Superman no es un personaje de cine mudo.
Ahora bien, aunque todos los aspectos técnicos son notables, tiene delito que detrás de todo esto hubiese un gran estudio con mucho presupuesto, y alguien en un despacho ejecutivo que diera luz verde a aquello o incluso dictara lo que debía ser. A Superman IV le perdono en parte su nivel de cutrez y chapucería porque la hizo la Cannon (que ya sabemos era pura caspa). Es como aquel otro desastre de Catwoman. Hay escenas espectaculares y acción, sí, pero argumentalmente es un desastre: poner a Supes a reírle las (poco graciosas) gracietas a Pryor es como aquello que hacía Schumacher, de poner a Batman a asistir a fiestas de sociedad benéficas con ricachones aburridos. Yo realmente sólo puedo salvar la subtrama del Superman malo, y aún así me parece un tanto ingenua e infantiloide. Un Superman malo de verdad tiene que ser algo absolutamente terrorífico, y lo peor es que a alguien así no lo puedes detener a menos que tú también seas superhéroe. Y recordemos que en las pelis de Donner-Lester no hay más Superhéroe que Superman.