Damon Lindelof: Eh, Ridley, he añadido una escena en la que dos de los miembros de la expedición se pierden en la pirámide y quedan atrapados en ella durante la tormenta y…
Ridley Scott: ¿Qué personajes?
DL: Bueno, el geólogo responsable de cartografiar los mapas y…
RS: Espera, espera… ¿el responsable de cartografiar los mapas?
DL: Sí, ese.
RS: ¿No debería ser precisamente ese personaje el menos indicado para perderse en ningún lado?
DL ¿Por qué?
RS: Bueno, pues porque se supone que ese tipo ha sido escogido para participar en una expedición científica espacial a una galaxia lejana por su capacidad para, entre otras cosas, no perderse.
DL Ehhh… bueno… es un detalle menor, se ve que el tipo confunde la derecha y la izquierda y tal.
RS: ¿Confunde la derecha y la izquierda? ¿Un geólogo encargado de cartografiar estructuras y planetas de otras galaxias y que está siendo monitorizado en tiempo real por el centro de control de su nave? ¿No podemos hacer que se pierda la lesbiana?
DL: No, no, ha de ser el geólogo. Déjame pensar… le ponemos una cresta y un par de tatuajes y le hacemos fumar marihuana. Lo pintamos como un tipo duro pero drogata, paranoico y tal.
RS: Ya veo.
DL: Y rodamos una escena en la que aúlle como un lobo tras entrar en la pirámide.
RS: Como un lobo.
DL: Exacto.
RS: ¿Tras entrar en la pirámide, eh? Es justo lo que haría un científico que acaba de entrar en una construcción alienígena aterradora e inhóspita. Ponerse a aullar.
DL: A aullar.
RS: Tiene toda la lógica del mundo.
DL: Tú lo has dicho.
RS: ¿Y cómo encaja eso en la trama? ¿Qué sentido tiene meter a un geólogo aullador, macarra y drogata con tendencia a perderse en una expedición científica que ha costado un billón de dólares? ¿No les hacen tests de estabilidad psicológica a estos tipos antes de criogenizarlos durante dos años y mandarlos al quinto coño en busca de una forma de vida alienígena que podría ser hostil?
DL: Teníamos un problema y lo hemos solucionado con una cresta, un aullido y un poco de marihuana, no le des más vueltas. El tema es que el geólogo drogata y el botánico se quedan atrapados en la pirámide y entonces aparece una serpiente alienígena acojonantemente amenazadora. El botánico se acerca a ella, empieza a acariciarla y…
RS: ¿A acariciarla?
DL: Sí, ¿qué pasa?
RS: Bueno, se supone que el botánico se ha perdido en la pirámide precisamente porque ha sufrido un ataque de pánico y ha intentado salir de ella sin esperar a sus compañeros.
DL: ¿Y?
RS: ¿Que no es un poco contradictorio que un personaje al que acabamos de caracterizar como un cobarde se lance a acariciar una serpiente alienígena acojonantemente amenazadora en la misma estancia que antes le ha hecho cagarse de miedo? No parece un comportamiento muy coherente, la verdad. Además, ¿no debería ser el botánico de la expedición el más cauteloso frente a cualquier tipo de vida alienígena?
DL: Estooo… No te preocupes por eso, los espectadores ya pensarán alguna justificación absurda para ello. Lo publicarán en sus blogs y en sus twitters y nosotros no diremos ni que sí ni que no para alimentar las especulaciones. ¡No te puedes ni imaginar la de simbolismos que es capaz de ver la gente en las chorradas más gordas! Y cuando insistan, diremos que no queríamos dárselo todo mascado y que hemos dejado la película abierta a las interpretaciones.
RS: Lo que estás diciendo es que ellos harán tu trabajo intentando dotar de coherencia interna a un guión que carece de ella por completo.
DL: Ehhh, bueno, es una manera de verlo, sí…
RS: O sea que todos los detalles del guión han de ser lo suficientemente vagos y difusos como para que puedan ser interpretados en un sentido determinado… o en el contrario.
DL: Exacto.
RS: ¡Qué coño! Eres el guionista de Perdidos. ¡Seguro que sabes adónde se dirige la historia! A rodar.