Muy buenas a todos. ¡Madre mía, no me puedo creer que por fin esté escribiendo este hilo!
Historia de la salaRealmente no sabría deciros exactamente cuándo decidí que en el futuro me haría una sala de cine, pero os puedo asegurar que es desde hace muchos años. Cuando aún vivía con mis padres lo tenía ya claro y, de hecho, cuando me compré mi casa en 2015 era uno de los factores que tuve en cuenta a la hora de decidirme por una casa u otra (quería que hubiese una habitación lo suficientemente grande como para hacerme una sala dedicada aceptable).
En 2008 terminé de pagar el préstamo del coche y, ya que estaba acostumbrado al pago de 206€ al mes, decidí mes tras mes guardarme esa cantidad que venía pagando de coche para mi futura sala de cine y, desde febrero de 2008 hasta hoy, no ha habido un solo mes que no haya guardado ese dinero. Claro, en esos más de 10 años ha habido circunstancias que me han hecho tener que coger esos ahorros (la compra del piso que os decía antes, por ejemplo). Es curioso que precisamente en 2008 me uní a este foro y desde entonces entro todos los días para informarme sobre todos los temas relacionados con este asunto, que no son pocos, je, je, je.
Antes de comenzar con la construcción de la sala de cine en sí, aproveché que me estaba reformando el baño y el verano de 2017 tiré la pared que separa ambas estancias (futura sala de cine y baño) para darle más espacio a la primera.
A continuación preparé una oposición, por lo que dejé literalmente de tener vida durante un año y pico (recuerdo que en Nochevieja me dieron las campanadas y estaba yo solo en casa estudiando). Cuando esa etapa pasó, y con la estabilidad que te da el ser funcionario, decidí por fin ir con todas a por el sueño de mi vida: tener mi propia sala de cine en casa. La verdad es que la fecha en la que se podría decir que el proyecto dio el pistoletazo de salida fue a finales de 2018, que fue cuando empecé a pedir presupuestos a particulares y empresas para la insonorización. Finalmente decidí hacerla con una empresa de Valencia (yo soy de Alicante) que precisamente tenía apuntada porque alguien del foro la recomendaba.
En este punto se produjo un parón ya que tenía que decidir si compraría proyector o televisión de grandes dimensiones. Curiosamente, ya tenía apalabrado con la empresa con la que iba a insonorizar, pero no podíamos empezar: estaba a punto de salir la nueva serie de proyectores nativos 4K de JVC (el N5, N7 y N9) y la nueva gama de televisores oled de LG (la serie 9) y quería informarme bien. El presupuesto que manejaba para el proye/tele eran 8.000€, que era el precio del N7 y de la LG C9 de 77 pulgadas, por lo que tenía que decidir entre uno u otra.
Ventajas del proyector JVC N7:
- Mayor sensación de cine.
- Tamaño de pantalla más grande.
- Incluye 3D.
Desventajas proyector:
- Peores negros que la oled.
- No es compatible con Dolby Vision y para reproducir decentemente HDR hay que buscar alternativas (madVR) que no controlo.
- Alcanza menos nits.
Ventajas tele LG C9:
- Negros puros.
- Tiene Dolby Vision.
- Saca más nits.
- Apps incluidas (Netflix, Prime, Rakuten, etc.).
Desventajas tele:
- Tamaño de pantalla.
- Pierdes la sensación de ser una sala de cine.
- Pierdo el 3D.
Como veis, las ventajas y desventajas se centraban en que con el proye conseguía mayor tamaño y sensación de cine a costa de perder calidad de imagen. Claro, ahora lo escribo en 5 minutos y lo veo muy claro, pero cuando vas a hacer semejante desembolso económico te lo piensas y mucho, ja, ja, ja. Pues, en contra de lo que estaréis pensando, me decidí por la oled porque el tamaño máximo de pantalla que podría sacar con el proyector era de unas 90 pulgadas y la tele era de 77, por lo que una de las mayores ventajas del proyector se difuminaba.
Unos días después leo en el foro que en El Corte Inglés hay una oferta de 2x1 en películas en UHD y allí que me voy a comprarme mi peli favorita, Gladiator, en UHD para cuando estrene la sala. En este momento me pasó la típica anécdota de las que cada vez que te acuerdas, te sale una sonrisa… Como decía, voy a El Corte Inglés a por la peli, pero me equivoqué de planta y salí del ascensor en la planta de electrónica. Ya que estaba allí, me dije “Chico, ve y pregunta a ver cuándo llegan las nuevas LG” (todavía faltaba un mes para su puesta a la venta). Total, que el dependiente lo comprueba en el ordenador y dice que hasta dentro de tres semanas no las ponen a la venta pero que las acaban de meter en el sistema informático y que si la reservo ya, me hacen un descuento porque hay una promo del 15% en toda la planta de electrónica que termina justo ese día y que puedo pagar en 24 meses sin intereses. Claro, el señor no se esperaba que comprase una tele de 8.000€ así de sopetón y le suelto “Vale, perfecto”. ¡Tendríais que haber visto la cara del comercial! Se le iluminaron los ojos, ya había cubierto las ventas del mes de sobra, je, je, je. Y a decir verdad, yo estaba igual de eufórico que él, habíamos triunfado los dos cosa mala y nos mirábamos sonriéndonos todo el rato sin poder evitarlo.
Pero no acaba aquí la cosa, además de ahorrarme 1.200€ y de haber comprado ya la tele, me dice que esperan recibirla y enviarla a casa el 21 de mayo, JUSTO EN MI CUMPLEAÑOS. ¿¿¿??? JAJJAJA.
Ojo, que AÚN HAY MÁS. Llego a casa de subidón absoluto, me meto en la web de LG para ir descargándome el manual de instrucciones e informarme sobre la tele y veo que… hay una promoción por la que, dependiendo del artículo que compres, te corresponde un descuento en forma de tarjeta prepago (por cierto, la promo se llama “La buena vida” y creo que la hacen todos los años, por si a alguien le interesa). Resultado: tarjeta prepago de ¡¡¡1.000€!!! Jooooder, al final una tele de 8.000€ se me quedó en 5.800 y todo por equivocarme de planta en El Corte Inglés… Como os decía, es imposible que no me salga una sonrisa cada vez que me acuerdo.
Hasta aquí la parte de la historia de antes de empezar con la construcción en sí. Os pongo aquí un par de vídeos con la sala ya acabada, así como unas fotos del antes y el después. En los siguientes posts os voy a explicar el proceso de construcción paso a paso y os cuento mis impresiones sobre la insonorización, enmoquetado, cielo estrellado, etc.
¡Muchas gracias por leerme!
Vídeo 1 (vistazo general de la sala y cielo estrellado):
Vídeo 2 (colección de pelis y merchandising):
Vídeo 3 (domotización con Amazon Alexa):
Foto del antes y el después:
Foto del antes y el después:
Foto del antes y el después:
Foto del antes y el después:
Más fotos del resultado final:
* ACTUALIZACIÓN 2-1-2023Os voy a enseñar los últimos cambios de mi sala de cine. Pocos, pero importantes.
Por un lado, he comprado unos altavoces nuevos ya que se rompieron dos satélites de los que tenía antes. Este punto era el que más margen de mejora tenía la sala, así que no me dolió tanto el desembolso (no soy de cambiar aparatos cada dos por tres). Fotos de cómo quedan:
Por otro lado, después de 3 años y medio de espera desde que lo reservé, por fin he conseguido el busto a tamaño real de Son Goku. Ha sido una odisea porque el vendedor del busto hizo una bomba de humo y desapareció con el dinero de mucha gente. Fabricó muchos menos ejemplares de los que prometió y mucha gente nos quedamos sin dinero y sin producto. Después de hablar con una familiar abogada y mandarle un burofax amenazando con denunciarle, al menos me devolvió el dinero.
Afortunadamente, una de las pocas personas que consiguió este busto es de Madrid y accedió a vendérmelo:
Para haceros una idea del tamaño, fijaos en el bote de cerveza al lado del busto
Y para acabar, una tontería pero que me hizo MUCHA ilusión. Resulta que mi mujer y yo pasamos todo el mes de agosto de 2021 recorriendo Italia con nuestro coche a nuestro ritmo. El caso es que era la última noche que íbamos a pasar en Roma y a la mañana siguiente nos íbamos a Venecia, pero se me iluminó la bombilla -todavía no sé cómo no había caído antes- y caí en la cuenta que algunas escenas de mi película favorita (Gladiator) se habían rodado en la Toscana. Me puse a mirar a ver si la Toscana pillaba cerca o lejos del recorrido Roma-Venecia y, afortunadamente, no pillaba muy mal.
En resumen, haciendo un desvío de una hora podía visitar el lugar exacto en el que se filmó ¡el final de la película! Lo más fuerte de todo es que si se me hubiese acordado tan sólo un día después, ya no podría haberme acercado al lugar del rodaje porque los trayectos que nos quedaban por hacer en el viaje estaban muy alejados de ese sitio.