sam lo disfruta, como cuando se pone debajo una mesita de mierda en los bombardeos o cuando le dice a Cobrun, en la escena final de haber como se recarga el arma. Eso si como siempre, y siendo made in PEckinpah: 0 sutilidad.



Y James Mason, pues para mi como Senta Berger, están ahí, con unos papeles con poco peso, parece que a PEckinpah se olvida que tiene a unos de los más grandes: James Mason, me hubiera gustado absolutamente más en el papel de Capitán Stransky, aunque quizá esté pasado de edad, pero James Mason es James Mason.

Y volviendo a la escena de las soldadas rusas, que necesidad hay me pregunto?, para mi ninguna, escenas de cara la galería, no llega al nivel de pegote de Quiero la cabeza de Alfredo Garcia con la escena lamentable de Kristofferson ya comentada, pero se queda ahí. Pues eso parece que sea una escena para que haya la dosis de tetas y sexo, y mira que no le hago ascos en general, pero PEckinpah en este campo y como ya he dicho, me tiene harto. Porque he dicho lo de la yuxtaposición de las soldadas con las prostitutas de sus salones en los westerns? pues parece que tio Sam no sabía como enchufar dichas escenas y de la nada y sin ningún peso en la historia, aparecen en medio de la nada. Ahí tenemos el nudie de turno, y la escena polémica, como una soldada rusa se ayuda de la sexualidad para "defender a su pais"; una defensa extraña ya que le arranca el pene previo disfrute, o sea, no es inmediato, hay un alargamiento de la escena antes del corte que no entiendo, ya que si las intenciones son esas, no entiendo como la soldada no se lo arranca antes, la diltatación de la escena va en contra de la buena intención de Peckinpah, si la hay, cosa que dudo.

En fin, un film bélico interesante con claro mensaje antibelicista con 0 sutilidad, como siempre, donde la actitud survival, con escenas bélicas interesantes y muy logradas (la de los tanques o la huida hacia y en la fábrica) y el buen hacer de Cobrun y el grupo actoral, así como la sensación contante de agobio, hace que el espectador pase un mal rato (positivamente hablando) en contrapunto con escenas anticlimax y de pegote total (la casa Rusia por ejemplo) y a veces tengo la misma sensación de indefinición de guión, o sea de no saber por donde va la peli, que tuve con PAt Garret & Billy the Kid.

En lo de Schell discrepamos. A mí no me gusta nada su interpretación, ni aquí ni en general en ninguna película de las que le he visto (que no son muchas). En el resto, creo que estamos de acuerdo. Y reconozco que yo también empiezo a estar un poco cansado de Peckinpah. Ánimo, que solo nos quedan dos films, aunque el próximo me hace temer lo peor.

Ah, y sí, Peckinpah sirvió durante la II Guerra Mundial, como marine, en China, pero parece que no participó en labores de combate.

Iniciado por mad dog earle

En lo de Schell discrepamos. A mí no me gusta nada su interpretación, ni aquí ni en general en ninguna película de las que le he visto (que no son muchas). En el resto, creo que estamos de acuerdo. Y reconozco que yo también empiezo a estar un poco cansado de Peckinpah. Ánimo, que solo nos quedan dos films, aunque el próximo me hace temer lo peor.

Ah, y sí, Peckinpah sirvió durante la II Guerra Mundial, como marine, en China, pero parece que no participó en labores de combate.

jajaja en el próximo rodaran cabezas, con el plus de que sale una de tus actrices favoritas

Curiosamente la semana pasada me compré en BD Topkapi de Jules Dassin y veo que Schell sale por ahí, alguna opinión del film?

Yo tengo un recuerdo bastante agradable de la película aunque la vi hace mucho tiempo.

De Dassin son ineludibles sus cuatro incursiones en el cine negro, dos de ellas (BRUTE FORCE y LA CIUDAD DESNUDA) van a ser prontamente editadas por la nunca suficientemente bien ponderada A Contracorriente.

Iniciado por Alcaudón

Yo tengo un recuerdo bastante agradable de la película aunque la vi hace mucho tiempo.

De Dassin son ineludibles sus cuatro incursiones en el cine negro, dos de ellas (BRUTE FORCE y LA CIUDAD DESNUDA) van a ser prontamente editadas por la nunca suficientemente bien ponderada A Contracorriente.

A contracorriente estará contenta con mi última visita, de ellos en mi último viaje me llevé Yojimbo, El infierno del odio, la dolce vita y los inútiles, y quizá me dejo alguna más.....BRAVO POR ELLOS!!!! excelentes títulos editados!!!!

Iniciado por Alex Fletcher

jajaja en el próximo rodaran cabezas, con el plus de que sale una de tus actrices favoritas

Curiosamente la semana pasada me compré en BD Topkapi de Jules Dassin y veo que Schell sale por ahí, alguna opinión del film?

Pues que es de los que ha ayudado a cimentar mi mala opinión de Schell. Es el típico film de "el mayor robo de la historia" (en este caso de un valiosísimo objeto del museo del título en Estambul), organizado por un variopinto grupo de personajes. Lo cierto es que lo diverso del grupo de actores (además de Schell, Melina Mercouri, que tampoco es santa de mi devoción, Peter Ustinov, Robert Morley o Akim Tamiroff, a cual más histriónico) no ayuda a que la salsa ligue. De Dassin me quedo con los cuatro films a que se refiere Alcaudón y a su famoso Du rififi chez les hommes, este sí un magnífico film de robos.

Convoy (Convoy, 1978)



“No he tenido ni un buen día de trabajo en todo el film. No he sentido que la cosa funcionase ni un solo día” (comentario de Peckinpah, citado por uno de los montadores del film, Garth Craven, y recogido en la biografía escrita por Simmons). Podríamos decir: “amén”, y pasar tranquilamente a otra película, pero esto de hacer revisiones integrales tiene sus servidumbres. Aunque Convoy tiene muchos números de figurar en el farolillo rojo de la filmografía peckinpahiana, a mí personalmente me parece más propia del director, aunque francamente mal resuelta, que títulos como The Killer Elite.

Se trata de un film de encargo, producido por Robert Sherman para la EMI (que ya había venido al rescate financiero de Cross of Iron), basado en… ¡una canción! Bill Norton escribió el guion a partir de la canción de Chip Davis y Bill Fries “Convoy”, interpretada en la banda sonora por Fries con el seudónimo C.W. McCall, cantante y compositor especializado en, según la Wikipedia, “truck-themed outlaw country songs.”.



Y de eso va la película, de unos camioneros que se sitúan fuera de la ley, manteniendo un enfrentamiento con los corrompidos agentes del orden, ejemplificados por Lyle Wallace (un Ernest Borgnine excesivo y de rostro desencajado y furioso como de costumbre).



Su némesis es Rubber Duck (un Kris Kristofferson que había dejado el alcohol, y que quizá por ello no se entendió como en otras ocasiones con Peckinpah), un camionero con carisma al que ya se ha enfrentado en más de una ocasión.



Ese antagonismo entre Dirty Lyle y Rubber Duck, por momentos casi con aire de cartoon, se asemeja a otros que hemos ido viendo a lo largo de toda la obra del californiano. Dos polos que se repelen, pero que en cierto modo también se atraen, son el uno para el otro, como parece decirnos el final del film, en que Lyle celebra la astucia de su enemigo.

Lamentablemente, ese planteamiento, que podría ser atractivo (algo similar se plasmó en el film de Robert Aldrich El emperador del norte, donde Borgnine era un peculiar defensor del orden ferroviario frente a un vagabundo encarnado por Lee Marvin, proyecto por cierto que también pasó por las manos de Peckinpah), tomó forma mediante una deslucidísima dirección del californiano, junto a un montaje atropellado y demasiado festivo, y unas interpretaciones flojas (salvo quizá, nuevamente, Burt Young, como Pig Pen, un buen secundario) dando al traste con todo lo positivo que podría haber habido en la película. Se comenta que Peckinpah pretendía convertir el mundo de los camioneros en un microcosmos de la sociedad norteamericana (para ello reescribió el guion probablemente a fondo, aunque no aparece acreditado), hacer de ellos unos nuevos héroes del Oeste, y en ese paisaje se desarrolla la aventura: de Arizona a Texas pasando por New Mexico y con destino final a México, el refugio peckinpahiano por antonomasia. Pero el film tuvo un rodaje muy complicado (no fue nada fácil mover decenas de grandes camiones) y EMI prescindió de Peckinpah en el montaje final, con el cual el director no se identificó.

Aunque el montaje me parece torpe, no tengo claro hasta qué punto se hubiera podido salvar, y desde luego no ayuda en nada una característica estilística muy peckinpahiana: los ralentíes, que a estas alturas de la revisión de su obra empiezan a resultarme insufribles. Aquí se usa y abusa de ellos sin que venga a cuento, sin que haga falta, a mi modo de ver, enfatizar las caídas durante las peleas, o sea necesario disponer de ellos en los múltiples choques de vehículos.

Y es que en realidad la película acaba siendo eso: un film de persecuciones, todo un subgénero muy de moda en la época. Y ya se sabe: cuantos más choques y más espectaculares, con más vehículos implicados, mejor. Si encima esos vehículos son gigantescos camiones, pues miel sobre hojuelas. El guion, la trama, el argumento, el mensaje (porque parece ser que Peckinpah pretendía que hubiera mensaje), es lo de menos. Quizá por eso mismo el film fue un éxito de taquilla (se cuenta que fue el film más taquillero del director), como lo fueron otras películas de la misma época, véase Loca evasión, de Spielberg, o sobre todo, Los caraduras, de Hal Needham (con Burt Reynolds como protagonista), fechada el año anterior, y que gozó de una secuela poco tiempo después: Vuelven los caraduras.

¿De qué va todo el invento? La trama es muy simple: Rubber Duck, y sus colegas Pig Pen y Spider Mike (Franklyn Ajaye) caen en la trampa de un policía corrupto, Dirty Lyle, montada para hacerles pagar sustanciosas multas por exceso de velocidad. En la siguiente parada, en la típica taberna de carretera, Lyle se mete con Spider, camionero afroamericano, denotando su racismo. Duck, que está beneficiándose a una camarera amiga suya (y que al parecer en el guion representa que es la mujer de Lyle, pero eso no queda dicho en el film), celebrando su aniversario, acudirá al rescate, con lo que se organiza una pelea monumental, uno de los puntos más bajos en la cinematografía de Peckinpah (semejante, pero peor, a la del bar de Junior Bonner): ridícula y, según mi opinión, mal rodada y peor montada (con música de banjo y ralentíes para acabar de hacerla más tópica). En esa parada se sube al camión de Duck Melissa, una fotógrafa que ya le ha vacilado antes conduciendo un descapotable. Melissa es Ali MacGraw, y con hecho está todo dicho, aunque en su descargo hay que decir que el personaje no hay por dónde cogerlo, es completamente superfluo, no aporta nada, una mera excusa para poner un “rostro bonito” (aunque no sea de mi gusto) en pantalla.



La persecución arranca en este momento y ya no se detendrá. Los tres camioneros iniciales van a ver cómo otros camiones engrosan el convoy, incluido un autocar con una especie de grupo religioso (toque hippie, que empezaba ya a parecer anticuado).



También Lyle va a ver cómo otros representantes de la ley se ponen de su lado, a medida que el convoy va pasando de un estado a otro.
En New Mexico, además, el convoy entra en contacto con el gobernador (Seymour Cassel), político ambicioso que se presenta a senador y que ve en los camioneros, que rápidamente se han hecho populares, una forma de ganar votos, por lo que intentará manipularlos.

Pero Lyle tiene su propia estrategia: atrapa a Spider y lo encierra en una cárcel texana, en el pueblo de Alvarez, esperando que Duck acepte el reto y vaya al rescate en solitario. Con lo que no cuenta (y hay que ser tocho para no pensarlo), es que con Duck vendrán todos los otros camioneros, que asaltarán el pueblo, destrozando casas, hasta conseguir liberar a Spider.



El siguiente destino, ya definitivamente fuera de la ley, será México, pero el incansable Lyle (una especie de remedo del Coyote a la caza del Correcaminos) les prepara una sorpresa mayúscula: un despliegue de la Guardia Nacional, con tanqueta incluida, que dará buena cuenta del camión de Duck, lanzado contra a barrera policial.

El film se cierra con un acto de homenaje a Duck, que se supone muerto, organizado por el gobernador de New Mexico en beneficio propio. Pero un giro del guion burlará ese final, apostando por otro más festivo, descarado, alegremente ácrata, que parece reírse de todo y de todos. Los créditos finales, quizá para certificar que realmente hemos visto lo que hemos visto, se muestran en un montaje de diversos momentos del film. Sí, sí, no ha sido un sueño, ha sido un film de Sam Peckinpah, lamentablemente.

Un par de curiosidades para acabar: James Coburn aparece acreditado como director de la segunda unidad (la única ocasión en que desempeñó esta labor, según imdb) y se comenta que acabó dirigiendo la secuencia del homenaje a Duck en el estadio (y quizá alguna más), a consecuencia de los “problemas de salud” (léase drogas) de Peckinpah. Por otra parte, el camión de Duck lleva como emblema una figurilla de pato, a la que Tarantino "rindió homenaje" con el coche de Kurt Russell en Death Proof.





Y la semana que viene finalizaremos el recorrido con The Osterman Weekend, que por lo que recuerdo es mucho mejor que Convoy, aunque más ajeno aparentemente a las ambientaciones y temas habituales del californiano.

Alucinante que una película basada en una canción y así... tuviese éxito. Por cierto, mencionas Loca evasión y no Duel del mismo director? Duel la tengo pendiente de revisión porque la vi cuando era realmente pequeño y tengo muchas ganas de volver a verla.

Iniciado por muchogris

Alucinante que una película basada en una canción y así... tuviese éxito. Por cierto, mencionas Loca evasión y no Duel del mismo director? Duel la tengo pendiente de revisión porque la vi cuando era realmente pequeño y tengo muchas ganas de volver a verla.

Sí, porque Duel no responde exactamente al tipo de películas de persecuciones a las que me quería referir (más festivas y alocadas, con muchos vehículos por en medio), es más bien, como su título original refleja, un duelo entre un "hombre medio" (que además se llama Mann) y un monstruo, casi como si de un tiburón se tratase. Es un film que, a pesar de tratarse de un telefilm y haber oído duras críticas sobre su realización, a mí siempre me ha parecido un buen film de género.

Si, no lo pongo en duda, mas que nada era señalar que las tramas son pura persecución pero ya veo que el tono es bien distinto. Por cierto, que hizo exactamente Peckinpah en El emperador del norte? Veo en IMDB esto:

Sam Peckinpah replaced Martin Ritt as director. Then, Robert Aldrich replaced Sam Peckinpah. Martin Ritt was originally slated to direct but was fired from the production. Sam Peckinpah was approached next but he couldn't agree with the producers on money. The project was then offered to, and accepted by, Robert Aldrich, who had previously directed the film's two top-billed leads, Lee Marvin and Ernest Borgnine, in The Dirty Dozen (1967) around six years earlier.

Y no me ha quedado claro desde tu comentario de que pasó por sus manos si llegó a filmar algo. Es que tengo pendiente de ver este clásico, me gustan los acentos cerrados y quiero saber si es tan ruda como una de Peckin.

A mi Duel me encantó, una fantástica carta de presentación, del que es, para algunos, Dios; para mi es un director con un puñado de pelis de altísimo nivel y otras que ni fu ni fa ni faster ni lauder; por ejemplo a mi me pone mil veces más un Duel que un Ready Player One el cual me aburre por demasiada acción. Y NO espero con entusiasmo su remake de West Side Story, es más, solo de pensarlo, me da pereza.

Sobre Convoy mañana digo algo, que he llevado el samurai al afilador.

Tanto EL DIABLO SOBRE RUEDAS como EL EMPERADOR DEL NORTE son excelentes películas.

El telefilme de Spielberg fue estrenado en cine para lo cual hubo que añadir metraje y variar el AR de la imagen de 1.33:1 a 1.85:1 para hacerlo más "cinematográfico".

Iniciado por muchogris

Si, no lo pongo en duda, mas que nada era señalar que las tramas son pura persecución pero ya veo que el tono es bien distinto. Por cierto, que hizo exactamente Peckinpah en El emperador del norte? Veo en IMDB esto:

Y no me ha quedado claro desde tu comentario de que pasó por sus manos si llegó a filmar algo. Es que tengo pendiente de ver este clásico, me gustan los acentos cerrados y quiero saber si es tan ruda como una de Peckin.

No, simplemente tuvo el proyecto "encima de la mesa", pero, como tantas veces pasaba (o pasa) en Hollywood, acabó en manos de otro director. El film de Aldrich (cuyo cine tiene bastantes puntos de contacto con el de Peckinpah) lo recuerdo como realmente rudo, o sea que seguramente te gustará.

Iniciado por Alex Fletcher

A mi Duel me encantó, una fantástica carta de presentación, del que es, para algunos, Dios; para mi es un director con un puñado de pelis de altísimo nivel y otras que ni fu ni fa ni faster ni lauder; por ejemplo a mi me pone mil veces más un Duel que un Ready Player One el cual me aburre por demasiada acción. Y NO espero con entusiasmo su remake de West Side Story, es más, solo de pensarlo, me da pereza.

Yo también prefiero Duel a muchos de los films, más prestigiosos, que Spielberg ha rodado después. Claro que para mí no es Dios.

A mí lo que me gustaría ver es EL DIABLO SOBRE RUEDAS tal y como se emitió por televisión y no la versión ampliada (en todos los sentidos) que está disponible tanto en DVD como en BD.

A continuación vino su primer largo, LOCA EVASIÓN (1974), de la que sólo tengo un recuerdo muy lejano (y no muy bueno, la verdad).

Y luego, nada más y nada menos que TIBURÓN (1975) - la película que más me marcó en mi infancia (junto a LA GUERRA DE LAS GALAXIAS (1977)) - y ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE (1977).

Y más tarde su primer (gran) tropiezo, 1941 (1979), rápidamente solventado con EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA (1981).

Y qué decir de E.T. EL EXTRATERRESTRE (1982)...

A mi todo film que la acción se centre exclusivamente en coches, motos, camiones y patinetas eléctricas, quizá esa de los camiones de Stephen KIng es la única que, aunque se que es mala, es visible; toda las demás me dan una pereza extrema y me producen aburrimiento anticipado. Y desgraciadamente a los veinte minutos de film, ves e intuyes, que todo será lo mismo hasta casi dos horas de filmación, una auténtica tortura. Visto o lo visto, y para aprovechar el tiempo, cambio los subtítulos en español por los de alemán, por lo menos aprovecho algo el tiempo, sin ello, hubiera sido una total pérdida de tiempo.

Antes de empezar con el vinagre extremo, comentar una anécdota sobre el film que está en los extras de Pat Garrett y Billy el niño, como de costumbre Peckinpah se peleaba con los productores de sus films, pero en Convoy, fue más allá, es más lo despidieron; eso llegó a los oídos de Kristofferson, y éste se puso chulito, o lo readmiten o me voy, y así fue, tío Sam volvió al proyecto. Éste último fue a ver a Kristofferson, se le veía todo mosqueado, y no recuerdo si se peleó, lo empujo o lo zarandeó, pero si que le dijo algo como: maldito hijo de put...había conseguido salir de esta mierda de proyecto y tú me has vuelto meter.

De verdad, lo siento, no encuentro nada para destacar y comentar que no sea negativo, todo film tiene un aire de partido de soltero contra casados terrible, desprende un tufillo cómico insoportable, ayudado por una banda sonoro o cortes musicales, más propio de Benny Hill, que hace que haya 0 carga dramática, y cuando lo intentan no tiene ningún efecto. Entonces con estas premisas de poca seriedad y de temática que me desagrada, sinceramente todo el elenco, aunque no lo sean, me parece malísimo, y amigo Mad, eso de atribuir a McGraw como rostro bonito del film, te has vuelto a venir arriba, porque de sexy nada de nada, estos seis años entre la huída y el film comentado le han sentado fatal, el abuso de algo entre estos años le pasó factura, que pasa a ser un rostro sexy en la huída con sus cabellos mojados, a un presencia molesta en pantalla, ya sea físicamente y como sobretodo interpetivamente hablando.

El tono hippie es muy molesto, la camadería entre camioneros a niveles del heroísmo típico entre compañeros en los films de Peckinpah, también me resulta irritante. Las persecuciones están bien? si lo están la verdad que no me importa, sólo se que a veces en el film, cuando el poli malo está a punto de atrapar al personaje de Kris, la caravana de camiones desaparece para quedarse solo en dos o tres de ellos, luego cuando hay el desenlace típico de, como bien indica Mad, el coyote y correcaminos, vuelven a aparecer por arte de magia. Que si, que el final puede estar bien, me refiero a la escena del puente, pero vengo de tanto hastío y con los testículos inflamados - y no es por Ali McGraw os lo aseguro- que sinceramente no puedo ver nada bueno en el film.

Leo y me vuelvo a sorprender la influencia del film sobre siguientes generaciones, como la comentada por Mad, solo espero que Tarantino le guste por cuestiones estéticas más que por la valía del film, y estemos ante una nueva ida de olla como la del director japonés, que no recuerdo su nombre, idolatrando los aristócratas del crimen . También me sorprende el artículo positivo de Angel Sala que hace en Dirigido por del film comentado, dando información interesante, como que Convoy fue uno de los mayores éxitos a nivel comercial de la carrera de tío Sam, y en España se ve que también lo petó. Entonces la falsa reflexión en forma de crítica que hacemos sobre los gustos modernos del público, yendo una y otra vez sólo a productos de rápido consumo, o sea blockbusters, y diciendo que en tiempos pasados todo era mejor, Convoy es una excepción o un ejemplo? Ahí lo dejo.

Curiosamente mencionar que en navidades en la central de Reus, vi la de los caraduras que, quizá no a nivel de Convoy, me pareció mala también. El dvd fue vendido en CEX para colaborar en una cuarta parte en la obtención de un film que hacía tiempo que buscaba, el BD de lluvia negra de Imamura.

El resumen será cortito, LAMENTABLE film de Peckinpah. Que, nos animamos a ver Convoy II?

Iniciado por Alex Fletcher

jajaja en el próximo rodaran cabezas, con el plus de que sale una de tus actrices favoritas

Curiosamente la semana pasada me compré en BD Topkapi de Jules Dassin y veo que Schell sale por ahí, alguna opinión del film?

En el caso de topkapi discrepo totalmente con mad dog. Las dos veces que la he visto he disfrutado mucho, no sólo del gran elenco con un Ustinov que merecidamente recibió un Oscar a mejor actor de reparto sino también porque es una delicia disfrutar los escenarios de esa ciudad.

Iniciado por Alex Fletcher

De verdad, lo siento, no encuentro nada para destacar y comentar que no sea negativo, todo film tiene un aire de partido de soltero contra casados terrible, desprende un tufillo cómico insoportable, ayudado por una banda sonoro o cortes musicales, más propio de Benny Hill, que hace que haya 0 carga dramática, y cuando lo intentan no tiene ningún efecto. Entonces con estas premisas de poca seriedad y de temática que me desagrada, sinceramente todo el elenco, aunque no lo sean, me parece malísimo, y amigo Mad, eso de atribuir a McGraw como rostro bonito del film, te has vuelto a venir arriba, porque de sexy nada de nada, estos seis años entre la huída y el film comentado le han sentado fatal, el abuso de algo entre estos años le pasó factura, que pasa a ser un rostro sexy en la huída con sus cabellos mojados, a un presencia molesta en pantalla, ya sea físicamente y como sobretodo interpetivamente hablando.

Lo puse entre comillas, Alex. Supongo que esa era la intención de los productores, el típico "efecto florero", pero como bien dices en este film (al parecer, entre otras cosas, por culpa de adicciones varias), MacGraw, que nunca ha sido de mi gusto (ni como actriz ni físicamente), ni siquiera conservaba la lozanía de The Getaway.