
Iniciado por
Jane Olsen
Vicky Vale. Kim Bassinger fue un añadido de última hora: el personaje, originariamente, lo iba a hacer Sean Young. Yo no veo, en absoluto, el triángulo entre esos tres como una relación de "machos en celo luchando por la misma hembra" (si bien es verdad que el guión presenta algún que otro agujero en esta subtrama). Esto sería válido, por ejemplo, en una película como El Fantasma de la Ópera (versión de Joel Schumacher), donde todo de lo reducen a dos tipos peleando por la misma chica. No, yo creo que, si bien el personaje de Vicky, es bastante decorativo, tiene cierta función simbólica: es la luz que entra en las tinieblas. El único elemento normal en un mundo de seres anormales. Piensa en el modo en que te presentan a Bruce Wayne y a Batman en esta película: un ser atormentado, al borde de la esquizofrenia, que vive en tinieblas, encerrado en su mansión, sin casi relacionarse con el mundo. A mí el Batman de esta película, me atrae mucho, entre otras cosas, porque me recuerda más que a un superhéroe, a un personaje del cine de terror clásico, un Drácula, un Fantasma de la Ópera, por su conducta, y Burton refuerza ésto rodeando al personaje con toda la parafernalia del cine de terror gótico (caserones sombríos, sótanos tenebrosos, bosques bañados en sombras, murciélagos, capas negras...). Vicky viene a ser como un rayo de luz que viene a entrar en este mundo para salvar a Batman, un poco como Christine iba a salvar al Fantasma en versiones clásicas de El Fantasma de la Ópera (incluso evoca al personaje por el físico: melena rubia, vestidos en tonos celestiales -blancos y azules- que contrastan con los sombríos ambientes de la película...)...sólo que este Fantasma tengo la impresión de que no está dispuesto a abandonar el mundo de las sombras: ya están dentro de él. Esa especie de happy end, con la chica esperando al héroe en el coche, es una especie de pegote que a mí no me ha convencido nunca demasiado (y de hecho, originariamente, Batman y Vicky se veían por última vez en la escalera de la catedral). En cuanto al Joker, su amor por Vicky no pasa de ser un encaprichamiento momentáneo: fíjate su conducta hacia ella en la escena final de la catedral, cuando no duda en deshacerse de ella para escapar más fácilmente. Es evidente que alguien como el Joker no puede tener una vida afectiva normal (pero Batman tampoco puede), ni querer a nadie profundamente ni por mucho tiempo.