No tengo problemas con híbridos en una saga en la que un jodido "alien" cazador se lo pasa en grande despellejando humanos. Son universos distintos, esto encaja perfectamente si está bien narrado, incluso se presta a ello si el film decide no tomarse en serio a sí mismo. Shane Black es capaz de eso desde la pluma y desde la cámara, lo ha demostrado sobradamente.
No, no es comparable con la ciencia-ficción hard de JP, ni con la impostura de JW, ni mucho menos con la mediocridad de C.Trevorrow.