Panfleto en absoluto. Es que sus trilogías son muy políticas, especialmente las precuelas. Democracia representativa y parlamentarismo frente a autocracia absoluta. La franquicia Lucasiana se vertebra casi como una teoría del capitalismo, con apelaciones a la industrialización intensiva desnortada incluidas. Y la ideología política es necesario asidero contextual y parte intrínseca del discurso, con la transición desde un anarquismo conservador, reaccionario, socialmente individualista a cierto liberalismo socialdemócrata, apologeta de instituciones que aseguren una libertad controlada y limitada y con un punto de vista más colectivo. En otras palabras, de una trilogía a otra, Lucas se mueve de Rousseau hasta Kant. Las precuelas son una apología de la democracia parlamentaria, y denuncia su fragilidad apuntando al capitalismo extremo, la burocracia ineficaz e incluso al fundamentalismo religioso.
Y Disney tiene a Baby Yoda. Lo mismito. Hijos de p...