No recuerdo demasiado del contenido, aunque sí que la sensación que me dejó fue de extrañeza. En todo caso, queda dicho que quien quiera leerla mejor que se olvide del film de Wegener, cosa que a menudo no tienen en cuenta muchos críticos de cine que suelen asociar las películas de Wegener (porque hay más de una) y la novela de Meyrink. Acabo de leer "El cine fantástico y de terror alemán: 1913-1927", que pone una piedra (pequeña, no obstante) para desmontar el tópico de lo del "cine expresionista alemán". Es un conjunto de artículos de autores diversos, de irregular interés, como suele ser habitual, pero que me ha interesado sobre todo por las conexiones que se señalan con el ocultismo (sobre todo por parte de Luciano Berriatúa) y con la tradición romántica alemana.
Esa recuperación de temáticas fantásticas en un momento de crisis profunda y de todo tipo como fue el período de entreguerras es un elemento muy a tener en cuenta, también creo yo para acercarse a cierto cine escandinavo. A fin de cuentas, como reconoce Bergman, durante los años 30 en Suecia había un gran entusiasmo por Hitler y el nacionalsocialismo alemán. Esa imagen idealizada de una Suecia socialdemócrata no parece que se adecue al clima social de los años 30. Otro elemento a tener en cuenta cuando vemos la obra bergmaniana: él confiesa que durante su infancia y juventud no supo nunca qué era la libertad.