Empezamos el recorrido por el principio. Bergman inicia su carrera como director con Crisis, de 1946. En el momento de su estreno el director cuenta con 27 años. Con carácter previo, lo encontramos acreditado como autor del guión de un film dirigido por Alf Sjöberg: Tortura, de 1944.
La película comienza con el plano general de un pueblecito rural, tranquilo y apacible, tal como nos lo describe una voz en off. Pero esa tranquilidad se va a ver alterada por la llegada del coche de línea, su única conexión con el mundo. En él llega una mujer vestida elegantemente, de aire sofisticado. Es Jenny (luego descubriremos que regenta un salón de belleza en la capital, de nombre afrancesado: “Salon Jeannie”). Se nos anuncia que llega al pueblo para hacerse cargo de su hija, Nelly, una adolescente de 18 años, a quien abandonó cuando tenía un año en manos de una mujer ya mayor, de salud delicada, que sobrevive dando clases de piano, Ingeborg (a quien Nelly llama cariñosamente “Mutti”, aunque ya sabe que no es su madre biológica). La voz en off concluye que lo que vamos a ver no es un drama, es más bien una representación cotidiana, “casi una comedia”. Y termina con la frase: “que se alce el telón” (coincidiendo con una persiana que se levanta). Vemos, pues, que Bergman, fiel a su trayectoria, empieza su carrera como director con un film que se nos anuncia como una representación, incluso en su formulación inicial (luego veremos que hay más apuntes teatrales). Vale la pena destacar que el guión de Bergman adapta la obra de un dramaturgo danés contemporáneo a la película, Leck Fisher.
La primera parte del film nos narra el coqueteo de Nelly con Ulf, un hombre ya adulto, que vive en una habitación alquilada por Ingeborg. La llegada de Jenny coincide con un baile, que constituye toda una atracción en la aburrida vida del pueblo. Allí Nelly conoce a Jack, un actorzuelo de teatro del tres al cuarto, amante de Jenny y que vive a su costa. El intento de seducción de Jack acaba con un enfrentamiento violento con Ulf, ante el disgusto de Nelly. Antes hemos asistido al baile a ritmo de vals ante la desesperación de los jóvenes, que huyen a refugiarse en otra sala, donde impulsados por Jack beben alcohol y bailan al ritmo de la música jazz.
Nelly, despechada por la actitud de Ulf, y fascinada por los aires nuevos que le traen su madre y Jack, decide viajar a la capital, donde trabajará en el negocio de su madre. Pasan los meses y Ingeborg se siente inquieta (su enfermedad se agrava). Durante la noche, cree oír a Nelly que la llama (“mutti, mutti”), en un momento en que parecen mezclarse el mundo de los sueños y la realidad consciente (algo muy bergmaniano). Viaja a la capital y encuentra que Nelly vive una nueva vida, aparentemente satisfactoria, y cree adivinar que está enamorada de Jack. Una vez ha vuelto al pueblo, llegamos al momento cumbre de la película.
Spoiler:
Aunque el film parezca tener por momentos un marcado tono conservador (esa paz casi idílica del pueblecito comparado con los males que llegan de la ciudad, música de jazz incluida), creo que hay bastantes elementos que señalan el camino que va a seguir Bergman en el futuro. La crisis de la familia convencional, el choque entre lo tradicional y lo moderno, la vida como una representación teatral, en que todos interpretan un papel, el suicidio, el sueño y las pesadillas, etc. Eso sí, no hay reflexiones sobre el silencio de Dios, ni demasiadas honduras filosóficas. La historia no deja de ser un drama bastante convencional, eso sí, con bastantes notas de humor, detalle también muy bergmaniano: esa mezcla muy sui generis de drama y comedia.
Visualmente, la película está rodada con mucha corrección, sin hacer que pese el origen teatral, incluso con algunos momentos (la secuencia nocturna en el salón de belleza, o los sueños y recuerdos de Ingeborg) con notable fuerza expresiva, con un notable trabajo de iluminación. Me parece un buen arranque a su carrera.
Sobre la edición de FIlmax, creo que es bastante aceptable (la banda sonora original presenta en algunos momentos un ruido de fondo molesto, pero no impide seguir bien el desarrollo del film; los subtítulos, también me han parecido bastante correctos). Hay una nueva edición más reciente de Lacasadelcineparatodos de la que no puedo opinar.