Como ayer me quedó la mosca con lo del papel gris, hoy he hecho la pantalla entera de este color. He cogido cuatro cartones y he 'construido' una superficie de unas 110 pulgadas de diagonal, que luego he forrado de papel mantel gris. Hoy me he fijado que ayer proyecté por el lado satinado de este papel, así que hoy lo he hecho por el lado mate, ya que en principio las telas grises de ganancia negativa son así.
De la superficie total habré llenado unas 97, y estas son las conclusiones de hoy:
Primero, que a pesar de que 92 pulgadas están muy bien, he comprobado que puedo disfrutar perfectamente de 100 pulgadas sin que me suponga estar moviendo la cabeza constantemente. Creo que si ayer 16:9 en 92 me pareció enorme, fue debido, además de la falta de costumbre, a la cantidad de luz que reflejaba la pantalla blanca y la consiguiente fatiga visual. Esto enlaza con la segunda conclusión, me ha encantado proyectar sobre papel gris. No voy a profundizar mucho, no puedo olvidar que estoy haciéndolo sobre papel, pero os comento que por una lado, la fatiga visual disminuye enormemente, las reflexiones son bastante menores a las que aprecié en las pruebas de ayer, que si bien no resultaron un problema, prefiero el resultado de hoy. El suelo de negro es mejor como ya comenté, y lo que ayer más me echó hacia atrás, la perdida de punch de la imagen, hoy no lo he notado, supongo que es como cuando quieres comparar proyectores y no lo haces simultáneamente, la memoria te engaña y no ves tanta diferencia. Otro punto a favor es que de día y con luz ambiental he podido proyectar perfectamente (dentro de las lógicas limitaciones de tales circunstancias).
En resumen, que salto de las 92 a las 100 pulgadas y que empiezo a disipar mis reservas hacia las pantallas grises, es más, ahora mismo casi temo más comprar una blanca que una gris, la sensación de fatiga visual que ayer en determinados momentos experimenté fue desagradable, nada que ver con la confortabilidad de la imagen hoy proyectada.
Saludos.