¿Es apreciación mía o hay más contradicciones de base que debate en el hilo?
Por un lado se afirma que la gente, el público, los consumidores ya no quieren coleccionar películas sino acceder a ellas desde su casa (la mayoría de las veces gratis, a lo que parece). Por otro lado se dice que el cine (y las ediciones físicas del mismo) están en peligro por la costumbre de descargarse las películas para verlas, y que eso ha de evitarse para preservar los mercados y la propia industria. Se reivindican las plataformas de pago, pero se rechaza que haya que pagarlas. Se asegura que determinados precios resultan insostenibles para el sector pero, a la vez, parece ser que los interesados en adquirir una copia física son cada vez menos; sin embargo, se siguen comercializando ediciones caras (las coleccionistas -se fabriquen donde se fabriquen-, los combos, las 3D, etc). ¿Hay interesados en comprar o no? ¿Y si no los hay, o no son suficientes, por qué no se acepta o se acomoda el mercado a la deriva del consumo?
¿Quién no se da cuenta de la realidad, sea esta la que sea? ¿La industria que, a estas alturas, no sabría a quién se dirige? ¿Los que pretenden mantener precios bajos insostenibles para estimular las ventas? ¿Los que propugnan precios más altos para compensar costes y mantener editoras viables? ¿Las editoras que se embarcan en hacer figuritas que duplican el precio de una edición en un mercado que, supuestamente, no admite productos caros? ¿Los que ven cine gratis a través de internet porque están convencidos de que los formatos físicos son incómodos, caros y están obsoletos? ¿Los que dicen que las plataformas vod son inviables en el mercado español? ¿Los que hacen ofertas, los que no las hacen, los que cierran el chiringuito, los que estiman que el ciclo de los formatos físicos se ha cerrado, los que persisten editando, los que compran, los que descargan..? ¿Se equivocan todos, no se equivoca ninguno..?