El espectáculo es parecido al que proporciona un geyser.
Hay más probabilidad de ver los bufones expulsar chorros de agua en los meses de otoño e invierno cuando la mar está más fuerte.
Es importante guardar cierta distancia de la boca del bufón ya que el agua puede salir inesperadamente y a mucha presión, arrastrando piedras, madera, algas etc. Tampoco conviene asomarse al acantilado ya que al ser un suelo agrietado, podría ceder en determinado momento
Los bufones son grietas y chimeneas abiertas en la roca del acantilado, conectadas con simas marinas por las que las olas del mar empujan el agua con gran fuerza, formando en la superficie surtidores de agua pulverizada visibles desde el exterior y que pueden alcanzar más de veinte metros de altura.
Estas formaciones se localizan en roca caliza. Tienen su origen en la disolución de la roca por parte del agua, dejando una chimenea que comunica el mar en su parte inferior con la superficie del acantilado
Cuando hay marea alta y el mar está fuerte, un gran volumen de agua empujado por las olas entra con gran fuerza por la parte inferior del bufón, y sube por el estrecho canal provocando un silbido o bufido característico que es el que da nombre a la formación.
En Asturias hay dos lugares localizados en la costa oriental donde se pueden observar estos fenómenos naturales:
Bufones de Arenillas
Bufones de Pría