Cita:
"Todavía hago boxeo de sombra con lo que no entiendo. Me cuesta verte volver al dormitorio. A veces te descubro, mientras camino a tientas por el pasillo, sonriendo como si sintieras mi presencia en la habitación. Ayer te escribí algo en la puerta del baño y, aunque el vapor lo borró, sé que recibiste el mensaje.
Adivino que pensaste en nuestras duchas, frotándonos la espalda y tú disfrutando mis pestañas enchinadas por el agua. La botella de mi champú sigue en la esquina de la regadera y, cada vez que te topas con ella, es inevitable que recuerdes mis rituales matutinos incluida la primera taza de café y el primer cigarro de muchos más que seguirán la marcha del día.
La cobijita que usamos para ver televisión parece que abrigara menos. Te he visto temblar. Durante casi un mes, no has parado de temblar. A veces te adentras tanto en la sensación de que me estoy yendo que no te queda tiempo para sentir que no he ido a ninguna parte. ¿A dónde podría irme, si no es contigo? Tengo el mapa que me dibujaste cuando nos reencontramos. Dijiste que me lo dabas para que no me volviera a perder y yo te prometí que nunca más me iría de tu vida.
Esta noche, ve a la cama, apaga la luz que yo me quedaré mirándote en la oscuridad hasta que te venza el sueño. Acariciaré tu cabello rizado y me beberé alguna lágrima que salga de tus ojos. Me sentirás cerca de ti y mañana, cuando despiertes, prepararás café y pan tostado para dos. Buscarás nuestra caja y sonreirás como sólo pueden sonreír aquellos que se saben profundamente amados. Leerás mis cartas y saldrás a pasear sabiendo que te llevo de mi mano.
P.D. Adivina qué."