Vamos, es lo mejor que se puede tener: Fred Dekker y Shane Black, dos guionistas de lo mas divertidos de los 80, en vez de un pirado amante que luego no logra ni la mitad de las cosas que se prometen en un principio (eso si, a lo mejor Black y Dekker no aciertan, pero son lo mejor que hay en esta pelicula... de momento)