Barcelona. (EUROPA PRESS). El agua de Barcelona que procede del río Llobregat "podría" presentar un riesgo de cáncer "con la acumulación y a lo largo de los años", según afirmó hoy el gerente de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB).
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Durante la presentación del informe 'La salud en Barcelona' durante 2006, Guix explicó que existen tres áreas de llegada de agua en la ciudad, la parte norte con predominio del río Ter, la parte sur, con agua mayoritariamente del Llobregat y el resto, que recibe agua de los dos ríos en diferentes proporciones.
La concentración máxima permitida de trihalometanos -un compuesto químico que se genera durante el proceso de potabilización del agua- es de 150 microgramos por litro. De forma puntual ha llegado a los 156,6 microgramos en el agua del Llobregat, que llega al 8% de la población barcelonesa y se concentra en Les Corts, Pedralbes, Poble Sec y Ciutat Vella.
Según el informe de la ASPB, la concentración media de trihalometanos no podrá mejorar del todo hasta que se acaben de construir las nuevas infraestructuras. Guix quiso dar un mensaje tranquilizador y destacó el trabajo de la compañía Aguas de Barcelona (Agbar) para poner en marcha nuevas desaladoras.
El 54% de los barceloneses bebe agua embotellada porque no les gusta el agua del grifo, pero no porque desconfíen de ella, según los mismos datos. "Sin banalizar, tenemos otros elementos que podrían parecer cancerígenos como las costillas a la brasa", indicó.
Por su parte, Aguas de Barcelona (Agbar) ha asegurado que el agua que se consume en Barcelona, tanto la que proviene del río Llobregat como la del Ter, tiene todas las garantías de salud y "cumple permanentemente todas las características que la hacen apta para el consumo humano" según los criterios sanitarios.
La compañía ha emitido un comunicado para tranquilizar a los ciudadanos que consumen su agua tras las palabras del gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), Joan Guix.
Según Agbar, los trihalometanos son sustancias presentes en "todas las aguas de consumo público", y sus valores paramétricos han sido comunicados en todo momento a las autoridades sanitarias, que siempre han dado luz verde al suministro de agua al considerar que "no supone ningún riesgo para la salud de los ciudadanos".
Agbar ha añadido que está construyendo nuevas infraestructuras, como la desaladora del Prat, que mejorarán "definitivamente todas las características del agua servida".