Es que es una canción maravillosa. Y lo que más llamó la atención es cómo dos artistas que, en principio, no tenían nada en común (estilos, épocas...) lograban unir voces y que sonaran a gloria bendita. Siempre que he escuchado esta canción, y es una opinión muy subjetiva, me ha dado la sensación de estar ante un oasis en el desierto, algo inclasificable (sobre todo, en aquella época en que en las listas UK había mucho dance y mucha Stock-Aitken-Waterman production, que dicho sea de paso, también me gustaba)