Sé que sois amigos y que respetaréis lo que os voy a decir; o sea, mi información escueta y mi posterior silentium. No soy amigo de la polémica. Baste con decir que no quise ir a la presentación oficial del mismo por razones de mucho peso, a pesar de que me hubiera gustado sólo por dos razones: estar con la familia de Viejo Lobo y poder dar un apretón de manos a Kirkegard, que se lo curró con dos coxones. Pero no pude. Si lo presento en Puerto Real es por razones de amistad con Neuromante y Bela (además de lo del Romerijo, jejejejeje). Sólo me entregaron, vía un amigo, un par de ejemplares. Me ha resultado asombroso que Neuromante haya conseguido ejemplares para su librería. Así que esta vez ni puedo ni me apetece mediar. Lo siento, pero una cosa es el orgullo y otra la dignidad.
Volvamos al tema: tengo "El cine fantástico de Bernard Hermann", en casete.
Sigo con el tema culinario, Neuromante.