PRIMERA OPERACIÓN QUIRÚRGICA EN GRAVEDAD CERO.
Once minutos de cirugía ingrávida.
MADRID.- Un equipo de médicos franceses dirigido por Dominique Martin ha realizado la primera intervención quirúrgica a una persona durante un vuelo de gravedad cero. El paciente, un voluntario de 46 años, sólo ha precisado anestesia local para que los doctores le extirparan un pequeño tumor benigno de un antebrazo.
La operación ha sido considerada "un éxito" por el doctor Dominique Martin, jefe del equipo médico. "La operación se desarrolló sin dificultades particulares", señaló el cirujano en una rueda de prensa al aterrizar el avión. "Ahora sabemos que un ser humano podrá ser operado en el espacio", recalcó.
El equipo médico, compuesto por tres cirujanos y dos anestesistas, trabajó en torno a una mesa de operaciones de dos metros de largo y dos de ancho. Todo el material quirúrgico y de anestesia estaba fijado por medio de unos imanes a la camilla, mientras que los médicos se mantenían firmes en el suelo gracias a un sistema de anclajes y arneses que les mantenían pegados los pies al suelo durante los periodos de ingravidez.
El paciente, Philippe Sanchot -que se presentó voluntario para el experimento-, también permaneció atado a la camilla con un sistema de correas, mientras que los cirujanos trataron de controlar lo mejor posible las pequeñas esferas de sangre que salían de la herida cada vez que el avión flotaba en gravedad cero. Un trabajo, eso sí, que resultó algo más sencillo de lo esperado gracias a una especie de aspirador con el que uno de los cirujanos podía recoger las 'bolas' de sangre.
Aunque de momento ni la Agencia Espacial Europea ni su homóloga estadounidense se plantean embarcar cirujanos en los vuelos tripulados, ni siquiera en los que enviarán en el futuro a planetas lejanos, la operación forma parte de un proyecto que pretende desarrollar un robot controlado a distancia que pueda hacer pequeñas intervenciones, tanto a los astronautas de la ISS como a los que viajen a Marte o la Luna.
"Más de 400 personas ya han viajado al espacio. Las posibilidades de que alguno de ellos sufra un accidente están ahí, y traerles de vuelta es o muy difícil o directamente imposible. Con este tipo de operaciones las cosas serán más sencillas", señaló el anestesista Laurent de Connick a la agencia AFP.
Además de en vuelos en el espacio, la Agencia pretende utilizar sistemas similares para operar a personas en lugares poco accesibles, como cuevas, expediciones a los Polos o incluso gente que ha quedado atrapada bajo escombros.
El avión A300 de la compañía Novespace despegó del aeropuerto de Burdeos poco después de las 8.30 de la mañana, y tomó tierra tres horas y media después, después de haber realizado 32 parábolas, lo que permitió a sus ocupantes pasar en total casi 20 minutos ingrávidos.
El doctor Dominique Martin, del hospital universitario de Burdeos, lleva desde el pasado mes de febrero practicando en tierra todos y cada uno de los pasos a seguir durante la operación. El equipo médico, eso sí, ya tiene algo de experiencia previa. En 2003, realizaron con éxito una operación similar, también durante un vuelo de gravedad cero, a una rata, a la que practicaron una incisión en una vena de la cola, que tiene un grosor de 0,5 milímetros.
La ESA realiza los vuelos de gravedad cero en un A300 cuyo interior ha sido especialmente modificado para ello. El avión despegó del aeropuerto de Burdeos, para dirigirse en vuelo ‘normal’ hacia un pasillo aéreo situado en el Atlántico, pegado a la costa francesa, donde puede maniobrar sin interferir en el tráfico aéreo. Una vez allí, comienza la serie de parábolas que permiten a los ocupantes estar en total casi 20 minutos flotando ingrávidos.
Para alcanzar la gravedad cero, el piloto hace ascender la nave a 47º de inclinación durante 20 segundos, lo que hace que durante ese tiempo, el cuerpo pese aproximadamente el doble de lo que haría en la Tierra. Luego, el comandante ‘deja caer el avión’ en picado en otros 47º hacia abajo. Los 30 segundos que el avión permanece ‘cayendo’ en medio de ambas maniobras son los de gravedad cero, la misma que se experimenta en el espacio. En total, el avión hace una treintena de parábolas, con un descanso de entre dos y tres minutos entre ellas.