Buenas, abro otro hilo para no desvirtuar sus hilos correspondientes y más siendo dos modelos de generaciones distintas.
Como indico en el título, tengo ambos problemas con los uhd Panasonic modelos 900 y 9000 con Netflix, pero son distintos.
Primero voy a detallar con el modelo más antiguo el dmp u900. Este UHD me lo ha cedido un amigo que tiene un proyector 4k y él no ha tenido ninguna incidencia, el problema ha venido con un proyector 1080p en concreto un Sony vlp h20 la señal a través del previo marantz avr8802a y cable hdmi de fibra 10mtros marca ATZEBE. Puedo ver pelis 4k (en resolución 1080p) y la app de Prime video sin ningún problema, pero cuando intento iniciar Netflix me da el siguiente error “No se puede mostrar este contenido porque su TV no admite HDCP 2.2”, he probado con todas las opciones posibles de imagen con el Panasonic y en el Marantz y siempre sale el mismo error, he reiniciado sesión en Netflix (solo tengo contratado HD), he reiniciado de fábrica el Panasonic UHD y no consigo que Netflix funcione, me imagino que la propia app no permite otro modo más que 4k. Estoy abierto a cualquier sugerencia para ver si consigo que funcione con un tv/proyector 1080.
El segundo caso es todavía más curioso, cambio del Panasonic 900 (el que yo estoy trasteando) por el 9000, y el cuándo activa Netflix (tiene contratado 4k), la señal que muestra es 1080 a bt2020 en el proyector, por lo que la imagen se ve deslavazada. Pasa la señal a través de un Marantz AVR 8805 a un proyector Sony vw 550es, con cable de fibra ruipro, cuando ves otra aplicación – prime video- se ve perfecta y los disco UHD también. Hemos probado infinidad de combinaciones, pero no hemos conseguido que salga la imagen correcta, con otros dispositivos que tiene UHD (Sony 800 y Dune 4kpro) sin ningún problema con la imagen y la aplicación de Netflix.
Igual que antes estamos perplejos por los problemas de ambos reproductores, porque he probado infinidad de posibilidades. Buscamos si alguien le ha pasado parecido y opciones podemos probar.
Salu2 y gracias, Haddock