Yo también me quedé impactado, en su momento, con la historia de este crimen y la relación con el éxito británico.
Lo que me ha dejado todavía peor cuerpo es el conocer algunos detalles de la vida de la chica y las circunstancias del atentado indiscriminado.
Al parecer, la chica, que ya es una mujer madura, sigue encarcelada. La sentenciaron a cadena perpetua, y a pesar de haber presentado recurso en cada momento de la revisión de la misma (la última fue hace dos años, en el 2009) se le ha denegado sistemáticamente. Esto quiere decir que va para 33 años en una prisión de California, desde sus tempranos 16 años, momento en que se le acabó la libertad. Da que pensar la comparación con el sistema español.

La tal Brenda ha declarado en estos años, desde la cárcel, que su infancia fue traumática. Un detalle de lo terrible de ella es que siendo jovencita, le pidió a su padre como regalo una bicicleta y el padre, en cambio, le regaló una pistola. Ella decía, con pesar, "seguramente querría que me suicidara".

A la chica la detuvieron en su casa, horas después de cometer los terribles actos y tras largo tiempo encerrada, con la policía rodeando la vivienda.
Ella, al parecer, estaba como en un estado de "trance", y amenazaba constantemente con matar a "cerdos policías" si entraban a la casa.

Una vez detenida, y de manera fría, relataba que fue disparando a los niños que estaban en el patio del colegio, y que parecían como vacas en un establo, listas para la muerte.

Realmente, terrible.