Totalmente de acuerdo con deer.
Till es a Rammstein lo que los garbanzos al cocido: además de gordete, imprescindible.
No sólo es la voz, sino que su sola presencia en el escenario, como dice el compañero, resulta ya suficiente para levantar a la masa.
Vamos, yo no veo al grupo sin él, es imposible... Con reservas en la comparación, me permitiré recordar el caso de los Doors... Ian Astbury, obviamente, NO es Jim Morrison, y por mucho reciclaje en el grupo, en su nombre, en su música, y en lo que se quiera, nunca serán los mismos.
Saludos.