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Stalker
Un tema que me gustaría comentar, con respecto a la última temporada y el final de la serie, es el extremado conformismo que en mi opinión destila la serie, cuando el enfrentamiento entre la ciencia y la fe, entre Jacob y el falso Locke (Flocke como lo llaman por ahí) se resuelve en favor de la fe.
Precisamente estos días estoy intentando ver "El prisionero", una de las influencias que se suelen señalar de Lost, y ¡vaya diferencia! "El prisionero" rezuma inconformismo, ironía y mala leche por los cuatro costados. Por lo poco que he visto hasta ahora, en ningún momento el protagonista, número 6, cede y dejar de cuestionárselo todo, incluso aunque tenga que recurrir a los puños cuando no obstiene respuestas. ¿Os imagináis que en Lost, cada vez que un personaje daba por respuesta a una pregunta otra pregunta o el mero silencio, el resto le hubiese puesto contra la pared en lugar de dejarlo pasar?
Lo que Jack y Hugo hacen al final es aceptar el estado de cosas, como Jacob hizo en su día, sin cuestionarse nada más, solo porque les han dicho que es así, porque lo sienten de esa manera o porque creen que elegir no saber les traerá la felicidad. Los guionistas transmiten con ello la idea de que en la ignorancia reside el bien y en el ansia de conocimiento y libertad reside en cambio el mal, una idea que es la piedra angular de muchas religiones, entre ellas y especialmente las monoteístas (el viejo mito del fruto del árbol prohibido que trae la perdición al hombre y su expulsión del paraíso). Yo, por mi parte, hubiese preferido una victoria por parte de Flocke, o al menos algún tipo de equilibrio entre ambos bandos (simplemente ciencia y religión no deberían intervenir nunca la una en la otra), pero el mensaje místico-religioso final tiene un tufillo que me resulta en extremo desagradable, tufillo que por cierto flota sobre algunas otras series norteamericanas recientes y que como índice de una cierta ideología o tendencia ideológica no debería pasársenos por alto.